A lo largo de mi vida laboral en diferentes empresas, he tenido que lidiar con diferentes comerciales o vendedores de todo tipo y pelaje. Me he encontrado con diversos tipos, muchos serios y profesionales, pero el perfil que con más frecuencia me he encontrado es otro, lo cual me hace concluir que el comercial es, en general, el enemigo natural del administrativo.
Ese perfil es el del vendedor sin escrúpulos que no tiene ningún problema en venderte la moto, rota y a un alto precio. Da igual que seas cliente o compañero, la mentira y el engaño son su naturaleza del escorpión. cliente, le pone los cuernos a la mujer, le gusta la fiesta, borracho, se hincha a cervezas y copas, va algo perjudicado a trabajar, a veces borrachïsimo, drojadicto, mentiroso...
Hace una venta y se olvida de lo que lleva aparejada, de la gestión, él ya se ha llevado su comisión. El marrón con el administrativo, que se tiene que pelear con el cliente. ¿Que hay cosas que ha hecho mal? La cosa para el administrativo, que se pelee él, que el comercial ya ha hecho la venta.
De veinte años a esta parte ese perfil se ha glorificado, los han convertido en jefes y gerentes sin tener ni fruta idea de cómo se gestiona una oficina o un equipo que no sea de ventas. No saben hacer ni un puñetero Excel sencillo y se dedican a ladrar órdenes, este perfil que han hecho jefe, sin saber que lo que exigen a veces no es posible, por imposibilidad física o temporal. Eso sí, el coche de empresa, la tarjeta de combustible, las dietas por viaje y la nota de gastos que no falten, que ya está el administrativo con sueldo por convenio para resolverle todas sus cagadas. Mi experiencia me ha hecho odiarlos profundamente.
Me he relacionado con ellos, he ido a bares con ellos, los he visto trabajar en todos los sentidos, he tratado de llevarme bien con ellos... Pero, en general, tengo que decir que soy incompatible con ellos. Hay que tener mucho trillado para manejarlos y mucho cuidado porque a la mínima te clavan el puñal en la espalda. Expertos en poner la cosa delante del ventilador, que le acaba cayendo al sufrido administrativo.
Quizás me han tocado todos los malos y mi visión está sesgada por mi experiencia, no lo sé. Lo que sé es que, en general, no me gustan y no me fío de ellos. Muchas veces no saben separar lo profesional de lo personal.
¿Qué experiencias tienen ustedes? ¿Es usted un vendedor? ¿Se ve reflejado en todo esto o en parte?
