La vaca roja, el Templo de Jerusalén y la venida del Mesías

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Así como Allah informaría unos siglos más tarde al último de los Profetas Mahoma del complot de los infieles de La Meca que se habían reunido para matarlo antes de que emigrara a Medina, Allah Taala anunció a Issa (Jesús) que lo salvaría de este complot: “ (Recuerda) cuando Allah dijo: “." (Al-Imran: Versículo 55).

Fue entonces cuando Issa(Jesús ) reunió a sus discípulos y les informó que alguien entre ellos pronto lo traicionaría. En una tradición relatada por el Imam Ibn Djarir, según Mouthana, quien informa desde Wahb (r) que Issa había dicho a sus compañeros: “En verdad, una persona entre ustedes me traicionará antes de que el gallo cante tres veces, y venderá por un poco de dinero." Issa les pidió un favor: ¿quién de ellos se ofrecería voluntario para sacrificarse en su lugar, asumiendo su fisonomía? En un Hadiz de Ibn Abbas, autenticado por el Imam Muslim, se dice que cuando Allah Taala quiso elevar a Issa, reunió a sus compañeros y se dirigió a ellos mientras acababa de bañarse y de su cabello todavía caían gotas de agua; les dijo que uno de ellos iba a traicionarlo después de haber confiado en él. E hizo la siguiente petición: “¿Quién de vosotros se ofrece voluntariamente a tener una apariencia idéntica a la mía para que pueda ser ejecutado en mi lugar? Como recompensa, ella estará en mi compañía, en el mismo rango que yo.

Fue entonces cuando el más joven de ellos se levantó y se ofreció como voluntario. Pero Issa le ordenó que volviera a sentarse. Repitió su petición, pero nuevamente este joven fue el único que se ofreció como voluntario. Issa luego aceptó su sacrificio y dijo: “Serás tú”.
Su fisonomía se volvió idéntica a la de Issa, mientras Issa era elevado al cielo a través de un tragaluz de la casa. Allah dice en el Corán: "Pero Allah lo ha elevado a Sí mismo" (Al Nissa: Versículo 158).

Así que ya hay una certeza: Alá llamó a Issa de regreso a él antes de que los incrédulos pudieran finalizar su plan.
Entonces Issa, el Profeta de Allah no murió crucificado. La historia de Ibn Abbas lo demuestra claramente; lo que garantiza la autenticidad de la versión de Ibn Abbas y Wahb es que sus palabras fueron tras*mitidas por narradores de Hadice, quienes tras*mitieron la historia de acuerdo con las reglas precisas y minuciosas de la ciencia de Hadice; cualquier fallo en la cadena de tras*misión o en la fiabilidad de los narradores habría sido informado por especialistas en las complejas ciencias de Hadice; recordemos que la historia de Ibn Abbas, por ejemplo, está autentificada por el Imam Mouslim; también lo relatan Mohammad bin Ishaq, también el Imam Al Nassai y Ibn Djarir, con varias cadenas de narraciones, lo que refuerza aún más la autenticidad de la versión, según las reglas de tras*misión del Hadices.

Muchos otros Hadices relatan en detalle el curso de los acontecimientos, comentando lo que Allah dijo en Surat “Al Nissa”, donde Allah Taala afirma que estas personas nunca mataron, y mucho menos crucificaron a Su Profeta, pero Él lo protegió llamándolo de regreso a Él antes. los enemigos vinieron por él: “Y ciertamente no lo mataron, pero Allah lo levantó hacia Él. Y Allah es Poderoso y Sabio”. (Al Nissa: Versículos 157,158).

Y la predicción de Issa se cumplió, pues por la mañana, uno de sus compañeros se ofreció a guiar a los enemigos hasta la casa de Issa a cambio de una suma de dinero. Según el Imam Ibn Djarir, aceptó el equivalente a treinta dirhams para traicionar a su propio Profeta. Así capturaron al doble de Issa, lo ataron y le pusieron anillos de espinas en la cabeza; orgullosos de su fácil captura, se burlaron de él y le escupieron; Según Ibn Djarir, dijeron: “¡Así que eres tú quien dio vida a los muertos y quien curó a las personas que habían perdido la cabeza! ¿Por qué no intentas deshacerte de estos vínculos? ¿Qué Dios permitiría que uno de sus Profetas favoritos sufriera tanta humillación para terminar torturado?

Lo llevaron, deshonrado, al lugar donde lo iban a crucificar. Según Ibn Assakir, lo dejaron en la cruz durante siete días. Había por lo tanto un crucifijo, pero un doble de Issa, como dice claramente Allah Taala en Surat Al-Nissa: “Y debido a su palabra: “Hemos apiolado verdaderamente a Cristo, Jesús, hijo de María, el Mensajero de Allah”…Pero ni lo mataron ni lo crucificaron; ¡Pero fue sólo una simulación! (Verso 157).

Según Ibn Assakir, después de siete días Mariam pidió al rey que bajara el cuerpo de Issa de la cruz; hasta entonces no sabía que su hijo había sido elevado al cielo y que el crucificado era sólo un doble. El rey aceptó su petición y lo hizo enterrar. Cuando Mariam alayhass salam quiso visitar lo que creía que era la tumba de Issa, encontró a Hazrat Djibrail quien le preguntó: "Oh Mariam, ¿a dónde vas?" Ella respondió: “Estoy visitando a Issa para tras*mitirle mis saludos”.

Djibrail le dijo entonces: “¡Oh Mariam, quien está en esta tumba no es Issa! Allah ya lo exaltó y lo mantuvo alejado de los incrédulos; La persona que fue crucificada era un joven que aceptó tomar la apariencia de Issa por orden de Allah. Y como prueba, su familia no ha sabido nada de él hasta ahora, y están profundamente entristecidos por su desaparición.

Djibrail quedó con Mariam en un lugar específico para que pudiera encontrarse con Issa por última vez; Cuando llegó el día, fue al lugar y encontró a Issa, quien en realidad estaba presente. Al verla, corrió hacia su progenitora y la besó en la cabeza, pronunciando muchas Douas (ruegos), como era su costumbre; dijo: “Oh progenitora, no me mataron; Allah me ha elevado hacia Él y me ha dado permiso en este día para encontrarme con vosotros. Ten paciencia, muy pronto te llegará la fin; Mientras tanto, pensad mucho en Alá”.(Dios en arameo suena Alah y los cristianos árabes llaman a Dios en lengua árabe Al lah)

Después de estas palabras, Issa fue elevado vivo a los cielos por segunda vez y Mariam alayhass salam no volvió a verlo hasta que murió.
Según Ibn Assakir, vivió cinco años más y murió a la edad de 53 años.

Esta es la verdadera historia de Issa revelada por Allah en el Corán, y como la informaron los Compañeros del Profeta, a través de cadenas de tras*misión confiables y verificadas.
Unos 300 años después, durante la época del rey Constantino, registraron la tumba de lo que creían que era Issa y encontraron la cruz en la que fue crucificado; se cuenta que cualquier enfermo que tocaba esta cruz encontraba curación; Ibn Kathir explica este milagro por el hecho de que este joven era una persona muy piadosa, ya que había dado su vida por Issa; este último también había prometido que estaría en su compañía, en la misma medida que él. Fue a partir de este momento que comenzaron a apegarse a esta cruz, hasta el punto de venerarla y tomarla como símbolo; y en este lugar simbólico se construyó una iglesia gigantesca, por orden de la progenitora de Constantino.

Por lo tanto, Issa fue un Profeta entre los más grandes Profetas de Allah, “… del pequeño número de aquellos cercanos a Dios” (Al-Imran: Versículo 45). Predicó la Unidad de Dios, como todos los Profetas anteriores y como el último de los profetas que vendrían después de él: “Teme, pues, a Alá y obedéceme. Allah es mi Señor y vuestro Señor. Por tanto, adórenlo: este es el camino correcto” (Al-Imran: Versículos 50,51). Se definió a sí mismo como un Profeta y Siervo de Allah, invitando a los mismos actos de adoración de los otros Profetas, es decir, la oración, la limosna y el buen comportamiento: “Pero él dijo: Yo soy verdaderamente el siervo de Allah. Me dio el Libro y me nombró Profeta. Dondequiera que estoy, Él me ha hecho bienaventurada; Y me recomendó, mientras viviera, la oración y el zakat; y amabilidad hacia mi progenitora”. (Maryam: versículos 30/32).

Lo que lo distinguió de los otros Mensajeros fue que Allah quiso hacer de su nacimiento un ejemplo de Su Poder y Poder, haciéndolo nacer de una sola progenitora. Pero Hazrat Issa nunca había utilizado este argumento para proclamarse más que un Profeta. Allah Taala ya había mostrado a la humanidad un signo aún más convincente de Su Poder al crear a Adán sin padre ni progenitora: “Para Allah, Jesús es como Adán, a quien creó del polvo, luego le dijo: “Sé”: y fue” (Al-Imran: Versículo 59). Si consideramos a Issa superior a un ser humano por su nacimiento milagroso, debido al hecho de que no tiene padre, deberíamos haber considerado a Hazrat Adam de la misma manera, ¡y aún más! Estos dos nacimientos son, de hecho, sólo una señal de Allah para la humanidad; los Profetas siempre han invitado a un monoteísmo puro donde Allah es Único en Su Ser y Sus Atributos, sin ascendente ni descendente: “Él nunca engendró ni fue engendrado. Y nadie es igual a él”. (Al-Ikhlas: Versículos 3 y 4).

El término “Hijo de Dios” en la Biblia no es un atributo reservado para Hazrat Issa; esta denominación, de hecho, designaba a otros pueblos además del Mesías, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, sin que nadie afirmara que estos pueblos fueran verdaderamente hijos de Dios. De hecho, allí se designa a Adán como “hijo de Dios” (Lucas, 3, 38). Y Hazrat Suleiman (Salomón) también: “Él construye un templo para la gloria de Mi nombre y Yo, por Mi parte, mantendré el trono de su reino para siempre. Yo seré para Él Padre y él será para Mí hijo” (Samuel, 2ª, 7). Este título se utilizaba para designar incluso a los simples mortales: “Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse en la tierra y daban a luz hijas, aconteció que los hijos de Dios vieron a las hijas de Dios (…)”. “Y también después, cuando los hijos de Dios llegaron a las hijas de los hombres” (Génesis, 6). Este término designaba también a hombres poderosos y nobles: “Felicitaciones a los autores de la paz. Porque serán llamados “hijos de Dios”” (Mateo, 7,9). Y en el Evangelio de San Juan: “Y orad por los que os hacen mal y os expulsan, para que merezcais ser hijos de vuestro Padre que está en los cielos”. Jesús también dijo: “No me toques porque no he subido a mi Padre. Más bien busca a mis hermanos y diles que subo a mi Padre y al tuyo y a mi Dios y al tuyo”.

Charles Jean-Pierre, profesor de cristianismo y jefe del departamento de historia de las religiones de la Universidad de París, en un comentario sobre el dogma del Mesías, “hijo de Dios”, destaca el error en la traducción de la palabra “Siervo de Dios”. ” del hebreo al griego, palabra que Jesús repetía muchas veces. San Pedro tuvo la opción de traducirlo como “niño” o “siervo”, y optó por “hijo de Dios”. Entonces, el cambio de “niño” a “hijo” fue sencillo, siempre y cuando los significados sean cercanos, aunque hay matices. Sin embargo, el concepto de “hijo de Dios” proviene del mundo del pensamiento griego. (Fuente: “El cristianismo, su nacimiento y su evolución”, Charles Jean-Pierre).

Allah dice en el Corán: "(Después) las sectas divergieron entre sí". (Maryam: Versículo 37). No fue hasta el año 325 d.C., en el Concilio de Nicea, que los altos dignatarios religiosos decretaron oficialmente, como parte de su creencia, que Jesús es el hijo de Dios; Esta tesis fue fuertemente cuestionada por Arrio, que sostenía que Jesús era sólo un Profeta de Dios, así como por muchos partidarios del monoteísmo puro, como Militus, de la Iglesia de Assiut, y otros en Alejandría, Palestina, Macedonia y. Constantinopla.
Arrio, tratado como hereje, fue anatematizado dos veces y excomulgado de la Iglesia por el Patriarca de Alejandría.

Osapius, obispo de Nicomedia, era monoteísta y partidario de Arrio cuando se celebró el concilio general; él también era anatema por su posición. Se informa que en el Concilio de Nicea, más de setecientos obispos se habían adherido a la doctrina de Arrio. Pero la tesis de la naturaleza divina del Mesías fue adoptada definitivamente durante los distintos concilios de los años 381, 431 y 451.

“Los monoteístas nunca dejaron de difundir su predicación. Intentaron reunir a Constantine Jr. tras la fin de su padre, pero él no aceptó, a pesar de que la mayoría de los cristianos de la época eran monoteístas. La doctrina de Arrio dominó en Constantinopla, Antioquía, Babilonia y Alejandría.
La Enciclopedia francesa del siglo XIX Larousse menciona en el artículo “Unidad y Trinidad” que la doctrina de la Trinidad, a pesar de que no existía ni en el Nuevo Testamento (el Evangelio), ni en las obras de los apóstoles, ni Entre sus discípulos más cercanos, la Iglesia católica y el protestantismo tradicional afirman que la Trinidad fue admitida por los cristianos en todo momento. Lo cual va en contra de las evidencias aportadas por la Historia que nos muestra cómo apareció y cómo se desarrolló la Trinidad.

En cuanto a nosotros los fiel a la religión del amores, aunque utilizamos argumentos extraídos de la Historia o de las palabras de pensadores, la frase decisiva en la que confiamos, en todas las circunstancias y para todas las cuestiones, es el Corán.

Recordamos que si evocamos estos hechos históricos, es sólo con el objetivo de comprender mejor nuestra creencia en Issa en relación con nuestros textos sagrados: el Corán y la Sunnah del Profeta; Al citar los textos y dogmas de otras religiones, queremos explicar mejor las otras creencias sobre Issa, generalmente poco conocidas por los fiel a la religión del amores, para poder distinguir los puntos comunes y las divergencias entre las grandes religiones monoteístas; allí no hay absolutamente ninguna intención blasfema; La ignorancia de nuestros vecinos es a menudo la primera fuente de incomprensión y denigración.

Allah Taala dice en el Corán: “El Mesías, hijo de María, era sólo un Mensajero. Los mensajeros iban delante de él. Y su progenitora era sincera” (Al Ma’idah: Versículo 75).
Y Allah Taala se dirigirá a Issa en el día de Quiyamat sobre lo que se dijo sobre su naturaleza divina y la de Mariam, y Allah sabe mejor la verdad; lo negará y asegurará que durante su vida sólo predicó el mensaje de la Unidad de Allah, y que les dejó este monoteísmo puro: “(Recuérdales) el momento en que Allah dirá: “Oh Jesús, hijo de María, ¿eres tú quien dijo al pueblo: “Tómenme a mí y a mi progenitora por dos divinidades además de Alá?” Él dirá: “¡Gloria y pureza a Ti! ¡No me corresponde a mí declarar lo que no tengo derecho a decir! Si lo hubiera dicho, lo habrías sabido, por supuesto. Tú sabes lo que hay en mí, y yo no sé lo que hay en Ti. Eres, en verdad, el gran conocedor de todo lo desconocido. Sólo les dije lo que Tú me habías ordenado (es decir): "Adora a Allah, mi Señor y tu Señor". Y fui testigo contra ellos mientras estuve entre ellos. Luego, cuando me llamaste, fuiste Tú quien fuiste su atento observador. Y Tú eres testigo de todas las cosas”. (Al Ma'idah: Versículos 116,117).

Y Allah Taala recompensará a aquellos que dijeron la verdad sobre Issa: “Allah dirá: “Este es el día en que su veracidad beneficiará a los veraces: tendrán jardines bajo los cuales fluirán arroyos para jovenlandesar allí eternamente”. (Al Ma'idah: versículo 119).
Allah Taala ha decretado que un día Issa regresará a la tierra, algún tiempo antes del fin del mundo; su tarea será eliminar a Dadjâl (Anticristo )y luchar contra Gog y Magog; su venida será también sinónimo de bendición y opulencia para la humanidad como nunca la ha conocido; Esto es lo que os ofrecemos en el próximo número, para completar nuestra fe en Issa.

Lo cual confirmaría que Mohamed estaba influido por los docetistas, más que por el cristianismo canónico.
 
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