Oros
Cuñado nija
- Desde
- 23 Dic 2017
- Mensajes
- 89
- Reputación
- 382
Algunas puntualizaciones sobre lo comentado de Churruca. Ahora ando bastante liado y apenas entro en el foro, pero no hace mucho, también hablé de este excelente marino en otro hilo.
Por lo visto, las descripciones de los viajes españoles por el Estrecho de Magallanes que se guardaban en los archivos no eran todo lo precisas que deberían ser, por lo que en 1785 se organiza una expedición con la fragata de 36 cañones 'Santa María de la Cabeza' al mando de Antonio de Córdova para comprobar si era más conveniente la navegación por el Estrecho que por el Cabo de Hornos.
Se precisaban cartas más precisas y de paso poner a prueba los nuevos instrumentos y métodos de observaciones astronómicas en una gran expedición científica.
La expedición de la 'Santa María de la Cabeza' aportó abundante cartografía manuscrita (en el inventario están contabilizados 61 planos manuscritos del estrecho de Magallanes, la mayoría de ellos se encuentran en la cartoteca del Museo Naval de Madrid) de las que se tomaron una carta reducida del Estrecho de Magallanes y dos cartas con planos particulares de varios puertos del Estrecho de Magallanes para incluirlas en una carta esférica de la parte sur de la América meridional. Finalmente, se recomendó hacer la navegación por el Cabo de Hornos, dada la dificultad de hacerla por el Estrecho.
La expedición al Estrecho, desarrollada en dos fases, tuvo una importancia extraordinaria y sentó las bases para la organización del resto de las expediciones científicas de la Marina, incluida la de Malaspina.
A causa de los vientos contrarios y a lo avanzado de la estación, no se pudo visitar la parte occidental del estrecho y no se pudo fijar la longitud de los cabos Pilar y Victoria. Por ello, en el año 1788, se organizó otra expedición para finalizar el trabajo. En esta ocasión se eligieron los paquebotes de 16 cañones: el 'Santa Casilda' y la 'Santa Eulalia', que eran de poco calado y más ligeros y manejables que las fragatas. Al mando de ellos iban el comandante Córdoba y Fernando Miera, los mismos que ya habían comandado la primera expedición.
Churruca formó parte de la segunda expedición. Tras acabar de forma brillante el Curso de Estudios Superiores de la Academia del Ferrol, en febrero de 1787, fue escogido por el comandante Antonio de Córdova, junto a Cevallos, su compañero de estudios, para labores de cartografía e investigación en su segunda expedición al Estrecho de Magallanes.
Cosme Churruca, ya teniente de navío, fue destinado como oficial hidrógrafo en el paquebote 'Sta. Casilda' y su compañero Cevallos, en el 'Sta. Eulalia'.
Los resultados de la expedición fueron muy apreciados por el resto de las potencia europeas. El capitán inglés FitzRoy dijo que el trabajo de estas dos expediciones era “el mas completo y probablemente el único bueno de la navegación del Estrecho de Magallanes.”
Plan proyectado para la expedición.
En 1776 las colonias inglesas de América del Norte proclaman su independencia. Con la paz de Versalles (1783), España recobró la Florida oriental y occidental, quedando el Golfo de Méjico bajo soberanía española. Ante estos nuevos acontecimientos, había que tomar medidas para reforzar los territorios del Golfo de Méjico y las Antillas, y para ello era necesario que los mapas estuviesen técnicamente correctos. Hasta entonces los mapas con los que contaban nuestros marinos (fruto de una política de sigilo que limitaba su publicación y divulgación) eran manuscritos hechos a mano alzada por los pilotos de los barcos que muchas veces no contaban con la suficiente formación y medios.
La "expedición del Atlas de la América Septentrional" consistió realmente en dos expediciones independientes. La primera división de bergantines está a cargo de Cosme Churruca y estaba formada por el 'Descubridor' y el 'Vigilante'. La segunda división de bergantines estaba al mando del capitán de fragata Joaquín Francisco Fidalgo, y estaba compuesta por el 'Empresa' y el 'Alerta'.
El plan previsto para cada división era de una duración de seis años en total y con un rumbo distinto que les llevaría a encontrarse solamente en dos islas, Trinidad y Cuba. Había que cartografiar esas costas aprovechando los mapas que ingleses y franceses habían hecho de sus posesiones en el Caribe y contrastar las observaciones hechas por otros marinos españoles desde Nueva España.
La primera división partió de Cádiz el 15 de junio del 1792, pero en marzo de 1793 Francia entra en guerra con España, invirtiéndose las alianzas, que ahora se establecieron con Gran Bretaña. Esto afectó a los planes de Churruca pues ya no contaba con el apoyo de las autoridades francesas, y encima los ingleses tampoco estaban por la labor, además de otras peripencias.
La segunda división de bergantines al mando de Fidalgo, permaneció en las Antillas durante la guerra contra los ingleses, desempeñando funciones bélicas.
A su llegada a Cádiz fue ascendido a capitán de navío y se le entregó precisamente del mando del Conquistador, el navío de línea en el que había venido.
Para quienes no conozcan a Churruca, recomiendo este enlace. Es muy breve y ameno. Un saludo a todos y buen hilo. :Aplauso:
Breve biografía de Churruca y Elorza, Cosme Damian
---------- Post added 23-may-2018 at 18:44 ----------
Respecto a Trafalgar, Federico Gravina (al mando del Príncipe de Asturias) y otros altos mandos españoles, como Cosme de Churruca (al mando del San Juan Nepomuceno) o el general Cisneros (al mando de la colosal Santísima Trinidad), mantuvieron fuertes discusiones con los mandos franceses. Estos optaban por salir de Cádiz, mientras que los españoles recomendaban esperar, por ser el viento desfavorable y aproximarse un temporal a la zona.
Pero Villeneuve se mantuvo inflexible y la flota zarpó de Cádiz el 20 de octubre de 1805, abandonando la seguridad del puerto de Cádiz. Villeneuve ordenó a su flota formar una extensa hilera para cañonear a los navíos enemigos, pero la flota franco-española formó una línea demasiado alargada, y la armada inglesa se lanzó en punta de flecha al centro de la formación fraccionando en dos a la línea enemiga, ganando así una enorme superioridad. Así, los barcos aliados se enfrentaron en clara inferioridad numérica a los británicos mientras algunos de sus compañeros ni siquiera habían entrado en combate.
Y precisamente eso ocurrió con el 'San Juan Nepomuceno' de Churruca, obligado a combatir contra nada menos que seis buques de guerra británicos.
A pesar de que España perdió a sus mejores navíos y oficiales, contrariamente a lo que la gente piensa, esta batalla no supuso ni mucho menos la destrucción de la Armada española. La flota de guerra española contaba con 45 navíos de tres puentes que se acabarían pudriendo en los puertos españoles durante la Guerra de Independencia, debido a la ocupación francesa.
La expedición de la fragata Santa María de la Cabeza (1785-1786)Junto con su compañero de armas y estudios Ciriaco Cevallos hizo un trabajo completo de reconocimiento del estrecho en dirección al océano Pacífico, descubriendo una ruta alternativa al estrecho, así como una ensenada que lleva su nombre. Escribió un importantísimo trabajo sobre el viaje y paso del estrecho titulado Apéndice al Primer Viaje de Magallanes, dado a la luz en Madrid en 1795.
Por lo visto, las descripciones de los viajes españoles por el Estrecho de Magallanes que se guardaban en los archivos no eran todo lo precisas que deberían ser, por lo que en 1785 se organiza una expedición con la fragata de 36 cañones 'Santa María de la Cabeza' al mando de Antonio de Córdova para comprobar si era más conveniente la navegación por el Estrecho que por el Cabo de Hornos.
Se precisaban cartas más precisas y de paso poner a prueba los nuevos instrumentos y métodos de observaciones astronómicas en una gran expedición científica.
La expedición de la 'Santa María de la Cabeza' aportó abundante cartografía manuscrita (en el inventario están contabilizados 61 planos manuscritos del estrecho de Magallanes, la mayoría de ellos se encuentran en la cartoteca del Museo Naval de Madrid) de las que se tomaron una carta reducida del Estrecho de Magallanes y dos cartas con planos particulares de varios puertos del Estrecho de Magallanes para incluirlas en una carta esférica de la parte sur de la América meridional. Finalmente, se recomendó hacer la navegación por el Cabo de Hornos, dada la dificultad de hacerla por el Estrecho.
La expedición al Estrecho, desarrollada en dos fases, tuvo una importancia extraordinaria y sentó las bases para la organización del resto de las expediciones científicas de la Marina, incluida la de Malaspina.
A causa de los vientos contrarios y a lo avanzado de la estación, no se pudo visitar la parte occidental del estrecho y no se pudo fijar la longitud de los cabos Pilar y Victoria. Por ello, en el año 1788, se organizó otra expedición para finalizar el trabajo. En esta ocasión se eligieron los paquebotes de 16 cañones: el 'Santa Casilda' y la 'Santa Eulalia', que eran de poco calado y más ligeros y manejables que las fragatas. Al mando de ellos iban el comandante Córdoba y Fernando Miera, los mismos que ya habían comandado la primera expedición.
Churruca formó parte de la segunda expedición. Tras acabar de forma brillante el Curso de Estudios Superiores de la Academia del Ferrol, en febrero de 1787, fue escogido por el comandante Antonio de Córdova, junto a Cevallos, su compañero de estudios, para labores de cartografía e investigación en su segunda expedición al Estrecho de Magallanes.
Cosme Churruca, ya teniente de navío, fue destinado como oficial hidrógrafo en el paquebote 'Sta. Casilda' y su compañero Cevallos, en el 'Sta. Eulalia'.
Los resultados de la expedición fueron muy apreciados por el resto de las potencia europeas. El capitán inglés FitzRoy dijo que el trabajo de estas dos expediciones era “el mas completo y probablemente el único bueno de la navegación del Estrecho de Magallanes.”
En verano de 1791 es escogido para formar parte en la expedición cartográfica de las Antillas (expedición del Atlas de la América Septentrional).Tras un breve espacio de tiempo en su Motrico natal, es llamado por José de Mazarredo para dirigir junto con Joaquín Francisco Fidalgo, como Capitanes de Fragata, una expedición geográfica a América del Sur (1792-95), formada por dos secciones, una de las cuales debía recorrer las islas y costas del golfo mexicano y la otra el resto de las del continente, con el fin de formar el atlas marítimo de la América septentrional.
Se embarcó en Cádiz el 17 de junio de 1792 y se dio a la vela en ese día con su grupo, compuesto de los bergantines Descubridor y Vigilante. Dos años y cuatro meses duró la expedición, contrariada por todos los incidentes ordinarios, a los cuales vino a sumarse la guerra marítima con la República Francesa. Levantó cartas de las Antillas y de las islas de Sotavento, y defendió las posesiones españolas en el Caribe en la batalla de Martinica, así como las rutas del comercio de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, de la que era socio partícipe. Tan dura campaña no se realizó sin grave menoscabo de su salud, poco robusta. Se embarcó en La Habana y regresó a España en el navío Conquistador, el mando del cual se le dio al llegar a Cádiz junto con su ascenso a Capitán de Navío (1798).
Plan proyectado para la expedición.
En 1776 las colonias inglesas de América del Norte proclaman su independencia. Con la paz de Versalles (1783), España recobró la Florida oriental y occidental, quedando el Golfo de Méjico bajo soberanía española. Ante estos nuevos acontecimientos, había que tomar medidas para reforzar los territorios del Golfo de Méjico y las Antillas, y para ello era necesario que los mapas estuviesen técnicamente correctos. Hasta entonces los mapas con los que contaban nuestros marinos (fruto de una política de sigilo que limitaba su publicación y divulgación) eran manuscritos hechos a mano alzada por los pilotos de los barcos que muchas veces no contaban con la suficiente formación y medios.
La "expedición del Atlas de la América Septentrional" consistió realmente en dos expediciones independientes. La primera división de bergantines está a cargo de Cosme Churruca y estaba formada por el 'Descubridor' y el 'Vigilante'. La segunda división de bergantines estaba al mando del capitán de fragata Joaquín Francisco Fidalgo, y estaba compuesta por el 'Empresa' y el 'Alerta'.
El plan previsto para cada división era de una duración de seis años en total y con un rumbo distinto que les llevaría a encontrarse solamente en dos islas, Trinidad y Cuba. Había que cartografiar esas costas aprovechando los mapas que ingleses y franceses habían hecho de sus posesiones en el Caribe y contrastar las observaciones hechas por otros marinos españoles desde Nueva España.
Las dos divisiones debían encontrarse en Trinidad, donde establecerían el primer meridiano en Puerto España y pondrían los cronómetros a punto y levantarían los planos de la isla. A continuación la primera división levantaría los planos de las Antillas de Sotavento y Barlovento, como eran denominadas entonces las Antillas Menores, es decir: Barbados, Santa Lucía, San Vicente, Granada y Granadilla hasta llegar a Fuerte Real en Martinica; todas estas islas no eran españolas y no se debía hacer ningún reconocimiento ya que estaban correctamente cartografiadas, solamente debían comprobar la extensión de cada isla, sus canales de separación y la posición astronómica. De Martinica debían ir a las islas Dominica, Mari Galante, Guadalupe, Deseada, Antigua, Barbuda, Montserrat, Redonda, Nieves, San Cristóbal para hacer las mismas operaciones que en las anteriores. Tras repostar en Guadalupe, debían ir a las islas de San Bartolomé, San Martín, Anguila, fondear en San Eustaquio y de allí a las islas Saba, Aves, Santa Cruz, Santo Tomás, Tórtola y Puerto Rico, desde donde se organizarían reconocimientos de la propia isla y sus canales. En Santo Domingo, las operaciones se limitarían a la parte española, estando muy bien descrita la francesa por Chastenet Puysegur. De Santo Domingo era preciso ir a Cuba donde se desarrollaría la segunda parte de la campaña de la primera división, haciendo un exhaustivo reconocimiento de la isla y del canal de Bahamas. Una vez terminado el reconocimiento de las costas cubanas, Churruca debía emprender los reconocimientos de la costa norte del Seno Mexicano, es decir desde el río Mississippi, Luisiana y Florida hasta el presidio de San Agustín y la sonda de la Tortuga. La segunda división era la encargada de realizar el plano de la isla de Trinidad contando con los levantamientos de la primera división, y reconocer la costa sur del Seno Mexicano o Tierra Firme desde la isla Trinidad, Granada, Margarita, La Guaira, Puerto Cabello, Santa Marta y Cartagena de Indias, desde donde se organizarían otras campañas como Portobelo, Santo Domingo y Jamaica y de allí a La Habana para seguir la segunda parte del plan que consistiría en el reconocimiento del Yucatán y Campeche hasta enlazar con los reconocimientos hechos por la primera división en el río Mississippi.
Trinidad : la otra llave de América. Descripción de la Isla...
Trinidad : la otra llave de América. Descripción de la Isla...
La primera división partió de Cádiz el 15 de junio del 1792, pero en marzo de 1793 Francia entra en guerra con España, invirtiéndose las alianzas, que ahora se establecieron con Gran Bretaña. Esto afectó a los planes de Churruca pues ya no contaba con el apoyo de las autoridades francesas, y encima los ingleses tampoco estaban por la labor, además de otras peripencias.
En la isla de Santa Cruz fueron muy bien recibidos por los daneses que les proporcionaron los planos de la isla para que los copiaran. Allí se enteraron que la isla Guadalupe había sido recuperada por los franceses por lo que se dirigieron a la Martinica que estaba en poder de los ingleses. Estos, a pesar de ser aliados, no le dieron permiso para levantar la carta de la isla, ni verificar los cronómetros.
Tras alcanzar Trinidad el 11 de agosto, recibe la orden de volver a España. Pero antes de acatar dicha orden, quería terminar al menos la primera parte de la misión, pero no pudo hacerlo porque tuvo que defender las costas de Trinidad por requerimiento del gobernador y hacer varias salidas con los bergantines en defensa de Granada, hasta que llegó la escuadra de Gabriel de Aristizabal. Una vez la escuadra española allí, retomó su misión en contra del parecer de Aristizabal, que reclamaba los bergantines para la defensa de Trinidad y con el que tuvo fuertes desavenencias que provocaron que se quejara al ministro, acusando a Churruca de fistro porque se escudaba en sus trabajos para evitar la guerra.
Dejando los bergantines en la escuadra de Aristizabal, la tripulación se embarcó en la fragata 'Sta. Perpetua' y, navegando por la costa norte de Santo Domingo y el canal viejo de Bahamas, llegaron a La Habana el 11 de julio. Mientras verificaban el plano del puerto construido por José del Río, entró en el puerto el navío 'Conquistador' que se dirigía a España, donde se embarcaron y llegaron a Cádiz el 18 de octubre de 1795. Habían tras*currido tres años y tres meses y la primera división volvía a España sin haber completado más que la primera parte de su misión, es decir, Trinidad, Puerto Rico, islas Vírgenes y Antillas de Barlovento y Sotavento, dejando para otra ocasión el reconocimiento de los canales de la isla de Cuba y la costa norte de Méjico desde Luisiana hasta Florida.
Tras alcanzar Trinidad el 11 de agosto, recibe la orden de volver a España. Pero antes de acatar dicha orden, quería terminar al menos la primera parte de la misión, pero no pudo hacerlo porque tuvo que defender las costas de Trinidad por requerimiento del gobernador y hacer varias salidas con los bergantines en defensa de Granada, hasta que llegó la escuadra de Gabriel de Aristizabal. Una vez la escuadra española allí, retomó su misión en contra del parecer de Aristizabal, que reclamaba los bergantines para la defensa de Trinidad y con el que tuvo fuertes desavenencias que provocaron que se quejara al ministro, acusando a Churruca de fistro porque se escudaba en sus trabajos para evitar la guerra.
Dejando los bergantines en la escuadra de Aristizabal, la tripulación se embarcó en la fragata 'Sta. Perpetua' y, navegando por la costa norte de Santo Domingo y el canal viejo de Bahamas, llegaron a La Habana el 11 de julio. Mientras verificaban el plano del puerto construido por José del Río, entró en el puerto el navío 'Conquistador' que se dirigía a España, donde se embarcaron y llegaron a Cádiz el 18 de octubre de 1795. Habían tras*currido tres años y tres meses y la primera división volvía a España sin haber completado más que la primera parte de su misión, es decir, Trinidad, Puerto Rico, islas Vírgenes y Antillas de Barlovento y Sotavento, dejando para otra ocasión el reconocimiento de los canales de la isla de Cuba y la costa norte de Méjico desde Luisiana hasta Florida.
La segunda división de bergantines al mando de Fidalgo, permaneció en las Antillas durante la guerra contra los ingleses, desempeñando funciones bélicas.
A su llegada a Cádiz fue ascendido a capitán de navío y se le entregó precisamente del mando del Conquistador, el navío de línea en el que había venido.
Para quienes no conozcan a Churruca, recomiendo este enlace. Es muy breve y ameno. Un saludo a todos y buen hilo. :Aplauso:
Breve biografía de Churruca y Elorza, Cosme Damian
---------- Post added 23-may-2018 at 18:44 ----------
Respecto a Trafalgar, Federico Gravina (al mando del Príncipe de Asturias) y otros altos mandos españoles, como Cosme de Churruca (al mando del San Juan Nepomuceno) o el general Cisneros (al mando de la colosal Santísima Trinidad), mantuvieron fuertes discusiones con los mandos franceses. Estos optaban por salir de Cádiz, mientras que los españoles recomendaban esperar, por ser el viento desfavorable y aproximarse un temporal a la zona.
Pero Villeneuve se mantuvo inflexible y la flota zarpó de Cádiz el 20 de octubre de 1805, abandonando la seguridad del puerto de Cádiz. Villeneuve ordenó a su flota formar una extensa hilera para cañonear a los navíos enemigos, pero la flota franco-española formó una línea demasiado alargada, y la armada inglesa se lanzó en punta de flecha al centro de la formación fraccionando en dos a la línea enemiga, ganando así una enorme superioridad. Así, los barcos aliados se enfrentaron en clara inferioridad numérica a los británicos mientras algunos de sus compañeros ni siquiera habían entrado en combate.
Y precisamente eso ocurrió con el 'San Juan Nepomuceno' de Churruca, obligado a combatir contra nada menos que seis buques de guerra británicos.
En el San Juan Nepomuceno, Churruca mira por el telescopio al Bucentaure, sacude la cabeza y se dirige a su segundo al mando "Nuestra vanguardia será aislada del cuerpo principal y nuestra retaguardia se verá abrumada. La mitad de la línea permanecerá inactiva. El almirante francés no lo entiende. Sólo ha de ordenar que los barcos de la vanguardia viren de nuevo a sotavento y se sitúen detrás de la escuadra de retaguardia. Eso colocaría al enemigo entre dos fuegos"
Cuando Villeneuve se da cuenta del percal, comienza a hacer señales a la división de vanguardia para que vire y venga a reforzar el centro de la línea de batalla, pero ya es demasiado tarde. Dumanoir no atiende a la orden y se mantiene en su posición. A pesar de todo, algunos de los navíos a su mando, el San Agustín, San Francisco, Rayo y Heros deciden abandonar a Dumanoir y se dirigen al centro de la línea para reforzarla.
El Bucentaure se queda junto al Santísima Trinidad rodeado de barcos enemigos. Mas de la mitad de su tripulación y oficiales están heridos ó muertos, Villeneuve recorre la cubierta gritando "¿No hay una bala para mí?" y poco después arría su bandera. El Santísima Trinidad se queda solo rodeado de siete navíos ingleses, pero todavía sostiene fuego.
El San Agustín, que se había dirigido en ayuda del Santísima Trinidad, es interceptado por el Leviatán. No hay ventaja por ninguna de las partes, pero al poco llegan el Orion y Ajax en ayuda del navío inglés y juntos rinden al San Agustín.
Dumanoir, al ver que la posición de los ingleses es muy fuerte, decide huir de la batalla, su flota está formada por el Mont-Blanc, Duguay-Trouin, Scipion, Formidable, Neptuno y Intrepide. Estos dos últimos, desatendiendo las órdenes, no quieren abandonar la batalla y se vuelven para combatir, pero su intervención no mejora la situación de su escuadra.
El Príncipe de Asturias está solo, Gravina ha perdido su brazo y los palos de mesana y mayor amenazan con venirse abajo. Pero el San Justo y Neptune consiguen llegar hasta el. Gravina indica a la fragata Thémis que lo remolque y da instrucciones a los demás barcos que puedan navegar, que lo sigan hasta Cádiz.
Con 11 navíos casi destrozados pone rumbo a Cádiz. Atrás queda el San Juan Nepomuceno, desarbolado, acribillado, y muerto su capitán Cosme Damián Churruca. Una bala de cañón lo derribó, pero se levantó y continuó dando órdenes, a pesar de todo, acaba muriendo desangrado y el San Juan Nepomuceno es apresado al no poder seguir a Gravina. Tampoco el Achilles puede seguirlos. Un incendio se ha declarado en la cofa del trinquete y empieza a propagarse por la cubierta. La tripulación, al ser incapaces de apagar el fuego se tira por la borda. Al poco tiempo las llamas alcanzan la santa bárbara y el Achilles salta por los aires.
Cuando Villeneuve se da cuenta del percal, comienza a hacer señales a la división de vanguardia para que vire y venga a reforzar el centro de la línea de batalla, pero ya es demasiado tarde. Dumanoir no atiende a la orden y se mantiene en su posición. A pesar de todo, algunos de los navíos a su mando, el San Agustín, San Francisco, Rayo y Heros deciden abandonar a Dumanoir y se dirigen al centro de la línea para reforzarla.
El Bucentaure se queda junto al Santísima Trinidad rodeado de barcos enemigos. Mas de la mitad de su tripulación y oficiales están heridos ó muertos, Villeneuve recorre la cubierta gritando "¿No hay una bala para mí?" y poco después arría su bandera. El Santísima Trinidad se queda solo rodeado de siete navíos ingleses, pero todavía sostiene fuego.
El San Agustín, que se había dirigido en ayuda del Santísima Trinidad, es interceptado por el Leviatán. No hay ventaja por ninguna de las partes, pero al poco llegan el Orion y Ajax en ayuda del navío inglés y juntos rinden al San Agustín.
Dumanoir, al ver que la posición de los ingleses es muy fuerte, decide huir de la batalla, su flota está formada por el Mont-Blanc, Duguay-Trouin, Scipion, Formidable, Neptuno y Intrepide. Estos dos últimos, desatendiendo las órdenes, no quieren abandonar la batalla y se vuelven para combatir, pero su intervención no mejora la situación de su escuadra.
El Príncipe de Asturias está solo, Gravina ha perdido su brazo y los palos de mesana y mayor amenazan con venirse abajo. Pero el San Justo y Neptune consiguen llegar hasta el. Gravina indica a la fragata Thémis que lo remolque y da instrucciones a los demás barcos que puedan navegar, que lo sigan hasta Cádiz.
Con 11 navíos casi destrozados pone rumbo a Cádiz. Atrás queda el San Juan Nepomuceno, desarbolado, acribillado, y muerto su capitán Cosme Damián Churruca. Una bala de cañón lo derribó, pero se levantó y continuó dando órdenes, a pesar de todo, acaba muriendo desangrado y el San Juan Nepomuceno es apresado al no poder seguir a Gravina. Tampoco el Achilles puede seguirlos. Un incendio se ha declarado en la cofa del trinquete y empieza a propagarse por la cubierta. La tripulación, al ser incapaces de apagar el fuego se tira por la borda. Al poco tiempo las llamas alcanzan la santa bárbara y el Achilles salta por los aires.
A pesar de que España perdió a sus mejores navíos y oficiales, contrariamente a lo que la gente piensa, esta batalla no supuso ni mucho menos la destrucción de la Armada española. La flota de guerra española contaba con 45 navíos de tres puentes que se acabarían pudriendo en los puertos españoles durante la Guerra de Independencia, debido a la ocupación francesa.