blancanegra
Madmaxista
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Pues no se si Marina habrá hablado alguna vez con una monja pero yo con 17 añitos cai en manos, digo en un colegio mayor, regentado por unas clarisas que riete tu de las ss.
El colegio en cuestion era de los mas caros de la ciudad (que no nombrare). Nos abrian las cartas, nos escuchaban mientras hablabamos por telefono y entraban en nuestros cuartos cuando no estabamos (se leyeron asi, de pe a pa, mi diario "adolescente", y no tenian ningun pudor en sacar a colacion trozos del mismo en publico). Practicaban el clasismo mas salvaje. Habia dos compañeras que se habian hecho muy amigas, una de ellas de familia aristrocratica y muy muy guapa, la otra de clase media y muy antiestética. Ambas pagaban "religiosamente" su estancia en el colegio, sin rebaja de ningun tipo. Cierto dia la abuela de la guapa vino a visitar a su nieta que estaba enferma. Su amiga, que conocía ya a la abuela, fue a la puerta a esperarle para acompañarle donde su amiga. Al verla las monjas se alarmaron (ya le habian advertido antes que no debia andar con su amiga, que ella no era de su "clase social"). No tuvieran ningun pudor en ordenarle que se fuera a su cuarto y se escondiera :"Sobre todo que a ti no te vea su abuela!".
Eran unas 20 monjas (hijas de fruta hasta el maximo, con vocacion de carceleras). Trataban a las chicas de la limpieza como si fueran esclavas, solo les faltaba el latigo, pero no las palabras autoritarias y de desprecio.
Controlaban escrupulosamente nuestras salidas y entradas. Las de todas? No. Las de casi todas. Que una de nosotras se hizo novia de un mayorista de fruta. Unas cuantas cajas de naranjas acidas al mes servian para que hicieran la vista muy subida de peso cuando la novia pasaba las noches fuera.
Su puritanismo sensual era sin embargo salvaje. No obstante una de las monjas se enrolló con una de las alumnas, con las que pasaba las tardes en su cuarto con la luz apagada...¿me entendeis no?
Bueno... Da para 20 posts. Y para que algunas estemos esperando que vuelva la quema de conventos para ir donde esas macho cabríoas a pegarles, por lo menos, un susto.
