Hilo oficial: desmontando la patraña del "galleguismo".

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The White Revolution is the only solution.
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ÍNDICE:

1. Un judío fue el "inspirador" del Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para Galicia de 1931.
2. El siniestro "galleguista" Portela Valladares y la masonería.
3. La República ****omasónica y la disolución nacional: Taifas y Estatutos.
4. Dos logias encubiertas: la Cova Céltica y la Real Academia Gallega.
5. Las «Irmandades da Fala» y la labor subversivo-cultural masónica.
6. El himno gallego y la masonería.
7. Castelao: masón, antifascista y amigo de la Unión Soviética.
8. Fogar de Jehowa.
9. La perniciosa Institución Libre de Enseñanza en Galicia.
10.
Subversión y Revolución. Antolín Faraldo y el nacimiento del «galleguismo».
11. Los patrocinadores ocultos de Rosalía de Castro.
12. "La Voz de Galicia", "A Nosa Terra" y la prensa masónica. (FALTA)




1. Un judío fue el "inspirador" del Anteproyecto de Estatuto de Autonomía para Galicia de 1931.


El 12 de octubre de 1923, poco después de la llegada del general Primo de Rivera al poder, un grupo de estudiantes universitarios de Santiago liderados por el masón y comunista Lois Tobío Fernández (1906-2003), fundaban el Seminario de Estudios Gallegos (SEG), cuyas verdaderas pretensiones subversivas quedaron enmascaradas en el ámbito de la cultura y la educación (1). El SEG fue, de hecho, una institución que como señaló el historiador Alfonso Mato Domínguez, puede inscribirse en el mismo árbol genealógico que inició en 1876 la perniciosa y criptomasónica Institución Libre de Enseñanza (ILE), cuya labor deletérea contribuyó eficazmente a la ruina de España, pues entre sus promotores y más apasionados integrantes y protagonistas nos tropezaremos siempre con hombres archiconocidos de relevante personalidad sectaria y triangular.

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Lois Tobío, resaltado en tonalidad, haciendo el signo masón, mientras posa con los miembros del SEG.

Durante el curso 1925-1926 el SEG se instaló en un salón cedido por la Sociedad Económica de Amigos del País, y a partir de 1931, con la llegada de la República, su protector financiero más importante, al margen del millonario "galleguista" y conocidísimo dirigente masón Portela Valladares (2), y de las Diputaciones, fue el Ministerio de Instrucción Pública (3). Su titular no era otro que el judío y masón Fernando de los Ríos Urruti, sobrino de Francisco Giner de los Ríos, verdadero impulsor de la ILE, sobrino a su vez del dos veces ministro de Gobernación Antonio de los Ríos Rosas, hijo del abogado afrancesado Francisco de los Ríos Zambrano, quien tuvo asiento en la Junta de Bayona que reunió José Bonaparte en 1808.

Como curiosidad, señalar que un personaje muy vinculado al SEG, especialmente por su proximidad al círculo de académicos e intelectuales ligados al galleguismo militante, fue un judío de origen ruso llamado Salvador Rozental Lerner, fallecido en 1993, un médico y dentista que estudió en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela y que ejerció de galeno en Galicia hasta el inicio de la guerra civil. Poco más tarde se trasladaría a Colombia donde desarrollará una vida de activismo político ligado al sionismo.

Siguiendo el camino trazado en 1918 por las Irmandades da Fala, los integrantes del SEG consiguieron redactar el primer Anteproyecto de estatuto de autonomía para Galicia que sería publicado en mayo de 1931 tras la llegada de la Segunda República, y que tendrá como base legal la "independencia" obtenida por varios países después de la Primera Guerra Mundial de acuerdo a lo formulado por la doctrina del presidente norteamericano Thomas W. Wilson sobre el derecho de «autodeterminación» de los pueblos, incluido en sus famosos Catorce Puntos (4).

Dicho Anteproyecto, que comenzaba definiendo a Galicia como un «Estado Libre dentro de la República federal española», había sido redactado casi en «exclusiva» por Carballo Calero y Lois Tobío (5), inspirándose, especialmente este último, en las teorías de autores alemanes como Rudolf Smend y Hermann Heller, profesor judío de derecho público y ciencia política, a quien Tobío consideraba su «maestro», como éste reconoce en sus memorias (6).

Recordemos que Tobío había recibido en 1927 una bolsa de la Junta de Ampliación de Estudios (vinculada a la Institución Libre de Enseñanza), que le permitió continuar su formación en Berlín donde entró en contacto con las ideas de Smend y Heller, viéndose influenciado sobre todo por este último, miembro del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), básicamente dominado por judíos como Ernst Heilmann, Erich Kuttner, Simon Katzenstein, Toni Sender, Paul Levi, Leopold Harris, Hugo Sinzheimer, etc.

Allí fue testigo de las hondas y acaloradas polémicas, debates y controversias políticas y jurídicas que Heller mantuvo con otros profesores de derecho de gran prestigio de su misma procedencia racial, como Max Adler, Erich Kaufmann, Hans J. Morgenthau, Eugen Ehrlich y Hans Kelsen, considerado el jurista más influyente del siglo XX, quien se trasladaría en 1940 a los EE.UU. gracias a la Fundación Rockefeller. En el país de las barras y estrellas trabajó como asesor del gobierno de Washington en torno asuntos jurisdiccionales relacionados con los Juicios de Núremberg. Las teorías kelsenianas desempeñaron «en la formación de los jóvenes profesores de Derecho administrativo en España —García, Labella, etc— una parte decisiva; mientras en Derecho administrativo, ed Kelsen, sin duda —escribía en los años treinta un diario barcelonés—, la más egregia figura de nuestros días» (7).

Tras el ascenso al poder del nacionalsocialismo en abril de 1933, tanto Heller como su mentor Gerhart Niemeyer fueron expulsados y despojados de sus cátedras. Heller se encontraba entonces en Inglaterra, impartiendo conferencias en la muy fabiana London School of Economics y en Oxford a petición del erudito socialista Harold Laski, por lo que opta por establecerse en nuestro país donde la importancia de su obra ya era conocida, pues dos de sus obras ya habían sido traducidas al español por la Colección Labor, entre ellas su conocido estudio sobre el fascismo.

Una situación análoga acaecida con otros juristas y politólogos conocidos también en España a través de diversas traducciones como fue el caso de los igualmente judíos Max Horkheimer, Hugo Sinzheimer, Karl Mannheim y Otto Kirchheimer, también despedidos, pues habían sido las cabezas dirigentes del famoso y nocivo Seminario de Estudios Sociales de Frankfurt, también conocido como Escuela de Frankfurt. Después de la guerra del 45, Rudolf Smend propuso a su antiguo pupilo Otto Kirchheimer, quien trabajó para la inteligencia aliada, como su sucesor en la cátedra de Derecho público en la Universidad de Göttingen.

La llegada de Hermann Heller a Madrid viene precedida de una invitación cursada por el ministro socialista de Instrucción Pública, Fernando ("Salomón") de los Ríos Urruti, catedrático de Derecho Político en la Universidad Central de Madrid, masón de la logia granadina "Alhambra" y ordenado rabino e ilustre representante de la Institución Libre de Enseñanza, quien acogió a Heller —y a su esposa alemana, Gertrud Falke (8)— como profesor invitado en la Universidad Complutense de Madrid, donde fallecería prematuramente debido a su delicada salud en noviembre de ese mismo año mientras daba una clase de doctorado.

La obra magna de Heller, Staatslehre (Teoría del Estado), sería publicada por una editorial holandesa en 1934 con prólogo de su mentor el Dr. Gerhart Niemeyer (1907-1997), profesor de tonalidad izquierdista rosada que acabó convirtiéndose al cristianismo (9). Será en Tossa de Mar, en la Costa Brava, donde Niemeyer realice, después de la fin en Madrid de Heller, la composición final de Staatslehre. Durante su estancia en nuestro país, tendrá la oportunidad de conocer a otros dos importantes hebreos en el ámbito artístico y académico, el pintor Marc Chagall y al jurista Hans J. Morgenthau, quien desempeñó su labor docente en el Instituto de Estudios Internacionales y Económicos durante los años 1935-1936, en plena Segunda República, tras ocupar el lugar que dejaba libre otro judío, Leo Gross, justamente un discípulo de Kelsen.

Tobío por su parte, haría una traducción en 1942 al español de la obra de Heller Teoría del Estado, publicada en México por el Fondo de Cultura Económica, de la que se efectuarían numerosas reimpresiones. El 06/11/1980, en una nota aparecida en el diario madrileño "EL PAIS" en memoria de Heller con motivo del cincuentenario de su fin, se aludía a la influencia que su Teoría —«excelentemente traducida», señalaba el articulista― había ejercido en el ámbito universitario hispánico, especialmente en España, México y Argentina. Durante su exilio, Tobío tradujo la obra del escritor antinazi Thomas Mann, Oíd, alemanes: discurso radiofónico contra Hitler (Buenos Aires, 1945).

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En 1933 Tobío entró en el cuerpo diplomático optando por un puesto en el viceconsulado de Jerusalén, que finalmente cambió por otro en la legación de Sofía (Bulgaria), permitiéndole, al margen de otros menesteres más prosaicos, entrar en contacto con la influyente colonia hispano-sefardí con la que mantuvo una intensa relación, especialmente con el vicecónsul honorario, David Haimof, y con el canciller de la legación, Josef Davidof. Al estallar la guerra civil Tobío se incorporó al gabinete del ministro de Estado, el siniestro masón Julio Alvarez del Vayo, militante secreto del comunismo cuya esposa era judía.

En la diáspora republicana, Tobío ideó la creación del Consello de Galiza, el "gobierno autonómico" en el exilio, fundado en 1944, del que está considerado el principal ideólogo y promotor. Fue también uno de los principales accionistas del Banco de Galicia, creado en Uruguay. Su padre, Luis Tobío Campos, emparentado con Rosalía de Castro (cuyo esposo era masón), era un maestro relacionado con la Institución Libre de Enseñanza y miembro correspondiente de la Real Academia Gallega. Los vínculos masónicos de Lois Tobío están inconfundiblemente establecidos y acreditados a través de documentación gráfica que prueban dicha relación, aunque él lo niegue en sus memorias, acusación que también llegó a rodear a su mujer.

F. F. Maseda escribe que «si Galicia cuenta hoy con unas instituciones autonómicas, se debe en parte a la desconocida labor de Lois Tobío» (10).

Tras el término de la II Guerra Mundial se produce en la teoría y doctrina jurídico-política de la España franquista una profunda renovación de sus cimientos doctrinales, la cual adoptará una corriente más acorde con la nueva situación política-internacional que se avecina. Curiosamente, en este proceso de tras*formación ejercerá una notable influencia una figura tan semítica y de talante tan progresista como la de Hermann Heller, como reconoce el profesor Aurelio González Prieto (11).

La estancia de Heller en España habría de dejar huella en gran número de los hombres que integrarán la "intelligentzia" política franquista, como Eustaquio Galán, Carlos Ollero, Enrique Gómez Arboleya, Manuel García Pelayo o Truyol y Serra. Como escribe González Prieto, "la doctrina franquista se servirá de Heller para dar un cierto aire democrático a su apasionada lucha contra el positivismo jurídico, proporcionándole también la base teórica para comprender el Estado como un puro fenómeno social". Recordemos que para Heller "no hay Estado en la Edad Antigua", se trata simplemente de un ente contemporaneo.

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(1) La primera mujer en ingresar en el SEG fue una joven estudiante de 17 años llamada Carmiña Sierra Domínguez, futura militante de PCE. Su marido, el catedrático Carlos Díaz Rodríguez, compañero inseparable de militancia política, perteneció a la masonería desde 1930, concretamente en la logia "Mare Nostrun" n° 11 de Madrid, con el nombre simbólico de "Ariel", donde había sido iniciado por el profesor Vicente Sos Baynat (Aurora Marco, 2023: 63).
(2) Lois Tobío, As décadas de T.L., Ediciós do Castro, 1994, pp. 129 y 179.
(3) Xosé Francisco Pardo Teijeiro, Bibiano Fernández Osorio-Tafall. Un científico e político galego no exilio, Edicións A Nosa Terra, 2010, p. 100.
(4) Dicho «derecho» no tenía otra finalidad que la de deshacer los imperios centrales derrotados en el conflicto. Wilson sería también uno de los artífices de la Sociedad de Naciones. En 1919 fue galardonado con el Nobel de la Paz. Además de masón, Wilson tuvo como «mano derecha» y consejero a lo largo de toda su vida al judío Edward Mandell House (originariamente «Huis»), alias «coronel» House, masón como su pupilo y principal artífice e impulsor del Council on Foreign Relations (CFR) o Consejo de Relaciones Exteriores, organismo mundialista que hunde sus raíces y su doctrina en el socialismo fabiano (contemporización, gradualismo, planificación, filantropismo, coexistencia, etc), al que pertenecían los principales responsables de la política financiera de los Estados Unidos y los padres del Federal Reserve System, es decir, los Warburg, Baruch, Rockefeller, Kissinger y compañía.
(5) Prudencio Viveiro Mogo, O Estatuto Galego durante a II República, Ediciós do Castro, 2007, p. 54.
(6) Lois Tobío, As décadas de T.L., Ediciós do Castro, 1994. Era pariente de Rosalía de Castro, puesto que era bisnieto de María Josefa Martínez Viojo, hermana del padre de Rosalía. Tanto Luis Tobío Campos como su hijo Lois (su familia materna pertenecía a los Pardo Vaamonde) fueron integrantes de la Irmandade da Fala de Santiago.
(7) "La Vanguardia", 20 de abril de 1933, pág. 6.
(8) Heller había estado casado anteriormente con Elisabeth Langgässer, judía, una de cuyas hijas se trasaladó en 1974 a Israel, donde ejerció como periodista.
(9) Al comenzar la guerra civil, Niemeyer emigró a los EE.UU. donde desarrolló su faceta educativa en universidades de prestigio como Yale, Princeton, Columbia, Notre Dame, etc. También trabajaría como analista para el Council on Foreign Relations (CFR) entre 1953-1955 y como asesor de política exterior para el candidato presidencial Barry Goldwater.
(10) F. F. Maseda, Lois Tobío. O galeguista esquecido, Lóstrego, 2011, p. 13.
(11) «La recepción de Heller en España durante el franquismo», Aurelio González Prieto, "Revista de Estudios Políticos" (Nueva Época), núm. 120, Abril-Junio 2003, págs. 173-193.
 
Última edición:
Que el pueblo escogido es mas inteligente y despierto de media que los perros gentiles no es ninguna novedad.
 
Buen aporte, como siempre.

Con todas las pruebas que hay acerca de la subversión y sabotaje a las naciones por parte de los judíos, no me puedo creer que todavía haya gente que los defienda con uñas y dientes.
 
Buen aporte, como siempre.

Con todas las pruebas que hay acerca de la subversión y sabotaje a las naciones por parte de los judíos, no me puedo creer que todavía haya gente que los defienda con uñas y dientes.
Gracias. Aprovecho de paso para reflotar el hilo. Cuando al borregomatrix le pones las pruebas encima de la mesa no tienen mucho que decir. El problema es su sectarismo y fanatismo fruto de décadas de adoctrinamiento. La sociedad europea debería en un futuro pasar por un proceso de "desjudaización".
 
En febrero de 2021 una publicación venezolana "El Nacional" se da a conocer el artículo «Hermann Heller, Hans Kelsen y Carl Schmitt».

El autor señala que la discusión sobre la norma jurídica, la interpretación constitucional y la noción de democracia encuentra material relevante en los aportes de Herman Heller, Hans Kelsen (foto) y Carl Schmitt, los dos primeros judíos. A partir de estos pensadores surgen distintas maneras de interpretar la Constitución y entender la teoría del Estado.

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Hermann Heller es quien propone el Estado Social de Derecho como única fórmula fructífera para la constitución de la unidad política en libertad bajo las condiciones de una economía capitalista y un régimen democrático. ¡¡Verdaderamente original!!

Como he dicho en el texto inicial que abre el hilo, Heller fue autor de la conocida obra "Teoría del Estado", que tradujo al español en 1942 el comunista Lois Tobío, "discípulo" de Heller, cuya génesis retrato en el artículo. Como ha escrito Francisco Fidel Maseda Maseda «si Galicia cuenta hoy con unas instituciones autonómicas, se debe en parte a la desconocida labor de Lois Tobío».
 
Por ejemplo, el héroe de los partidarios de la UÑA, GRANDE Y LIBRE, que también lo era:

Francisco Franco, judío

"Franco fue un instrumento voluntario de afinidad sanguínea al servicio de su raza, ya en la verticalidad triunfal hacia el imperio mesiánico cuya capital será la arcaica Imperial Toledo, aunque el imperio, como otrora lo fue, ahora no será hispano autóctono

En otras palabras: patriota para los judíos y Torquemada para el autóctono.

Testigos presenciales me han contado que el hermano de Franco, Ramón, aquel famoso aviador del Atlántico Sur, tenía una tertulia en la que siempre decía que ellos eran una familia judía. Conozco gente que ha oído a Ramón Franco decirlo muchas veces.

Juan Eslava Galán: «Himmler y otros jerarcas nazis pensaban que Franco era descendiente de judíos

Francisco Franco benefactor de los alubio*s.

Las raíces judías de Franco | Bibliotheca Sefarad
 
Y el centralismo castellano admiraba la organización centralista de las sinagogas del reino de Castilla, todo sea dicho.
 
2. El siniestro "galleguista" Portela Valladares y la masonería.

Quien más se destacó por su decidido apoyo a la campaña a favor del Estatuto de Autonomía de Galicia propiciado por las logias fue el siniestro político pontevedrés Manuel Portela Valladares (1867-1952), dos veces gobernador civil de Barcelona durante la Monarquía, ministro de Gobernación durante la II República en el gobierno de Lerroux y presidente del consejo de ministros que convocó las elecciones que dieron el triunfo al Frente Popular. Además de llegar a ser consejero del Banco Central y uno de los mayores accionistas de Minas del Riff, este millonario criptojudío, según el investigador antimasónico Mauricio Carlavilla, era sobrino tanto del editor José Vilas García, miembro de una familia de notables locales que llegó a ser alcalde liberal de Pontevedra en 1870 donde había jugado un destacado papel en las primeras horas del llamado «sexenio democrático», como del adinerado banquero Ramón Mucientes Castro, delegado en esta misma ciudad de importantes firmas comerciales y de quien Portela heredaría tras su fin una importante fortuna. Ambos personajes habían estado respectivamente casados con Juana Portela Dios, tía paterna de nuestro protagonista central.

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El primero había sido dueño de la imprenta que publicó los primeros ejemplares del poemario Cantares Gallegos de Rosalía de Castro, y la misma también que en 1853 había editado A gaita gallega, el primer libro escrito en gallego del siglo XIX, de Juan Manuel Pintos, seguidor de las teorías reformadoras del socialismo utópico de Ramón de la Sagra que servirán de base a la totalidad de los integrantes del primer provincialismo galaico, unidas al conocimiento de los enciclopedistas e ilustrados, «a los que Pintos admiraba y siente como a sus principales antecedentes ideológicos» (Panisse, 2006: 82). Convendría recordar que Juan Manuel Pintos —considerado uno de los impulsores del Rexurdimento— era también masón, como acreditan los documentos fotográficos (FOTO).

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En 1913 Portela Valladares contraería matrimonio con una adinerada mujer de la burguesía mercantil ennoblecida, Clotilde Puig y Mir, condesa de Brías, de la «mejor sociedad» catalana, alcanzando con ella el cenit de su fortuna. Es muy posible que dicha aristócrata, cuya familia guardaba importantes lazos con la masonería, fuese conversa también. Tengamos al respecto presente que su prima, Ana Puig-Mir Bonín, esposa del renombrado arquitecto Eugenio Sagnier Villavecchia (m. 1935), eran los abuelos maternos del abogado y ex diputado del PP, Jorge Trias Sagnier, estrechamente vinculado a la comunidad judía.

En cuanto a la masonería, como hicieron otros muchos líderes republicanos, Portela encontró en ella una buena manera de mantener y extender sus contactos e incluso ejercer de representante en misiones en el extranjero. Iniciado en la logia «Fénix» de Barcelona en 1920 y Grado 33 desde 1922, llegó a ser la máxima representación de la masonería catalano-balear —que propugnaba la ordenación del territorio masónico en forma federal—, antecesora de la Gran Logia Española.

Conviene destacar también su temprana y prolongada vinculación con el movimiento autonomista gallego. En 1924 fundó en Vigo el periódico democrático "El Pueblo Gallego" (1924-1936), «que se convirtió en el diario más importante y con más difusión de Galicia hasta su incautación por las autoridades franquistas» (Mera Costas, 2010: 10). Los periodistas más próximos a Portela son también masones, como el administrador del diario, Juan Llopís Pascual, iniciado en la logia «Vicus» en 1931, Fernando Ruiz Moreno, simbólico «Murcia» y gerente del diario hasta mayo de 1933, o Constante Feijóo, agente de publicidad (Martínez Pereda, 2015: 347-348). En él colaboraron profusamente un excelente vivero de republicanos y nacionalistas como Suárez Picallo, Villar Ponte, Augusto Assía (a) Pipes, y Paz Andrade (que llegaría a ser su director), así como todos los dirigentes del partido Acción Gallega, del que Valladares fue cofundador.

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En la viñeta Portela Valladares es caricaturizado en 1939 por la revista "Pelayos" recibiendo dinero de la ****ría internacional.

Sus relaciones con algunos de los más destacados intelectuales galleguistas del momento fueron igualmente de lo más cordial, especialmente con Ramón Otero Pedrayo y el escritor antifascista Alfonso Rodríguez Castelao (ambos masones), «a quien le unía un profundo cariño» y con quien mantuvo cierta relación financiera destinada al Partido Galleguista liderado por el de Rianxo. Valladares sentía por Castelao una "devoción extraordinaria", del que fue íntimo amigo hasta el final de sus días.

En 1935, siendo Portela ministro de Gobernación, fue el responsable de hacer volver a Castelao y a Alexandre Bóveda de sus respectivos destierros. Cierto es que en los primeros momentos de la revolución marxista a inicios de la guerra civil le expoliaron su mansión en Barcelona, pero también hay que hacer constar que el Gobierno rojo le permitió «recuperar» cuadros, joyas y valores que se llevó a Francia, para donde salió el 9 de octubre de 1937, acompañado de una fuerte escolta. En el país vecino fundaría una entelequia de partido denominado Bloque Replucán Nazonal Galego, quedando Portela bajo su pretendida presidencia y con varios vocales, entre los que figuraría otro galleguista de postín, Santiago Casares Quiroga, igualmente masonazo de altos vuelos. Poco después, Portela se desplazaría a Méjico, quien, sin duda por su elevado rango masónico, pudo efectuar placenteramente la travesía en primera clase tras abonar los 60 mil francos correspondientes que costaba el viaje.
 
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Thanks, comrade.
Hay más material que iré insertando poco a poco sobre estos mal llamados "nacionalismos", pues como ya he dicho muchas veces no son mas que secesionismos globalistas completamente tributarios de los poderes fácticos (judaísmo y masonería), y cuyas consecuencias están completamente a la vista.

Cuando no son los primeros los que inventan, instigan o fomentan esos falsos conflictos entre blancos, entonces interviene su subsidiaria la masonería como agentes provocadores. En el caso de España es algo que vengo analizando y estudiando desde hace mucho.

Tengo mas hilos abiertos denunciando todo esto por si son de su interés.
Un saludo.
 
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