La ley habilitante del 24 de marzo de 1933, oficialmente la Ley para el remedio de las necesidades del Pueblo y del Reich, fue la ley habilitante aprobada por el Reichstag el 23 de marzo de 1933 que cedió de facto todo el poder legislativo a Adolf Hitler quebrando la separación de poderes de la República de Weimar. Fue el principal soporte jurídico sobre el que se construyó la tras*ición de una república parlamentaria a la Alemania nancy.
Fue el segundo instrumento jurídico, después del Decreto del Incendio del Reichstag, mediante el cual los nacionalsocialistas obtuvieron poderes dictatoriales bajo una apariencia de legalidad. La ley concedía al canciller Adolf Hitler y a su gabinete el derecho a aprobar leyes sin la participación del parlamento, lo que supuso de facto el fin de la democracia, de la República de Weimar y de su Constitución.
Las consecuencias de esta ley fueron gravísimas, pues el gobierno del Reich (en alemán Reichsregierung), presidido por Hitler en calidad de canciller de Alemania, tenía ahora el camino libre para aprobar toda clase de normas legales, inclusive yendo en contra de la propia Constitución de Weimar -la cual no fue derogada expresamente- o modificándola en la práctica por sola voluntad del gabinete nacionalsocialista.
Fue el segundo instrumento jurídico, después del Decreto del Incendio del Reichstag, mediante el cual los nacionalsocialistas obtuvieron poderes dictatoriales bajo una apariencia de legalidad. La ley concedía al canciller Adolf Hitler y a su gabinete el derecho a aprobar leyes sin la participación del parlamento, lo que supuso de facto el fin de la democracia, de la República de Weimar y de su Constitución.
Las consecuencias de esta ley fueron gravísimas, pues el gobierno del Reich (en alemán Reichsregierung), presidido por Hitler en calidad de canciller de Alemania, tenía ahora el camino libre para aprobar toda clase de normas legales, inclusive yendo en contra de la propia Constitución de Weimar -la cual no fue derogada expresamente- o modificándola en la práctica por sola voluntad del gabinete nacionalsocialista.