Es lo que ocurre cuando se hace caso a majaderos profesionales de izquierda, como Viñas. De tanto repetir bulos hasta se lo creen.
Menos mal que hay gente que trabaja y, al final, la verdad histórica pone a cada uno en su sitio.
El bando Nacional no sólo mató menos que el bando frente populista sino que en la inmensa mayoría de las ocasiones se limitó a impartir justicia de manera excesivamente clemente y sólo ejecutó a quienes por la gravedad de sus actos se lo merecían.
Abundemos con lo úlitimo que deja al pie de los caballos a los vagos paguiteros de la "
memoria histérica".
De unas estimaciones que oscilaban entre 100000 a 50000 supuestos ejecutados en la posguerra, las nuevas estimaciones las rebajan hasta unos 15000, todos reos de delitos de sangre, lo que desmonta otro pilar del bulo antifranquista sobre el "
holocausto franquista".
Está puede ser otra razón por la que el majadero Viñas, máquina de fabricar bulos, este delirando memeces sin pruebas o datos que lo sostengan, como es habitual en él.
Tras seis años de estudio, el autor ha podido constatar que «había una gran ignorancia» con respecto a la posguerra, ya que «nadie había investigado» con rigor y «las cifras que se daban eran estimativas y caprichosas». El dato de 15.000 ejecutados retrata, a su juicio, «la España real, lo que pasó en esa época». De hecho, hubo más conmutaciones de la pena capital que ejecuciones: «En el año [19]45 todos los delitos por rebelión fueron conmutados, y ya no quedaba un sólo preso en las cárceles por delitos cometidos en la Guerra Civil».
De entre los ejecutados, además, llama la atención que la práctica totalidad eran criminales de guerra. «Al menos el 95% tenían delitos de sangre, o eran autores materiales o inductores directos: malos, torturadores, forzadores, ladrones… Esos sí eran ejecutados», expone Platón, que abunda: «Si no tenían delitos de sangre, sus penas eran conmutadas y a los pocos años estaban en la calle,
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