Primero, por empatía, porque todos hemos sido pequeños, y un bebé, que es el ser humano más inocente y más indefenso del mundo, se merece ser tratado bien.
Segundo, los niños aunque son responsabilidad de otros (sus padres), no les afectan solo a ellos, sino que acaban formando parte de la misma sociedad de la que formamos parte los demás. Claro que nos importa, especialmente si tiene papeletas para acabar siendo mal criado y que nos perjudique a los demás.
Si los niños, especialmente los bebés, no fuesen seres humanos que sienten y padecen, y si las consecuencias de tenerlos fuesen exclusivamente para sus padres, a mí como si los quieren hacer daño o criar en una granja como a animales. Pero es que no son juguetes, son personas.