¿A un judío le iban a abrir las puertas de la corte de Portugal y de España y ponerlo al mando de una expedición, cuando los acababan de expulsar?; ¿Un judío con identidad falsa, que pretendiera ocultar su condición, se presenta delante de nobles y reyes, se pasea por monasterios y obispados, se expone como nadie y los engaña a todos?; ¿Eran orates los Reyes Católicos y los mentores de Colón?.
El documental es un nuevo ataque al Descubrimiento y a España, un ataque socialista y masón. Qué rápido consiguieron los permisos para saquear la tumba de Colón en Sevilla la junta sociata de Manuel Chaves en 2003. Encima para nada, el ADN del Almirante es el peor de todos, a saber si realmente tienen su ADN y todo el documental es una patraña.
El final es delirante, un catalán con leucemia a punto de explotar quiere ver materializado su último delirio antiespañol cargándose una de las figuras principales de la historia española. Era judío porque él lo dice, sin una fruta prueba, su mamá le enseñaba a encender candelabros y a comer pan ácimo, claro que sí lechón separatista.
Todo el documental es una enorme falacia de autoridad para mentes analfabetas. Se presenta una investigación científica minuciosa para que finalmente cuele la mentira y el espectador cateto se la trague sin cuestionarla, un truco muy burdo.
Luego llega el climax, empiezan a aparecer escenas de gente en la hoguera y monjes encapuchados con cruces, el pajote final progre que desenmascara todo el pastel. El "documental", no está exento de sentimentalismo y de personajes vanidosos que se ponen las medallas antes de merecerlas, ni han descubierto quien era Cristobal Colón, ni este era judío, no podía serlo.