La Vanguardia: El mercado matrimonial en España: ¿por qué cuesta encontrar pareja estable?

Lo hemos dicho en varias ocasiones: los males de la sociedad empezaron cuando la mujer salió del hogar,
básicamente para querer convertirse en hombre.

Cuando mi generación éramos niños, con un solo sueldo lograbas tener un piso pagado, un apartamento en la playa y un coche normalito para desplazarte con la familia.

Pero la mujer quiso dejar de ser mujer. O la convencieron para que dejara de serlo. Y se puso a trabajar.

Y entonces, cuando empezaron a abundar los 2 sueldos por familia, subieron correlativamente los pisos. También los apartamentos, los coches y la vida en general.
Pero también los niños empezaron a estar peor atendidos, todo en pro de una carrera profesional para realizarse fuera del hogar. Más fracaso escolar, más problemas a edades tempranas. Más problemas de adicciones, de salud mental. Más separaciones y divorcios.

Todo por haber comprado el cuento de una izquierda que te vendía el progreso.
¿El progreso hacia dónde?
¿Hacia la desnaturalización de la mujer?
¿Hacia hacerla renegar de formar una familia y que reprima sus tendencias naturales a ello?
¿Hacia empeñarse en ser como el cromosoma XY en mente, cuerpo y alma?

Pues ahí tenéis a las del progreso: infelices, medicadas, amargadas y con una sensación de haber sido estafadas.
Pero aun así se niegan a reconocer todos esos males y prefieren seguir siendo de izquierdas.
Porque es lo único que les queda.
 
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