Magdalena Piñeyro, contra la 'rellenitofobia': “Es muy difícil quererse en un mundo que te odia”

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Magdalena Piñeyro, contra la 'rellenitofobia': “Es muy difícil quererse en un mundo que te odia”
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Esta filósofa y activista lucha contra la discriminación hacia las personas con sobrepeso a través de sus libros y la plataforma Stop rellenitofobia, espacio donde los afectados se apoyan y comparten vivencias

Magda Piñeyro explica que las personas con sobrepeso se sienten mal cuando llega el verano y algunas evitan ir a la playa

Magda Piñeyro explica que las personas con sobrepeso se sienten mal cuando llega el verano y algunas evitan ir a la playa
Ekaitz

ABRIL PHILLIPS
07/10/2022 07:00
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Perder la cuenta de las veces te han gritado “subida de peso de m…” desde un coche. Ser interceptada por una desconocida en la calle y que, por estar comiendo patatas fritas, te agarre de la barriga y te diga: “Ya estás lo suficientemente subida de peso como para comer eso”. Ser invitada a salir de una tienda bajo el pretexto: “Aquí no hay ropa para ti”. Esas son algunas de las experiencias que le tocó vivir a Magdalena Piñeyro (35), uruguaya migrada hace más de 15 años a las Islas Canarias, que se autodenomina como activista subida de peso. Piñeyro es cofundadora de la plataforma digital Stop rellenitofobia, filósofa y autora de Stop rellenitofobia y las panzas subversas (Zambra, 2016), 10 gritos contra la rellenitofobia (Vergara, 2019) y de la Guía Básica sobre rellenitofobia. Un paso más hacia una vida libre de violencia, del Instituto Canario de Igualdad (2021).
















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En su primer libro, explica: “Llamamos rellenitofobia a la discriminación a la que nos vemos sometidas las personas obesas por el hecho de serlo”. En diálogo con La Vanguardia, la autora asegura: “Las personas obesas tenemos menos acceso al empleo, altos índices de ansiedad, de depresión y aislamiento social. Nos cuesta relacionarnos sesso afectivamente, tener amistades o formar una familia. Muchas personas obesas dejan de estudiar por el bullying que sufren. También sufrimos acoso callejero. Es mucha violencia”.
No sé qué estilo tengo, lo descubriré el día que haya ropa para todos los talles; ahora me visto con lo que puedo”
Magdalena PiñeyroFilósofa y cofundadora de la plataforma digital Stop rellenitofobia
Ella la vivió en primera persona. “En mi adolescencia, casi no había ropa para mí. Siempre digo que no sé qué estilo de ropa tengo, que lo descubriré el día que haya ropa para todos los talles. Ahora mismo me visto con lo que puedo, no con lo que quiero”, dice y añade: “Todos tenemos derecho a abrigarnos o a ponernos un bañador para ir a la playa”.
El verano -indica-, “es una etapa del año especialmente dolorosa para las personas obesas”. En una encuesta que hizo hace poco a sus más de 23.000 seguidores en Instagram, más del 90% le confesaron que la rellenitofobia había condicionado su manera de vestirse en esta época. “Mucha gente subida de peso no se anima a ponerse manga corta, falda o pantalón corto, camisa de tirantes o un bikini. Pasan calor. Algunas personas me dijeron que han llegado a desmayarse por tapar su cuerpo. Otras que no van a la playa”.
Hay personas que se desmayan durante el verano por vestir ropa donde se escondan sus carnes y otras afirman que dejan de ir a la playa

Hay personas que no visten ropa corta, con tirantes, falda o pantalón corto y que pasan calor en verano
Ekaitz
Su activismo contra la discriminación hacia las personas obesas nació en el 15M de Tenerife, en el 2011. “Con un amigo rellenito nos dimos cuenta de que se hablaba de todo menos de la gordura. Nos empezamos a cuestionar si esto no era algo político también”, recuerda Piñeyro y agrega: “Con él y otras personas obesas nos dimos cuenta de que nos pasaban las mismas cosas, teníamos las mismas heridas de la infancia, habíamos sufrido acoso escolar, comentarios discriminatorios en consultas médicas y también de familiares sobre nuestro peso, complejo por nuestro cuerpo, no encontrábamos ropa. Antes creía que era algo íntimo, pero cuando empezamos a hablar descubrimos un nudo de violencia brutal hacia la gente subida de peso en general”.
Siempre nos han dicho que hay que sentir vergüenza y aguantar el sufrimiento por tener este cuerpo”
En España, el término rellenitofobia todavía no se había utilizado. Encontraron textos en inglés, donde se utilizaba el concepto fat phobia, que tradujeron al español y en agosto de 2013 montaron la página Stop rellenitofobia. “Fue un boom, en poco tiempo ya éramos 100.000 personas. Nos costó hacerlo. Siempre nos han dicho que tenemos que sentir vergüenza de lo que somos y aguantar el sufrimiento que nos toca pagar por tener este cuerpo”. Para ella, “empezar a hablar significó encontrar comprensión, escucha, poner palabras al dolor y la violencia”. Un amigo la abrazó un día y le dijo: “gracias por ponerle nombre a lo que nos pasa”.
La relación entre obesidad y salud
Según explica Nina Navajas-Pertegás, profesora ayudante e investigadora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universitat de València (UV), en un estudio autoetnográfico, la declaración en 2020 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una “epidemia de obesidad”, se ha construido de forma alarmista, “pues la evidencia empírica que apoya que la gordura es perjudicial para la salud es escasa y metodológicamente cuestionable”.
Este discurso patologizante de la obesidad -dice la investigadora-, “opera en nombre de la salud, pero produce una renuncia significativa al bienestar físico y psicológico en aras de alcanzar la delgadez”. En su experiencia, “la imposición cultural de la delgadez y la rellenitofobia alimentaron sentimientos de incapacidad, inadecuación corporal y sufrimiento psicológico que promovieron conductas alimentarias problemáticas”.
Magdalena Piñeyro dice que la vez que más flaca estuvo fue hace unos seis años, mientras atravesaba una depresión. “La gente me felicitaba, me decía que estaba más guapa que nunca”, recuerda y dice: “Esta sociedad ensalza la delgadez como un valor positivo de superioridad jovenlandesal. La persona subida de peso no es válida y es considerada inferior a una delgada. Se la considera vaga, perezosa, improductiva, sucia, dormilona y sedentaria. Tú no eres subida de peso por una serie de circunstancias sociales, culturales, genéticas y económicas que configuran tu cuerpo, sino porque no haces el esfuerzo suficiente”.
 
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“pues la evidencia empírica que apoya que la gordura es perjudicial para la salud es escasa y metodológicamente cuestionable”

Estarás rellenito y serás feliz.
¿Puede una evidencia empírica ser cuestionable? Así,, en general..
Hoy me he levantado filósofo y duditativo.
:(
 
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