Gran parte del pueblo alemán era cristiano. Pero el nacionalsocialismo nunca hizo del asunto religioso un problema de estado. Había otras prioridades mucho más acuciantes.
Al tomar el poder en 1933 adoptan el modelo aconfesional y separan a la Iglesia del Estado con el objetivo de cercenar la influencia cristiana y relegarla a la esfera exclusivamente de lo privado. De manera muy especial se buscó limitar la esfera de influencia de las iglesias cristianas en la educación y formación de niños y jóvenes, con la abolición de las asociaciones y escuelas confesionales. Los destinos y la educación de la nación iban a estar supeditados a los designios absolutos del nuevo movimiento.
Los registros del personal de las SS muestran que la mayoría de sus miembros que abandonaron la iglesia en la que se criaron, lo hicieron justo antes o poco después de unirse a las SS. Los miembros del Sicherheitsdienst (SD) fueron el cuerpo más dispuesto dentro de las SS a retirarse de sus denominaciones cristianas y cambiar su afiliación religiosa en un 90%. De los oficiales de las SS, el porcentsje alcanza el 74% antes incluso de 1933.
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