Todos los días sufrimos un bombardeo constante por parte de los ideólogos ateos (mal llamados "laicos"), diciendo lo mala que es la religión y los estragos que provoca en la ciencia y en el arte, poniendo como ejemplo las acciones bárbaras del Estado Islámico (acciones que en realidad se usan para encubrir el trafico de obras de arte, pero eso ya es otro asunto).
Aunque este razonamiento (ateos=100% seres de luz, creyentes=100% bárbaros ignorantes) se cae por su propio peso a poco que recordemos nuestra historia.
No voy a hablar de iglesias quemadas, retablos arrasados, tumbas profanadas... hoy la noticia es la restauración de una obra de
Miguel Angel destruida (e incluso quemada) durante la guerra civil española:
El 'San Juanito', la única obra en España de Miguel Ángel, se exhibe en Madrid - 20minutos.es
- Es la única escultura del artista que se conserva en España.
- Procede de la capilla del Salvador de Úbeda, en Jaén.
- La obra, destruida durante la Guerra Civil, podrá verse en el Museo del Prado.
El San Juanito de Miguel Ángel, la única escultura del autor que se conserva en España, se exhibe restaurado por primera vez en el Museo del Prado del 31 de marzo al 28 de junio en el marco del programa La obra invitada, patrocinado por la Fundación Amigos del Museo del Prado.
Propiedad de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli-Sevilla y procedente de la capilla del Salvador de Úbeda (Jaén), la obra se expondrá en la sala 47 del edificio Villanueva del Museo del Prado. La pieza fue prácticamente destruida a comienzos de la Guerra Civil y ha estado reducida a fragmentos hasta su restauración en el Opificio delle Pietre Dure de Florencia (Italia).
Por ello, como ha explicado el director del Museo, Miguel Zugaza, se trata de "una excelente oportunidad" de disfrutar de esta obra en mármol, que supone todo "un acontecimiento artístico", además de significar "
una denuncia a las barbaries iconoclastas que siguen ocurriendo en el mundo", por lo que ha expresado sus felicitaciones a los expertos de Florencia "por su esfuerzo en la salvaguarda y disfrute del patrimonio".
En la misma línea, el presidente de la Fundación Medinaceli, Ignacio de Medina, Duque de Segorbe, ha lamentado que se trata de "una escultura absurdamente maltratada" mientras que la secretaria general de la Fundación Amigos del Museo del Prado, Nuria de Miguel, ha insistido en la importancia de defender el patrimonio.
El San Juanito de Miguel Ángel es una obra de juventud del artista, anterior a la Piedad del Vaticano y a los frescos de la Capilla Sixtina, que fue donada por el duque de Florencia, Cosmé I de' Medici, a Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V, quien la envió a España, a su villa de Sabiote, y posteriormente pasó a enriquecer, tras su fin, la capilla sepulcral del Salvador de Úbeda que mandó construir en esta su ciudad natal.
La escultura estuvo expuesta hasta 1936 en un nicho cerca del retablo mayor de madera dorada realizado por Alonso de Berruguete, también gravemente dañado a comienzos de la Guerra Civil, cuando sufrió graves desperfectos que destruyeron gran parte de la misma y quedó reducida a fragmentos y la cabeza fue quemada. Los expertos han detallado que sólo se pudieron recoger un total de 14 fragmentos, el equivalente al 40% de su volumen original.
Reconstrucción
La Fundación Casa Ducal de Medinaceli-Sevilla, propietaria de la pieza, encargó su restauración al Opificio delle Pietre Dure (Centro de Restauración) de Florencia, un proceso que comenzó en 1994. Para su intervención, se utilizaron métodos novedosos, como el uso del láser para limpiar la superficie de color y abrasada de la cabeza, o la reconstrucción virtual en 3-D de la escultura completa basándose en fotografías tomadas poco antes de su destrucción, como ha detallado la directora del Departamento de Materiales Pétreos de Florencia, Critina Improta.
Una vez montada la estatua con los fragmentos originales de mármol, se integraron las partes perdidas, realizadas con fibra de vidrio y luego estucadas, entonadas con témpera y selladas con cera y barniz; también se utilizaron imanes para juntar los diversos trozos. La escultura recuperada fue presentada al público florentino en 2013.
Tras su exhibición en Florencia y Venecia, regresa a España en el marco de La obra invitada del Prado, antes de su traslado a su lugar de origen, en Úbeda. El Museo del Prado también ha organizado un programa específico de actividades en torno a la muestra para facilitar al público su recorrido por la sala.
Así, durante los meses de abril, mayo y junio se organizarán breves explicaciones delante de la obra para situarla en su contexto histórico-artístico y comentar su presencia en el Museo en relación con su colección.
Escultura helenística
Al volver de Bolonia a Florencia, en 1495, el primer encargo de Miguel Ángel fue una estatua en mármol de un San Giovannino hecha para Lorenzo di Pierfrancesco de Médicis (primo de Lorenzo el Magnífico). Sin embargo, en lugar de seguir el modelo del San Juan Bautista de Donatello como hacían los demás escultores florentinos, Miguel Ángel representó a un santo más joven, como un niño de unos 6 o 7 años.
La escultura, de 130 centímetros, sigue el ejemplo de la escultura helenística griega y apoya la pierna izquierda sobre una roca, que dobla ligeramente, con los brazos doblados, la cabeza ligeramente inclinada y el cuerpo desnudo cubierto por un vellocino.
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Es interesante remarcar que la destrucción de estas obras se achaca a la "
barbarie iconoclasta", que es precisamente el mismo motivo que aduce el Estado Islámico para destruir el arte pre-fiel a la religión del amor. Si,
ateos y fiel a la religión del amores son iconoclastas. Curioso, ¿verdad? Ese es el nexo común, el repruebo a cualquier representación de lo divino.
Debatamos amistosamente el por qué los ateos, si no creen en lo divino, odian tanto su representación como para destruir incluso obras de Miguel Angel.