Empezando por el final, el Maestro de Justicia de los esenios es un personaje real.
Pura especulación. Se "piensa que", no se sabe con ninguna certeza. Como siempre, afirmas ex cathedra sin ninguna prueba o argumento. Si no hay certeza para Jesús, mucho menos para este misterioso personaje.
La pregunta a responder sería la inversa a la que tú planteas. ¿Por qué inventarse un personaje y decir que es el Mesías cuando no cumplió las principales profecías mesiánicas?
Vuelves a describir el asunto como "inventarse" un personaje. Que uses inadecuadamente el lenguaje sólo desmerece tu argumento, no desluce el mio porque lo intentes manipular. Los apóstoles no inventan, sino que deducen y descubren un personaje oculto en las escrituras.
Jesús cumple TODAS las profecías mesiánicas determinadas para el Siervo Sufriente. Es falso que no las cumpliese. Todo depende de la Midrash que escojas, pero los salmos que señalan los apóstoles, están todos cumplidos. Dime un salmo que ellos señalen en su midrash, y que no se haya cumplido. La biografía de Marcos se construye sobre los salmos, así que los cumple a rajatabla todos (los que se asignan al Cordero, no los que tú interpretas 2000 años después para David).
Dices que Jesús no es un invento y que aparece en las profecías. Eso es insostenible. Los textos en cuestión hablan de un personaje del futuro. En el momento en el que un grupo de personas dicen que ese personaje ha aparecido, o es real, o es un invento. No hay más alternativas.
Lo veremos en los textos intertestamentarios. ¿Insinuas que esos textos, que hablan de un Inicuo, se refieren a un personaje real? ¿Existió un Hijo de la Iniquidad, de modo que esos textos se basan en alguien real? ¿Es el Príncipe de la Luz de los esenios un personaje real? ¿Es el ángel Gabriel que se le aparece a María un personaje real? ¿Son Moises y Elías reales, viven en el tercer cielo y se aparecieron a Jesús? Todos esos personaje deberían ser históricos según tu teoría, puesto que inventarse un personaje- deducirlo de la midrash alegórica- es inverosimil. Así que el Ángel Gabriel tiene que ser histórico. ¿No es eso? Y si no lo es... ¿Cómo sabes cuál es real y cuál es irreal? ¿Lo que coincide con tu Jesús Mel Gibson es real, y aquello que no, no es real? ¿Ése es el criterio que usas?
Otra cosa, el credo de los cristianos existente a mediados del siglo I no es muy complejo, como dices:
Espero poder analizarlo con cuidado, y usando los textos de las epístolas. Es mucho más que los puntos básicos que has expuesto. Te olvidas de los salmos, cánticos, rezos de evidente antigüedad, que no se componen y se convierten en ritual de la noche a la mañana. Por poner un ejemplo: Entre la redacción del Génesis y la celebración de la vigilia de María de los terapeutas, pasan casi 1000 años como poco. Derivan un ritual de una midrash, es un proceso largo, no algo que se improvise. Los cristianos tenían, no un ritual, sino muchos, todos los que hoy seguimos ejecutando, puesto que nada relevante se ha añadido desde el S. II, salvo el signo de la cruz. No me olvidaré de mencionar las normas regladas de conducta dentro de la Iglesia, que tampoco parece que sean improvisadas. Las cartas demuestran que para el año 50, había numerosas iglesias por todo el imperio... ¿Todas surgidas por haber oído hablar de segunda mano de un rabino loco que se creía el Hijo de Dios? ¿Y todos estos judíos de la Diápora eran orates del ojo ciego y se dejaban embaucar, renunciaban a su monoteísmo para aceptar este planteamiento sin exigir ninguna prueba? En fin...
Señala un solo lugar de las epístolas donde se hable del "testimonio recibido por los apóstoles por el señor en la tierra". Uno solo. Un sólo momento en que diga: "porque cuando Jesús le dijo a Pedro en Cafarnaum:...." o algo similar que pueda enterderse sin ambajes como un encuentro físico real.
Y, sobre las fechas en las que tuvo lugar el invento de Jesús, si tenéis razón los mitistas, te doy una pista. La doctrina cristiana poco favorable al divorcio, coincide con la del fariseo Shammai, que nació hacia el 50 a. C. y murió hacia el 30 d. C.
Gracias por este importante dato. Con este tipo de información en tu mochila, no entiendo como hace rato que no te has pasado de bando.
A este respecto, te confesaré una cosa. Mientras busqué al Jesús histórico, yo fui ateo, pero según entiendo la simbología profunda que encierra el evangelio apostólico, según comprendo que no son fábulas sobre un profeta loco, sino que son alegorías de contenido filosófico, más me siento atraido por el cristianismo. Yo no creo que un ser humano resucite y haga milaros y exorcismos, pero sí que creo que Dios Padre y su Inteligencia son cosas reales -como conceptos filosóficos aprehensibles que son. Y sí que entiendo el simbolismo del Salvador, donde la carne del pecado es crucificada por el sufrimiento, y resucitada por la parte espiritual del hombre -su parte celestial. Los apóstoles ejemplifican y visualizan, en términos alegóricos, un entendimiento jovenlandesal, un Camino ético que no solo es cierto, sino atemporal y eterno. La fuerza de la Iglesia no es la fábula -exitosa como ha sido- sino la comprensión de su teología y de su simbolismo profundo.
Por eso, pienso que muchos cristianos se pierden lo mejor de Jesús, cuando persiguen entre las sombras de la historia, a un Rabino Loco que justifique su falta de fe. Si en lugar de eso, alzaran su rostro al cielo, a la comprensión de los elementos espirituales, se les manifestaría, como a Pablo, un Ser celestial y eterno, tan vivo ahora como hace 2000 años.
Sí que reconozco que este Jesús que describo, es sólo aprehensible por unos pocos escogidos, los intelectualmente superiores, mientras que la fábula emociona a los niños de Dios. Por eso, justifico que la Iglesia, en su momento, y ante la ignorancia generalizada de la población, optara por dejar que los fieles creyesen (falsa pero piadosamente) en las fábulas engañosas de galilea y sus interminables genealogías. Sin ellas, es poco probable que el credo hubiera prosperado en la forma que lo hizo. La mentira, si es usada para un buen fin, está justificada -ya lo dice San Pablo. Pero ante la perspectiva del S. XXI, hay dos caminos: 1) Reducir a Jesús a un rabino desequilibrado del s.I con seguidores fanáticos y alucinados. 2) Descubrir el mensaje oculto y verdadero del cristianismo original, y manifestarlo, por encima de la fábula engañosa, que hoy no tiene el nivel de producción requerido para seguir funcionando como aliciente para la fe, pues nadie cree ya en sus milagros, ni la gente tiene ya esa credulidad infantil necesaria para que les emocionen estas historietas legendarias. Por eso, el esfuerzo de los historicistas solo ayuda, a la postre, a la extensión del ateísmo, y con él, al triunfo del Príncipe de la Tinieblas, del Hombre del Pecado, del Hijo del Inicuo, del Dios de este Mundo - de todos los conceptos que ese ser simboliza (la ira, la avaricia, el materialismo, el hedonismo consumista, la bajeza jovenlandesal, la insolidaridad, la injusticia).