Uritorco
The White Revolution is the only solution.
ÍNDICE:
1. Un judío fue el "inspirador" del Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para Galicia de 1931.
2. El siniestro "galleguista" Portela Valladares y la masonería.
3. La República ****omasónica y la disolución nacional: Taifas y Estatutos.
4. Dos logias encubiertas: la Cova Céltica y la Real Academia Gallega.
5. Las «Irmandades da Fala» y la labor subversivo-cultural masónica.
6. El himno gallego y la masonería.
7. Castelao: masón, antifascista y amigo de la Unión Soviética.
8. Fogar de Jehowa.
9. La perniciosa Institución Libre de Enseñanza en Galicia.
10. Subversión y Revolución. Antolín Faraldo y el nacimiento del «galleguismo».
11. Los patrocinadores ocultos de Rosalía de Castro.
12. "La Voz de Galicia", "A Nosa Terra" y la prensa masónica. (FALTA)
1. Un judío fue el "inspirador" del Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para Galicia de 1931.
El 12 de octubre de 1923, poco después de la llegada del general Primo de Rivera al poder, un grupo de estudiantes universitarios de Santiago liderados por el masón y comunista Lois Tobío Fernández (1906-2003), fundaban el Seminario de Estudios Gallegos (SEG), cuyas verdaderas pretensiones subversivas quedaron enmascaradas en el ámbito de la cultura y la educación (1). El SEG fue, de hecho, una institución que como señaló el historiador Alfonso Mato Domínguez, puede inscribirse en el mismo árbol genealógico que inició en 1876 la perniciosa y criptomasónica Institución Libre de Enseñanza (ILE), cuya labor deletérea contribuyó eficazmente a la ruina de España, pues entre sus promotores y más apasionados integrantes y protagonistas nos tropezaremos siempre con hombres archiconocidos de relevante personalidad sectaria y triangular.
Lois Tobío, resaltado en tonalidad, haciendo el signo masón, mientras posa con los miembros del SEG.
Durante el curso 1925-1926 el SEG se instaló en un salón cedido por la Sociedad Económica de Amigos del País, y a partir de 1931, con la llegada de la República, su protector financiero más importante, al margen del millonario "galleguista" y conocidísimo dirigente masón Portela Valladares (2), y de las Diputaciones, fue el Ministerio de Instrucción Pública (3). Su titular no era otro que el judío y masón Fernando de los Ríos Urruti, sobrino de Francisco Giner de los Ríos, verdadero impulsor de la ILE, sobrino a su vez del dos veces ministro de Gobernación Antonio de los Ríos Rosas, hijo del abogado afrancesado Francisco de los Ríos Zambrano, quien tuvo asiento en la Junta de Bayona que reunió José Bonaparte en 1808.
Como curiosidad, señalar que un personaje muy vinculado al SEG, especialmente por su proximidad al círculo de académicos e intelectuales ligados al galleguismo militante, fue un judío de origen ruso llamado Salvador Rozental Lerner, fallecido en 1993, un médico y dentista que estudió en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela y que ejerció de galeno en Galicia hasta el inicio de la guerra civil. Poco más tarde se trasladaría a Colombia donde desarrollará una vida de activismo político ligado al sionismo.
Siguiendo el camino trazado en 1918 por las Irmandades da Fala, los integrantes del SEG consiguieron redactar el primer Anteproyecto de estatuto de autonomía para Galicia que sería publicado en mayo de 1931 tras la llegada de la Segunda República, y que tendrá como base legal la "independencia" obtenida por varios países después de la Primera Guerra Mundial de acuerdo a lo formulado por la doctrina del presidente norteamericano Thomas W. Wilson sobre el derecho de «autodeterminación» de los pueblos, incluido en sus famosos Catorce Puntos (4).
Dicho Anteproyecto, que comenzaba definiendo a Galicia como un «Estado Libre dentro de la República federal española», había sido redactado casi en «exclusiva» por Carballo Calero y Lois Tobío (5), inspirándose, especialmente este último, en las teorías de autores alemanes como Rudolf Smend y Hermann Heller, profesor judío de derecho público y ciencia política, a quien Tobío consideraba su «maestro», como éste reconoce en sus memorias (6).
Recordemos que Tobío había recibido en 1927 una bolsa de la Junta de Ampliación de Estudios (vinculada a la Institución Libre de Enseñanza), que le permitió continuar su formación en Berlín donde entró en contacto con las ideas de Smend y Heller, viéndose influenciado sobre todo por este último, miembro del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), básicamente dominado por judíos como Ernst Heilmann, Erich Kuttner, Simon Katzenstein, Toni Sender, Paul Levi, Leopold Harris, Hugo Sinzheimer, etc.
Allí fue testigo de las hondas y acaloradas polémicas, debates y controversias políticas y jurídicas que Heller mantuvo con otros profesores de derecho de gran prestigio de su misma procedencia racial, como Max Adler, Erich Kaufmann, Hans J. Morgenthau, Eugen Ehrlich y Hans Kelsen, considerado el jurista más influyente del siglo XX, quien se trasladaría en 1940 a los EE.UU. gracias a la Fundación Rockefeller. En el país de las barras y estrellas trabajó como asesor del gobierno de Washington en torno asuntos jurisdiccionales relacionados con los Juicios de Núremberg. Las teorías kelsenianas desempeñaron «en la formación de los jóvenes profesores de Derecho administrativo en España —García, Labella, etc— una parte decisiva; mientras en Derecho administrativo, ed Kelsen, sin duda —escribía en los años treinta un diario barcelonés—, la más egregia figura de nuestros días» (7).
Tras el ascenso al poder del nacionalsocialismo en abril de 1933, tanto Heller como su mentor Gerhart Niemeyer fueron expulsados y despojados de sus cátedras. Heller se encontraba entonces en Inglaterra, impartiendo conferencias en la muy fabiana London School of Economics y en Oxford a petición del erudito socialista Harold Laski, por lo que opta por establecerse en nuestro país donde la importancia de su obra ya era conocida, pues dos de sus obras ya habían sido traducidas al español por la Colección Labor, entre ellas su conocido estudio sobre el fascismo.
Una situación análoga acaecida con otros juristas y politólogos conocidos también en España a través de diversas traducciones como fue el caso de los igualmente judíos Max Horkheimer, Hugo Sinzheimer, Karl Mannheim y Otto Kirchheimer, también despedidos, pues habían sido las cabezas dirigentes del famoso y nocivo Seminario de Estudios Sociales de Frankfurt, también conocido como Escuela de Frankfurt. Después de la guerra del 45, Rudolf Smend propuso a su antiguo pupilo Otto Kirchheimer, quien trabajó para la inteligencia aliada, como su sucesor en la cátedra de Derecho público en la Universidad de Göttingen.
La llegada de Hermann Heller a Madrid viene precedida de una invitación cursada por el ministro socialista de Instrucción Pública, Fernando ("Salomón") de los Ríos Urruti, catedrático de Derecho Político en la Universidad Central de Madrid, masón de la logia granadina "Alhambra" y ordenado rabino e ilustre representante de la Institución Libre de Enseñanza, quien acogió a Heller —y a su esposa alemana, Gertrud Falke (8)— como profesor invitado en la Universidad Complutense de Madrid, donde fallecería prematuramente debido a su delicada salud en noviembre de ese mismo año mientras daba una clase de doctorado.
La obra magna de Heller, Staatslehre (Teoría del Estado), sería publicada por una editorial holandesa en 1934 con prólogo de su mentor el Dr. Gerhart Niemeyer (1907-1997), profesor de tonalidad izquierdista rosada que acabó convirtiéndose al cristianismo (9). Será en Tossa de Mar, en la Costa Brava, donde Niemeyer realice, después de la fin en Madrid de Heller, la composición final de Staatslehre. Durante su estancia en nuestro país, tendrá la oportunidad de conocer a otros dos importantes hebreos en el ámbito artístico y académico, el pintor Marc Chagall y al jurista Hans J. Morgenthau, quien desempeñó su labor docente en el Instituto de Estudios Internacionales y Económicos durante los años 1935-1936, en plena Segunda República, tras ocupar el lugar que dejaba libre otro judío, Leo Gross, justamente un discípulo de Kelsen.
Tobío por su parte, haría una traducción en 1942 al español de la obra de Heller Teoría del Estado, publicada en México por el Fondo de Cultura Económica, de la que se efectuarían numerosas reimpresiones. El 06/11/1980, en una nota aparecida en el diario madrileño "EL PAIS" en memoria de Heller con motivo del cincuentenario de su fin, se aludía a la influencia que su Teoría —«excelentemente traducida», señalaba el articulista― había ejercido en el ámbito universitario hispánico, especialmente en España, México y Argentina. Durante su exilio, Tobío tradujo la obra del escritor antinazi Thomas Mann, Oíd, alemanes: discurso radiofónico contra Hitler (Buenos Aires, 1945).
En 1933 Tobío entró en el cuerpo diplomático optando por un puesto en el viceconsulado de Jerusalén, que finalmente cambió por otro en la legación de Sofía (Bulgaria), permitiéndole, al margen de otros menesteres más prosaicos, entrar en contacto con la influyente colonia hispano-sefardí con la que mantuvo una intensa relación, especialmente con el vicecónsul honorario, David Haimof, y con el canciller de la legación, Josef Davidof. Al estallar la guerra civil Tobío se incorporó al gabinete del ministro de Estado, el siniestro masón Julio Alvarez del Vayo, militante secreto del comunismo cuya esposa era judía.
En la diáspora republicana, Tobío ideó la creación del Consello de Galiza, el "gobierno autonómico" en el exilio, fundado en 1944, del que está considerado el principal ideólogo y promotor. Fue también uno de los principales accionistas del Banco de Galicia, creado en Uruguay. Su padre, Luis Tobío Campos, emparentado con Rosalía de Castro (cuyo esposo era masón), era un maestro relacionado con la Institución Libre de Enseñanza y miembro correspondiente de la Real Academia Gallega. Los vínculos masónicos de Lois Tobío están inconfundiblemente establecidos y acreditados a través de documentación gráfica que prueban dicha relación, aunque él lo niegue en sus memorias, acusación que también llegó a rodear a su mujer.
F. F. Maseda escribe que «si Galicia cuenta hoy con unas instituciones autonómicas, se debe en parte a la desconocida labor de Lois Tobío» (10).
Tras el término de la II Guerra Mundial se produce en la teoría y doctrina jurídico-política de la España franquista una profunda renovación de sus cimientos doctrinales, la cual adoptará una corriente más acorde con la nueva situación política-internacional que se avecina. Curiosamente, en este proceso de tras*formación ejercerá una notable influencia una figura tan semítica y de talante tan progresista como la de Hermann Heller, como reconoce el profesor Aurelio González Prieto (11).
La estancia de Heller en España habría de dejar huella en gran número de los hombres que integrarán la "intelligentzia" política franquista, como Eustaquio Galán, Carlos Ollero, Enrique Gómez Arboleya, Manuel García Pelayo o Truyol y Serra. Como escribe González Prieto, "la doctrina franquista se servirá de Heller para dar un cierto aire democrático a su apasionada lucha contra el positivismo jurídico, proporcionándole también la base teórica para comprender el Estado como un puro fenómeno social". Recordemos que para Heller "no hay Estado en la Edad Antigua", se trata simplemente de un ente contemporaneo.
---------
(1) La primera mujer en ingresar en el SEG fue una joven estudiante de 17 años llamada Carmiña Sierra Domínguez, futura militante de PCE. Su marido, el catedrático Carlos Díaz Rodríguez, compañero inseparable de militancia política, perteneció a la masonería desde 1930, concretamente en la logia "Mare Nostrun" n° 11 de Madrid, con el nombre simbólico de "Ariel", donde había sido iniciado por el profesor Vicente Sos Baynat (Aurora Marco, 2023: 63).
(2) Lois Tobío, As décadas de T.L., Ediciós do Castro, 1994, pp. 129 y 179.
(3) Xosé Francisco Pardo Teijeiro, Bibiano Fernández Osorio-Tafall. Un científico e político galego no exilio, Edicións A Nosa Terra, 2010, p. 100.
(4) Dicho «derecho» no tenía otra finalidad que la de deshacer los imperios centrales derrotados en el conflicto. Wilson sería también uno de los artífices de la Sociedad de Naciones. En 1919 fue galardonado con el Nobel de la Paz. Además de masón, Wilson tuvo como «mano derecha» y consejero a lo largo de toda su vida al judío Edward Mandell House (originariamente «Huis»), alias «coronel» House, masón como su pupilo y principal artífice e impulsor del Council on Foreign Relations (CFR) o Consejo de Relaciones Exteriores, organismo mundialista que hunde sus raíces y su doctrina en el socialismo fabiano (contemporización, gradualismo, planificación, filantropismo, coexistencia, etc), al que pertenecían los principales responsables de la política financiera de los Estados Unidos y los padres del Federal Reserve System, es decir, los Warburg, Baruch, Rockefeller, Kissinger y compañía.
(5) Prudencio Viveiro Mogo, O Estatuto Galego durante a II República, Ediciós do Castro, 2007, p. 54.
(6) Lois Tobío, As décadas de T.L., Ediciós do Castro, 1994. Era pariente de Rosalía de Castro, puesto que era bisnieto de María Josefa Martínez Viojo, hermana del padre de Rosalía. Tanto Luis Tobío Campos como su hijo Lois (su familia materna pertenecía a los Pardo Vaamonde) fueron integrantes de la Irmandade da Fala de Santiago.
(7) "La Vanguardia", 20 de abril de 1933, pág. 6.
(8) Heller había estado casado anteriormente con Elisabeth Langgässer, judía, una de cuyas hijas se trasaladó en 1974 a Israel, donde ejerció como periodista.
(9) Al comenzar la guerra civil, Niemeyer emigró a los EE.UU. donde desarrolló su faceta educativa en universidades de prestigio como Yale, Princeton, Columbia, Notre Dame, etc. También trabajaría como analista para el Council on Foreign Relations (CFR) entre 1953-1955 y como asesor de política exterior para el candidato presidencial Barry Goldwater.
(10) F. F. Maseda, Lois Tobío. O galeguista esquecido, Lóstrego, 2011, p. 13.
(11) «La recepción de Heller en España durante el franquismo», Aurelio González Prieto, "Revista de Estudios Políticos" (Nueva Época), núm. 120, Abril-Junio 2003, págs. 173-193.
1. Un judío fue el "inspirador" del Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para Galicia de 1931.
2. El siniestro "galleguista" Portela Valladares y la masonería.
3. La República ****omasónica y la disolución nacional: Taifas y Estatutos.
4. Dos logias encubiertas: la Cova Céltica y la Real Academia Gallega.
5. Las «Irmandades da Fala» y la labor subversivo-cultural masónica.
6. El himno gallego y la masonería.
7. Castelao: masón, antifascista y amigo de la Unión Soviética.
8. Fogar de Jehowa.
9. La perniciosa Institución Libre de Enseñanza en Galicia.
10. Subversión y Revolución. Antolín Faraldo y el nacimiento del «galleguismo».
11. Los patrocinadores ocultos de Rosalía de Castro.
12. "La Voz de Galicia", "A Nosa Terra" y la prensa masónica. (FALTA)
1. Un judío fue el "inspirador" del Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para Galicia de 1931.
El 12 de octubre de 1923, poco después de la llegada del general Primo de Rivera al poder, un grupo de estudiantes universitarios de Santiago liderados por el masón y comunista Lois Tobío Fernández (1906-2003), fundaban el Seminario de Estudios Gallegos (SEG), cuyas verdaderas pretensiones subversivas quedaron enmascaradas en el ámbito de la cultura y la educación (1). El SEG fue, de hecho, una institución que como señaló el historiador Alfonso Mato Domínguez, puede inscribirse en el mismo árbol genealógico que inició en 1876 la perniciosa y criptomasónica Institución Libre de Enseñanza (ILE), cuya labor deletérea contribuyó eficazmente a la ruina de España, pues entre sus promotores y más apasionados integrantes y protagonistas nos tropezaremos siempre con hombres archiconocidos de relevante personalidad sectaria y triangular.
Lois Tobío, resaltado en tonalidad, haciendo el signo masón, mientras posa con los miembros del SEG.
Durante el curso 1925-1926 el SEG se instaló en un salón cedido por la Sociedad Económica de Amigos del País, y a partir de 1931, con la llegada de la República, su protector financiero más importante, al margen del millonario "galleguista" y conocidísimo dirigente masón Portela Valladares (2), y de las Diputaciones, fue el Ministerio de Instrucción Pública (3). Su titular no era otro que el judío y masón Fernando de los Ríos Urruti, sobrino de Francisco Giner de los Ríos, verdadero impulsor de la ILE, sobrino a su vez del dos veces ministro de Gobernación Antonio de los Ríos Rosas, hijo del abogado afrancesado Francisco de los Ríos Zambrano, quien tuvo asiento en la Junta de Bayona que reunió José Bonaparte en 1808.
Como curiosidad, señalar que un personaje muy vinculado al SEG, especialmente por su proximidad al círculo de académicos e intelectuales ligados al galleguismo militante, fue un judío de origen ruso llamado Salvador Rozental Lerner, fallecido en 1993, un médico y dentista que estudió en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela y que ejerció de galeno en Galicia hasta el inicio de la guerra civil. Poco más tarde se trasladaría a Colombia donde desarrollará una vida de activismo político ligado al sionismo.
Siguiendo el camino trazado en 1918 por las Irmandades da Fala, los integrantes del SEG consiguieron redactar el primer Anteproyecto de estatuto de autonomía para Galicia que sería publicado en mayo de 1931 tras la llegada de la Segunda República, y que tendrá como base legal la "independencia" obtenida por varios países después de la Primera Guerra Mundial de acuerdo a lo formulado por la doctrina del presidente norteamericano Thomas W. Wilson sobre el derecho de «autodeterminación» de los pueblos, incluido en sus famosos Catorce Puntos (4).
Dicho Anteproyecto, que comenzaba definiendo a Galicia como un «Estado Libre dentro de la República federal española», había sido redactado casi en «exclusiva» por Carballo Calero y Lois Tobío (5), inspirándose, especialmente este último, en las teorías de autores alemanes como Rudolf Smend y Hermann Heller, profesor judío de derecho público y ciencia política, a quien Tobío consideraba su «maestro», como éste reconoce en sus memorias (6).
Recordemos que Tobío había recibido en 1927 una bolsa de la Junta de Ampliación de Estudios (vinculada a la Institución Libre de Enseñanza), que le permitió continuar su formación en Berlín donde entró en contacto con las ideas de Smend y Heller, viéndose influenciado sobre todo por este último, miembro del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), básicamente dominado por judíos como Ernst Heilmann, Erich Kuttner, Simon Katzenstein, Toni Sender, Paul Levi, Leopold Harris, Hugo Sinzheimer, etc.
Allí fue testigo de las hondas y acaloradas polémicas, debates y controversias políticas y jurídicas que Heller mantuvo con otros profesores de derecho de gran prestigio de su misma procedencia racial, como Max Adler, Erich Kaufmann, Hans J. Morgenthau, Eugen Ehrlich y Hans Kelsen, considerado el jurista más influyente del siglo XX, quien se trasladaría en 1940 a los EE.UU. gracias a la Fundación Rockefeller. En el país de las barras y estrellas trabajó como asesor del gobierno de Washington en torno asuntos jurisdiccionales relacionados con los Juicios de Núremberg. Las teorías kelsenianas desempeñaron «en la formación de los jóvenes profesores de Derecho administrativo en España —García, Labella, etc— una parte decisiva; mientras en Derecho administrativo, ed Kelsen, sin duda —escribía en los años treinta un diario barcelonés—, la más egregia figura de nuestros días» (7).
Tras el ascenso al poder del nacionalsocialismo en abril de 1933, tanto Heller como su mentor Gerhart Niemeyer fueron expulsados y despojados de sus cátedras. Heller se encontraba entonces en Inglaterra, impartiendo conferencias en la muy fabiana London School of Economics y en Oxford a petición del erudito socialista Harold Laski, por lo que opta por establecerse en nuestro país donde la importancia de su obra ya era conocida, pues dos de sus obras ya habían sido traducidas al español por la Colección Labor, entre ellas su conocido estudio sobre el fascismo.
Una situación análoga acaecida con otros juristas y politólogos conocidos también en España a través de diversas traducciones como fue el caso de los igualmente judíos Max Horkheimer, Hugo Sinzheimer, Karl Mannheim y Otto Kirchheimer, también despedidos, pues habían sido las cabezas dirigentes del famoso y nocivo Seminario de Estudios Sociales de Frankfurt, también conocido como Escuela de Frankfurt. Después de la guerra del 45, Rudolf Smend propuso a su antiguo pupilo Otto Kirchheimer, quien trabajó para la inteligencia aliada, como su sucesor en la cátedra de Derecho público en la Universidad de Göttingen.
La llegada de Hermann Heller a Madrid viene precedida de una invitación cursada por el ministro socialista de Instrucción Pública, Fernando ("Salomón") de los Ríos Urruti, catedrático de Derecho Político en la Universidad Central de Madrid, masón de la logia granadina "Alhambra" y ordenado rabino e ilustre representante de la Institución Libre de Enseñanza, quien acogió a Heller —y a su esposa alemana, Gertrud Falke (8)— como profesor invitado en la Universidad Complutense de Madrid, donde fallecería prematuramente debido a su delicada salud en noviembre de ese mismo año mientras daba una clase de doctorado.
La obra magna de Heller, Staatslehre (Teoría del Estado), sería publicada por una editorial holandesa en 1934 con prólogo de su mentor el Dr. Gerhart Niemeyer (1907-1997), profesor de tonalidad izquierdista rosada que acabó convirtiéndose al cristianismo (9). Será en Tossa de Mar, en la Costa Brava, donde Niemeyer realice, después de la fin en Madrid de Heller, la composición final de Staatslehre. Durante su estancia en nuestro país, tendrá la oportunidad de conocer a otros dos importantes hebreos en el ámbito artístico y académico, el pintor Marc Chagall y al jurista Hans J. Morgenthau, quien desempeñó su labor docente en el Instituto de Estudios Internacionales y Económicos durante los años 1935-1936, en plena Segunda República, tras ocupar el lugar que dejaba libre otro judío, Leo Gross, justamente un discípulo de Kelsen.
Tobío por su parte, haría una traducción en 1942 al español de la obra de Heller Teoría del Estado, publicada en México por el Fondo de Cultura Económica, de la que se efectuarían numerosas reimpresiones. El 06/11/1980, en una nota aparecida en el diario madrileño "EL PAIS" en memoria de Heller con motivo del cincuentenario de su fin, se aludía a la influencia que su Teoría —«excelentemente traducida», señalaba el articulista― había ejercido en el ámbito universitario hispánico, especialmente en España, México y Argentina. Durante su exilio, Tobío tradujo la obra del escritor antinazi Thomas Mann, Oíd, alemanes: discurso radiofónico contra Hitler (Buenos Aires, 1945).
En 1933 Tobío entró en el cuerpo diplomático optando por un puesto en el viceconsulado de Jerusalén, que finalmente cambió por otro en la legación de Sofía (Bulgaria), permitiéndole, al margen de otros menesteres más prosaicos, entrar en contacto con la influyente colonia hispano-sefardí con la que mantuvo una intensa relación, especialmente con el vicecónsul honorario, David Haimof, y con el canciller de la legación, Josef Davidof. Al estallar la guerra civil Tobío se incorporó al gabinete del ministro de Estado, el siniestro masón Julio Alvarez del Vayo, militante secreto del comunismo cuya esposa era judía.
En la diáspora republicana, Tobío ideó la creación del Consello de Galiza, el "gobierno autonómico" en el exilio, fundado en 1944, del que está considerado el principal ideólogo y promotor. Fue también uno de los principales accionistas del Banco de Galicia, creado en Uruguay. Su padre, Luis Tobío Campos, emparentado con Rosalía de Castro (cuyo esposo era masón), era un maestro relacionado con la Institución Libre de Enseñanza y miembro correspondiente de la Real Academia Gallega. Los vínculos masónicos de Lois Tobío están inconfundiblemente establecidos y acreditados a través de documentación gráfica que prueban dicha relación, aunque él lo niegue en sus memorias, acusación que también llegó a rodear a su mujer.
F. F. Maseda escribe que «si Galicia cuenta hoy con unas instituciones autonómicas, se debe en parte a la desconocida labor de Lois Tobío» (10).
Tras el término de la II Guerra Mundial se produce en la teoría y doctrina jurídico-política de la España franquista una profunda renovación de sus cimientos doctrinales, la cual adoptará una corriente más acorde con la nueva situación política-internacional que se avecina. Curiosamente, en este proceso de tras*formación ejercerá una notable influencia una figura tan semítica y de talante tan progresista como la de Hermann Heller, como reconoce el profesor Aurelio González Prieto (11).
La estancia de Heller en España habría de dejar huella en gran número de los hombres que integrarán la "intelligentzia" política franquista, como Eustaquio Galán, Carlos Ollero, Enrique Gómez Arboleya, Manuel García Pelayo o Truyol y Serra. Como escribe González Prieto, "la doctrina franquista se servirá de Heller para dar un cierto aire democrático a su apasionada lucha contra el positivismo jurídico, proporcionándole también la base teórica para comprender el Estado como un puro fenómeno social". Recordemos que para Heller "no hay Estado en la Edad Antigua", se trata simplemente de un ente contemporaneo.
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(1) La primera mujer en ingresar en el SEG fue una joven estudiante de 17 años llamada Carmiña Sierra Domínguez, futura militante de PCE. Su marido, el catedrático Carlos Díaz Rodríguez, compañero inseparable de militancia política, perteneció a la masonería desde 1930, concretamente en la logia "Mare Nostrun" n° 11 de Madrid, con el nombre simbólico de "Ariel", donde había sido iniciado por el profesor Vicente Sos Baynat (Aurora Marco, 2023: 63).
(2) Lois Tobío, As décadas de T.L., Ediciós do Castro, 1994, pp. 129 y 179.
(3) Xosé Francisco Pardo Teijeiro, Bibiano Fernández Osorio-Tafall. Un científico e político galego no exilio, Edicións A Nosa Terra, 2010, p. 100.
(4) Dicho «derecho» no tenía otra finalidad que la de deshacer los imperios centrales derrotados en el conflicto. Wilson sería también uno de los artífices de la Sociedad de Naciones. En 1919 fue galardonado con el Nobel de la Paz. Además de masón, Wilson tuvo como «mano derecha» y consejero a lo largo de toda su vida al judío Edward Mandell House (originariamente «Huis»), alias «coronel» House, masón como su pupilo y principal artífice e impulsor del Council on Foreign Relations (CFR) o Consejo de Relaciones Exteriores, organismo mundialista que hunde sus raíces y su doctrina en el socialismo fabiano (contemporización, gradualismo, planificación, filantropismo, coexistencia, etc), al que pertenecían los principales responsables de la política financiera de los Estados Unidos y los padres del Federal Reserve System, es decir, los Warburg, Baruch, Rockefeller, Kissinger y compañía.
(5) Prudencio Viveiro Mogo, O Estatuto Galego durante a II República, Ediciós do Castro, 2007, p. 54.
(6) Lois Tobío, As décadas de T.L., Ediciós do Castro, 1994. Era pariente de Rosalía de Castro, puesto que era bisnieto de María Josefa Martínez Viojo, hermana del padre de Rosalía. Tanto Luis Tobío Campos como su hijo Lois (su familia materna pertenecía a los Pardo Vaamonde) fueron integrantes de la Irmandade da Fala de Santiago.
(7) "La Vanguardia", 20 de abril de 1933, pág. 6.
(8) Heller había estado casado anteriormente con Elisabeth Langgässer, judía, una de cuyas hijas se trasaladó en 1974 a Israel, donde ejerció como periodista.
(9) Al comenzar la guerra civil, Niemeyer emigró a los EE.UU. donde desarrolló su faceta educativa en universidades de prestigio como Yale, Princeton, Columbia, Notre Dame, etc. También trabajaría como analista para el Council on Foreign Relations (CFR) entre 1953-1955 y como asesor de política exterior para el candidato presidencial Barry Goldwater.
(10) F. F. Maseda, Lois Tobío. O galeguista esquecido, Lóstrego, 2011, p. 13.
(11) «La recepción de Heller en España durante el franquismo», Aurelio González Prieto, "Revista de Estudios Políticos" (Nueva Época), núm. 120, Abril-Junio 2003, págs. 173-193.
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