Perdonen, no me he leido el hilo entero pero me apetecía comenzar mi participación en este foro compartiendo con ustedes mi experiencia debido a que he leido diferentes opiniones que a mi me parecen erróneas.
Me gustaría comentarles que mido cerca de dos metros, peso más de 100 kilos, no estoy rellenito, he practicado deportes de contacto en equipo durante muchos años y además practico un "arte marcial".
Cosa a tener en cuenta es que siempre hay alguien más grande, más loco, más fuerte y que sabe más que tu. Tengamos claro que la mayoría de las agresiones físicas se producen en un ámbito nocturno producidas por gente que ha consumido drojas o ha bebido alcohol, en esos casos, cosas como el "ser grande" o "la mirada del tigre" que he leido por aquí no sirve absolutamente de nada. Con el agravante que le podéis romper un brazo, abrir la cabeza o golpearle todo lo que queráis que no sienten el dolor... no es broma, lo he visto (he trabajado en la noche durante muchos años)... además bajo los efectos del alcohol o las drojas las personas no tienen medida, el autocontrol se pierde, el más pacífico se convierte en un ser que no deja de pisar la cabeza de un pobre con poca gracia que no conoce.
Cuando te atacan fuera del ámbito nocturno, el atacante siempre cuenta con superioridad táctica, si no fuese así no te atacarían, si mides dos metros y tienes músculos te atacarán con la contundencia necesaria como para doblegarte, como pegarte por detras en la nuca con una barra y luego ya te miraran en los bolsillos, cosa que si no fueses tan grande y fuerte se habría saldado con un desplante cara a cara sin necesidad de agresión física, solo mostrando esa posivilidad.
El instinto es tu mejor arma, las drojas y el alcohol nublan nuestro conocimiento, si tu cuerpo, fruto de años de evolución te dice que algo esta mal, es porque está mal, no nubles esa "capacidad gratuita". Yo solo bebo alcohol cuando estoy en un entorno seguro (en casa de unos amigos, en mi propia casa,...) nunca me permito consumir en exceso en locales nocturnos o en la calle, de las drojas mejor ni hablamos... que por otro lado es muy triste emborracharse porque si, es algo íntimo que solo hago con gente en confianza y en entornos seguros.
Correr siempre es la mejor opción, correr lo más rápido que puedas, solo tienes que perder en enfrentamientos gratuitos, tira la cartera y corre, deja que los "chulos" ganen los desplantes, no hay honor en las peleas callejeras, tu tienes una vida, el premio es seguir con tu vida y tus seres queridos, solo plantea el enfrentamiento físico cuando no haya hacia donde correr.
No luches batallas en las que no tienes nada que ganar y todo que perder.
Las artes marciales no sirven para nada, puede que contra borrachos de discoteca si, para lucirte delante de las "nenas" (que en cuyo caso tal vez el agresor seas tu), pero en un ataque fuera del ámbito "de la noche" no tienen ningún sentido, el atacante siempre cuenta con superioridad táctica y seguramente numérica... identifica rápidamente lo que quieren, tíralo al suelo y corre como alma que lleva el diablo. No merece la pena.
Así pues paso a contar una anécdota de hace más de 20 años en la que me salvó la suerte y de la que he aprendido:
Ciudad que no conocía, barrio que no conocía, altas horas de la madrugada, salí de fiesta y me perdí, no encontraba una calle conocida para volver al hotel, había bebido un poco y me deshorienté, pero gracias al frío y a la caminata me centré un poco como para reconocer el peligro, un tipo de frente, cambia de acera para cruzarse conmigo, alarma, cojo un adoquín del suelo, oigo pasos a mi espalda, acelero para ponerme de espaldas a una farola que proyectaba la luz haciendo sombra hacia delante, hacia donde estaba el tipo que iba a mi encuentro, me dice algo (no hablo el idioma), me señala y tiene una mano en el bolsillo, se acerca, me grita con tono amenazante algo que no logro a comprender (no hablo el idioma), veo la sombra de una figura humana a mi espalda con los brazos extendidos, antes de notar las manos que intentan agarrarme doy un cabezazo hacia atrás con todas mis fuerzas golpeando una cara con mi craneo con un sonoro crak, no había vuelto a mi posición cuando mi brazo ya describía un ángulo perfecto para estrellar la piedra contra el cráneo de la persona que venía defrente, el cual antes de que cayese al suelo agarrándose la cabeza yo ya había echado a correr, hacia donde veía, hacia el frente, escuche un "clinc, clanc" que supongo que sería un cuchillo o algo así que cayó cuando el de enfrente sacó la mano del bolsillo (veo el reflejo por el rabillo del ojo)... corro como alma que lleva el diablo porque oigo más pasos a mi espalda, oigo gritos cuyo significado desconozco pero cuyo sentido entiendo, amenazas junto a gritos de puro dolor, corro hasta que me van a explotar los pulmones y continúo a paso más ligero durante un buen rato, busco una avenida más iluminada con tráfico y me lío a correr por medio entre el tráfico (poco por cierto) hasta que estoy seguro de que nadie me sigue, sigo trotando hasta que consigo parar un taxi y me lleva al hotel, todavía llevo la piedra en la mano y sangro profusamente de la nuca (no entiendo como me paró el taxi, aunque supongo que como iba bien vestido, sangrando, algo se imagino ya que creo que me preguntó si quería ir a la policía, cosa que en todos los idiomas se dice parecido, pero yo le dije todo el rato el nombre del hotel), ya que tengo una herida que necesitó puntos causado por los dientes del que trató de agarrarme por la espalda, el recepcionista me preguntó que me había pasado (en inglés) y si necesitaba llamar a la policía (que le dijeron que si quería que me pasase a denunciar al día siguiente, lo cual hice entendiéndonos a duras penas en el pésimo mal inglés del policía que me atendió, pero bueno, la policía del sitio en el que estaba eran más delincuentes que los que me atacaron y aunque estube dos semanas en esa ciudad nunca más se supo, me cobraron los puntos a precio de oro por cierto, no sabeis la gozada que es la seguridad social en España, la única cosa tal vez que merezca salvar de este país).
Yo me puse en peligro, comenté lo que me había pasado y me dijeron que donde me había metido no iba ni la policía por la noche, primero por emborracharme en un sitio que desconocía, una falsa seguridad causada por la euforia del alcohol y una falsa confianza en mis propias capacidades me llevó a creer que podría volver al hotel andando... pero tuve suerte, mucha suerte, la vida no repite la lección dos veces y somos pocos los afortunados que sobrevivimos a la primera... si los que me atacaron hubiesen sido más diligentes en el ataque o el del "cuchillo" más rápido, si hubiesen llevado un arma de fuego o si yo hubiese bebido más hoy no estaría contándo esto.
Si algo os da mala espina no vayáis, si algo os da mala espina salid corriendo y si no tenéis más remedio que pegar, pegad a apiolar, poned ojos en la nuca porque siempre atacan por la espalda, nada de abrazos, lo único que conseguiréis es que os lo devuelvan con un cuchillo en el puño o romperos la mano y pegad porque no teneis una escapatoria, os han rodeado y pegais para salir corriendo, para apartar al que se interpone entre tu y la salida, nada de quedarse en plan película, corred como alma que lleva el diablo porque la victoria no es dejar a dos tipos tendidos en el suelo, es llegar a casa y seguir con tu vida, esa es la victoria contra estos me gusta la fruta, seguir con tus seres queridos y tu vida.
Esa noche no me salvó ni las pesas, ni ser grande, ni practicar un arte marcial, ni nada parecido, me salvó la suerte de tener una farola cerca y que hubiese adoquines sueltos en la acera, además de que mis atacantes me subestimasen debido a mi pija vestimenta (estaba por motivos de trabajo en ese país un par de semanas)... fue suerte, solo eso.
No nubleis el instinto, es el que te dice que al salir del bar cojas un taxi y no te metas por según que barrios, no vayas donde no conoces y si tienes que ir ve siempre con gente.