RESPUESTA AL POST DE NEFERSEN DEL 5/2/2018
Saludos a todos y en especial a Nefersen. Tal como dije en su día, mi falta de tiempo me limita a intervenir muy de vez en cuando, así que no puedo seguir los debates al día.
Contesto a la respuesta que me dio Nefersen el día 5 de febrero. Las demás intervenciones ni las he leído, por lo cual pido disculpas. También pido disculpas porque no sé manejar bien las opciones del foro y a veces me hago un lío al citar.
Y vamos ya con la respuesta:
RESPUESTA A ANACARSIS
Sobre el Testimonio Flaviano.
¿Motivos de peso? ¿Cuáles, aparte de tu mera creencia en que eso es posible?
a) El pasaje aparece interpolado en una sección dedicada a las "calamidades ocurridas a los alubio*s..." ¿En qué modo se puede concebir que la aparición de Jesús sea una calamidad para los alubio*s? Si eres un alubio* -como lo era Josefo- la aparición y fin de Jesús no es ninguna calamidad, por lo que su inclusión en esta sección ya es de por sí tremendamente sospechosa. Sobre todo cuando Josefo dedica amplias secciones a la descripción de las distintas sectas religiosas, entre las que NO CITA a los cristianos. ¿Se acordó de pronto de todo, en esta sección, fuera de contexto?
La mención que hace Flavio Josefo de la aparición de Jesús (al que desde luego menciona, pero sin considerarlo el Mesías, dado el testimonio de Orígenes) dentro de un catálogo de sucesos negativos durante el mandato de Pilatos es porque, efectivamente, Josefo debía considerarlo como algo negativo que ocurrió durante el mandato de Pilatos: una especie de agitador que se dice el Mesías (pero que no lo es) y que acabó siendo crucificado. Cualquiera que lea el texto completo de Antiguedades judías y de la Guerra de los judíos de Josefo se da cuenta de que todos estos autoproclamados Mesías no le caen muy bien. Es más, si el texto en el que describe la aparición de “un cierto Jesús” (expresión despectiva recogida como variante en algunos manuscritos) tuviese algunas connotaciones negativas sería razón de más para que después los cristianos quisieran embellecerlo.
Con respecto a que Josefo no cite antes a los cristianos como una secta más de los judíos (los fariseos, los saduceos, los esenios y los celotas)… ¿quiere eso decir que en la época de Josefo no existían? Por supuesto que existían, y una de su comunidad más grande en los años 90 del s. I residía en Roma, lugar y fecha de composición de Antiguedades judías. Si Josefo no le dedica una mención dentro de las descripciones de las sectas de los judíos es porque él no los consideraba ya judíos, o porque les resultasen insignificantes para la historia que estaba contando.
b) No hay ninguna razón para suponer que hubiera un "texto original" que mencionara a Jesús, luego embellecido. Toda prueba sobre la supuesta existencia de una redacción previa, puede referirse a una "interpolación original" más contenida, que luego fue embellecida por los copistas posteriores. Ahí la explicación al manuscrito del testimonio Flaviano citada por Agapio, Obispo árabe del siglo X en su "Historia Universal Cristiana". No niego que pudiera existir una "versión previa" del pasaje, pero afirmo que dicha versión es la primera y más cruda interpolación, y no un pasaje caído del techo de Josefo en una sección dedicada a las calamidades.
Claro que existe una razón para suponer que existe un texto original que menciona a Jesús. No solo la cita de Agapio. Principalmente es la cita de Orígenes, que por su importancia, vuelvo a copiar:
"Contra Celso", libro I, 47.
"Mas ya que Celso introduce ese judío, favorable hasta cierto punto a Juan Bautista, que bautizó a Jesús, quisiera decirle cómo un escritor no muy posterior al mismo Juan y a Jesús dejó consignado haber existido un Juan Bautista, que bautizaba para la remisión de los pecados. Efectivamente, en el libro dieciocho de las Antigüedades judaicas (5,2 (116-119)) Josefo da testimonio de Juan como de un bautista que prometía la purificación a los bautizados. Josefo no cree que Jesús sea el Mesías; y así, indagando la causa de la caída de Jerusalén y de la destrucción del templo, cuando debía haber dicho que la causa fue la conjura contra Jesús y la fin que dieron al Mesías profetizado, no lo dice; si bien, acercándose un poco, como sin querer, a la verdad, afirma que aquellas calamidades les acaecieron a los judíos para vengar a Santiago, el Justo, hermano que era de Jesús, el llamado Mesías; pues siendo hombre justísimo, le dieron la fin". A este San tiago, dice Pablo, el genuino discípulo de Jesús, haber visto (), y lo llama "hermano del Señor", no tanto por el parentesco de la sangre o la común crianza cuanto por las costumbres y el espíritu. Ahora bien, si dice Josefo que la desolación de Jerusalén les advino a los judíos pos causa de Santiago, ¿no fuera más razonable afirmar que fue por causa de Jesús, que es el Mesías? Testigos de su divinidad son tantas iglesias, que se componen de hombres que, salidos de la ciénaga de los vicios, viven unidos a su Creador y todo lo enderezan al agrado del mismo."
En este texto, al que luego volveré, deja claro que en el año 248 d. C. Orígenes está leyendo una mención de Jesús que NO es la que ha llegado a nosotros pero que desde luego lo menciona. Porque dice “Josefo no cree que Jesús sea el Mesías”. Si Josefo no lo mencionara en absoluto diría: “Josefo no menciona a Jesús” o algo por el estilo.
La gran importancia de la cita de Orígenes es el año en el que se produce: el año 248 d. C. En esos años el cristianismo está muy lejos de tener el poder enorme que empezaría a tener un siglo después y por tanto no tiene la capacidad de falsificar TODAS las copias de un texto tan extendido como Antigüedades judías de Flavio Josefo. De una población total del Imperio de unos 60.000.000 de habitantes, en torno al año 250 d. C. se calcula que habría poco menos de 1.200.000 cristianos (Rodney Stark, “La expansión del cristianismo. Un estudio sociológico”), lo cual es un 2% del total, y no precisamente de las élites, sino todo lo contrario. La oposición al cristianismo era dura aún, pues el propio libro que contiene la cita “Contra Celso” es precisamente una respuesta a un ataque contra el cristianismo. Es más, muy poco después de la publicación del libro de Orígenes se desencadenó una persecución contra los cristianos promovida por el emperador Decio que, por cierto, provocó que encarcelaran y torturaran al propio Orígenes, el cual murió años después de las secuelas de aquellas torturas.
Es decir, que el cristianismo no podía en esa época secuestrar todas las copias circulantes de Antiguedades judías, falsificar “suavemente” el texto para que mencionara a Jesús pero sin decir que era el Mesías (si tuviesen ya ese poder ¿por qué no embellecerlo ya del todo?) y atreverse a responder, por medio de Orígenes, a una obra que denigraba a los cristianos mencionando el texto falsificado, dado que la engañifa sería muy prontamente detectada y harían el ridículo.
c) Todo en el texto es absurdo: El lugar donde aparece -el contexto- y el tipo de lenguaje utilizado, con esa mención a la "tribu de los cristianos" que clama al cielo. Por cierto, dicha expresión sólo aparece antes en Eusebio. Pero Josefo, cuando habla de sectas las denomina así, "sectas", y no "tribus", lo que para los alubio*s tiene unas connotaciones muy particulares.
El texto es absurdo por las interpolaciones y añadidos cristianos y, efectivamente, un análisis filológico lo tumba enseguida: la inmensa mayoría de los filólogos especialistas en Josefo están de acuerdo en que es un añadido. Análisis filológico del que te sirves ahora pero que luego despreciarás, al sostener que la cita de Juan el Bautista también es un añadido cristiano, cuando que yo sepa ningún filólogo serio ha sostenido eso. Lo mismo pasa con la cita de Jacobo, el hermano de Jesús.
En cualquier caso el contexto en el que aparece la mención de Jesús (no muy positiva, como se deduce de lo que dice Orígenes y por el mismo hecho de que fue embellecido) no es absurdo: está narrando los sucesos acaecidos durante el mandato de Pilatos y mete ahí a Jesús, que para Josefo no sería más que otro agitador que se ganó la fin a pulso, como los diez u once pretendientes mesiánicos y/o agitadores que desde la fin de Herodes el Grande (4 a. C.) fueron como eslabones de la cadena (según la visión de Josefo, que disculpa a los romanos) que desembocan en el estallido de la guerra en el 66 d. C. En ese periodo Josefo, sin contar a Jesús, nos cuenta de la existencia de diez agitadores y/o pretendientes a Mesías:
1º) Simón, un esclavo de Herodes que se coronó a sí mismo e incendió el palacio de Jericó.
2º) Atronges, un rudo y fornido pastor que se hizo coronar con una diadema.
3º) Judas el galileo, en dos actuaciones entre el 4-6 d.C.
4º) Juan Bautista, considerado ciertamente como mesías por sus partidarios (partidarios que sigue teniendo actualmente y que siguen creyendo que fue el Mesías: el mandeismo).
5º) Un gran jefe anónimo de celotas muerto en el 44 d.C.
6º)Teudas, del que hablan también en los Hechos de los apóstoles (5,36).
7º) El “profeta egipcio”, que tuvo más de tres mil seguidores.
Y ya cuando estalló la Gran Guerra, algunos de sus cabecillas se proclamaron mesías, como:
8º) Eleazar Ben Dineo;
9º)Menahén
10º) Simeón Bar Giora.
Por cierto, de casi todos ellos no sabríamos una sola palabra si no llega a ser por la breve mención de Josefo.
Así que me parece muy verosímil que Josefo incluyera en ese catálogo de pretendientes a Mesías a:
11º) Jesús llamado el Cristo, que fue crucificado durante el mandato de Pilatos.
¿Tan difícil te parece admitir algo tan sencillo, Nefersen?
Sobre el "llamado el Cristo" del libro 20.
En absoluto. En este caso, el texto claramente es auténtico, salvo por la interpolación piadosa "llamado el Cristo". Expresión muy utilizada por Mateo, el evangelio más popular del momento: .
Mateo 1:16
y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
Mateo 27:17
Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?
Mateo 27:22
Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: !!Sea crucificado!
Como se ve, la filogía de esta expresión apunta claramente a un copista cristiano, y no al judío Josefo. Porque si así fuera, hubiera tenido que aclarar a sus lectores griegos a qué se refería con esta extraña expresión, que sólo aparece ahí.
Dices que el único añadido es la expresión “llamado el Cristo” y que esa expresión la usaba mucho el evangelio de Mateo, el evangelio “más popular del momento”. ¿De qué momento? ¿Del momento en que se escribe Antiguedades judías? ¿Sostienes que el falsificador cristiano logró colarla en todas las copias en cuanto Josefo escribió la obra? Como eso no tiene sentido debes referirte, por lógica, a que el evangelio de Mateo era el más popular en el momento en que se produjo la supuesta interpolación, pero como no dices en qué año aproximado se realizó, no te puedo rebatir si en esa época el evangelio de Mateo era el más popular.
En cualquier caso, como es indudable que Orígenes dice que Josefo se refiere a “Jacobo el hermano de Jesús llamado el Cristo” en una obra escrita en el año 248 d. C., entonces debes situar la falsificación cristiana antes del año 248 d. C. Y entonces vuelves a tropezarte con el mismo problema irresoluble: que entonces debes demostrar que el cristianismo en esta época tenía el poder de falsificar todas las copias de una obra no cristiana como es Antiguedadades judías. Una cosa es que puedas falsificar obras propias (cristianas), que no salen de un círculo más o menos reducido de creyentes, pero otra muy distinta es una obra no cristiana como Antiguedades judías, muy difundida, y encima atreverte a usar la copia falsificada para contestar a una obra de Celso que pone a parir a los cristianos: conseguirías de este modo hacer el más espantoso ridículo causando un efecto contrario al que pretendes.
Por otra parte, para Josefo es habitual la expresión “llamado el (lo que sea)”. No solo se encuentra aquí, también en las siguientes: Juan llamado el Bautista, otro llamado Malco, Antíoco llamado Epífanes, Antíoco llamado Espondio, Antíoco llamado Dionisio, Demetrio llamado Acero, Herodes llamado Antipas, José llamado Caifás…
Ahora, asumiendo que esta coletilla es una interpolación -luego explicaré de donde viene todo-, veamos como queda esa supuesta "mención".
El texto es el siguiente (Antigüedades judías, 20.9.1):
"Ananías era un saduceo sin alma. Convocó astutamente al Sanedrín en el momento propicio. El procurador Festo había fallecido. El sucesor, Albino, todavía no había tomado posesión. Llamó a juicio al hermano de Jesús, cuyo nombre era Jacobo, y con él hizo comparecer a varios otros. Los acusó de ser infractores a la ley y los condenó a ser apedreados. [...]."
Te olvidas de continuar con el texto, para saber a qué se refiere:
"Pero los habitantes de la ciudad, más moderados y afectos a la ley, se indignaron. A escondidas enviaron mensajeros al rey, pidiéndole que por carta exhortara a Ananías a que, en adelante, no hiciera tales cosas, pues lo realizado no estaba bien. Algunos de ellos fueron a encontrar a Albino, que venía de Alejandría; le pidieron que no permitiera que Ananías, sin su consentimiento, convocara al sanedrín. Albino, convencido, envió una carta a Ananías, en la cual, lleno de indignación, le anunciaba que tomaría venganza con él. Luego, el rey Agripa, habiéndole quitado el pontificado, que ejerció durante tres meses, puso en su lugar a Jesús, hijo de Damneo."
Esto que pones es pura y dura especulación. Esta explicación que das ofrece los siguientes problemas:
1º) Si solo se le quita el añadido de “llamado el Cristo” el texto solo dice “al hermano de Jesús, cuyo nombre era Jacobo”, algo que no haría Josefo porque en su obra hay unos 20 personajes que se llaman Jesús y provocaría confusión.
Este problema no se presenta si la versión auténtica es la que ha llegado hasta nosotros: “Jacobo, el hermano de Jesús llamado el Cristo”.
2º) En esa hipótesis que propones se presenta a Jacobo, el hermano de Jesús (hijo de Damneo), antes de que aparezca o se mencione al propio Jesús hijo de Damneo, creando una enorme confusión al lector, que no sabe a quién se refiere y tiene que rebuscar sin éxito en los renglones precedentes. Lo lógico es mencionar antes de alguna forma a Jesús hijo de Damneo, cosa que no se hace porque aparece después.
Este problema no se presenta en la versión que ha llegado hasta nosotros, porque “Jesús llamado el Cristo” ya ha salido mencionado antes.
No es cierto además que Jesús el hijo de Damneo fuera, como dices, un personaje “extremadamente conocido”: la obra Antiguedades judías se escribe en griego para un público romano o de cultura griega, que no tiene ni idea de si un judío llamado así fue nombrado sumo sacerdote y que conservó el cargo menos de un año. Es más, no sabemos nada de lo que hizo o dejó de hacer, por lo que fue absolutamente insignificante. De hecho, sin la mención de Josefo no hubiéramos sabido nunca de su existencia.
Como se ve perfectamente, el pasaje describe un incidente donde un sumo sacerdote Ananias mata a Jacobo, el hijo de Damneo, hermano de Jesús. Agripa, indignado por este acto, decide restaurar el pontificado en la figura del hermano del fallecido, Jesús de Damneo. Naturalmente, uno puede inferir como la coletilla "hijo de Damneo" fue sustituida por "llamado el Cristo", dado que Josefo no presentaría al personaje sin aclaración. Esto es:
"LLamó a juicio al hermano de Jesús, hijo de Damneo, cuyo nombre era Jacobo". El copista sustituyó esta coletilla aclaratoria por "llamado el Cristo", y de ahí que el pasaje se vuelve incomprensible. Llama la atención que se presente a un personaje por el nombre de su hermano, si este no fuera sobradamente conocido, y, en efecto, Jesús, hijo de Damneo, como sumo sacerdote, era extremadamente conocido.
Los apologistas, tal como hace Anacarsis, suelen sacar el pasaje de contexto para que no se vea que un párrafo después aparece el nombre de Jesús, pero referido al verdadero personaje del que se habla. Así, se quedan con esa lectura torcida.
Pero supongamos que se estuviera refiriendo a Jacobo, "el hermano de Jesús, llamado el Cristo". ¿Podrías contestar a estas preguntas?
a) ¿Por qué se indigna el procurador romano Albino porque un sumo sacerdote ejecute a un hereje cristiano, hasta el punto de escribirle diciendo que "su venganza" será terrible? ¿Por qué se indignan "los habitantes de la ciudad" hasta el punto de pedir al rey que escriba al procurador romano contando el incidente? ¿Es que a un romano le iba a importar mucho la fin del hermano de un condenado por ellos mismos? Más bien se felicitaría, si fuera el caso... ¿no te parece? Desde luego, no amenazaría con "tomar venganza" en el mismísimo sumo sacerdote.
La respuesta es fácil y viene en el mismo texto: el procurador Albino se indigna porque el sumo sacerdote Ananías se está saltando a la torera el ius gladii de los romanos, o derecho en exclusiva a imponer la pena de fin. Se han atrevido a ejecutar a alguien si su permiso y eso estaba totalmente prohibido. De hecho, Josefo explícitamente dice de dónde viene el cabreo de Albino: Ananías ha convocado un consejo de jueces sin su permiso. Y lo ha hecho con evidente mala fe sabiendo que aún no había llegado a su destino porque se encontraba en camino, burlándose de su poder con esta excusa. Permítaseme el chiste: a Albino le han hecho una “alubia*da” y está cabreado. A Albino le importa un pepino la fin Jacobo, pero le han hecho la piola y han socavado su autoridad.
Por otra parte, no se indignan todos “los habitantes de la ciudad”, sino “los más moderados y afectos a la ley” de entre los habitantes de la ciudad. Es fácil imaginar que este colectivo se indignase ante la fin de una persona que, por muy hermano que fuese de alguien ejecutado 30 años atrás, se mantenía cumplidor de la Ley, como se deduce de los textos de Hechos y de las Cartas de Pablo, que además por lo visto tenía fama de “Justo” y que había en cierta manera “despolitizado” el mensaje de su hermano. Lo que tú llamas “hereje cristiano” a muchas gentes les costaría verlo así (ni Jacobo ni el propio Pablo dejaron nunca de considerarse como judíos), pues la comunidad de Jerusalén bien podría pasar como otra pequeña secta judía parecida en cierta medida a los esenios y que no hacía daño a nadie. Y también es fácil imaginar que la acción de Ananías al mandarlos lapidar tuviese apoyos entre otros sectores más severos, aquellos en los que militó el propio Pablo en sus primeros tiempos, pues él mismo reconoce en sus cartas auténticas con vergüenza que fue perseguidor de los cristianos hasta que, devorado por el remordimiento y la culpa (y esto es cosecha mía), tuvo una visión de Jesús resucitado y se pasó el resto de su vida compensando el daño de la mejor manera que podía.
b) ¿Cómo es que el rey Agripa, como castigo por este hecho, depone a Ananias y nombra a un tal Jesús, hijo de Danmeo, como sacerdote? ¿Qué relación puede haber entre "apiolar al hermano de Jesús, Jacobo, y nombrar a un tal Jesús como sumo sacerdote? ¿Mera casualidad? O sea, que la reacción del rey Agripa por apiolar a Jacobo, el hereje hermano del hereje Cristo, es nombrar a Jesús hijo de Damneo quien, naturalmente, andaba por allí en ese momento preciso. :
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Agripa depone a Ananías a instancia del sector más moderado y afecto a la Ley. Pero el motivo de deponerlo es convocar al consejo de jueces o sanedrín sin permiso de Albino, como queda claro en el texto y mucho más en mejores traducciones que las que has puesto. Es decir, que no importa tanto a quién mata, sino el hecho de mandar apiolar a alguien convocando ilegalmente el consejo de jueces.
No hay ninguna relación entre apiolar a Jacobo y nombrar a un tal Jesús como nuevo sacerdote: simplemente depone a uno y lo sustituye por otro. Que se llame Jesús no es una especie de “casualidad cósmica” como lo quieres hacer pasar, pues hay más de 20 personajes en la obra de Josefo que se llaman Jesús, que es un nombre frecuentísimo. De hecho, como tú mismo reconoces, al poco tiempo el Sumo Sacerdote Jesús el hijo de Damneo es depuesto por el propio rey y sustituido por otro Jesús, hijo de Gamaliel.
Cómo anecdota sobre la "objetividad" de Orígenes, recordar que se castró con 20 años para evitar las tentaciones. Hoy en día estaría en un psiquiátrico, y no citado como autoridad.
La noticia de que Orígenes se castró a sí mismo fue un bulo recogido por Eusebio, sí, ese del que dices que nunca te crees nada por sistema. Parece que ahora sí te sirve para socavar la autoridad de Orígenes. Parece ser que el bulo lo lanzó Demetrio, el Obispo de Alejandría, con el cual entró en conflicto Orígenes después de que este fuese ordenado presbítero por su amigo, el Obispo de Cesarea. Demetrio había intentado sin éxito que volviera a su ciudad natal, Alejandría, porque Orígenes ya tenía mucha fama y quería de vuelta al sabio. Pero como no volvió y se ordenó presbítero en Cesarea, lo acusó de insubordinación (debía haberlo nombrado él) y lanzó la acusación falsa de que estaba castrado, porque ningún castrado podía ser nombrado sacerdote. De hecho Demetrio se negó siempre a nombrarlo sacerdote.
Su testimonio sólo apunta a una cosa: Que tanto la interpolación sobre Juan el Bautista, como aquella referida a Jacobo, el hermano de Jesús "llamado el Cristo", existían desde los tiempos de Orígenes, mientras que el famoso Testimonio Flaviano fue posterior, a fin de "corregir" aún más al impío Josefo.
En resumen: como Orígenes cita en su obra “Contra Celso” escrita en el año 248 d. C. (y también en su Comentario a Mateo) que Josefo da testimonio de Juan el Bautista, que “no cree que Jesús sea el Mesías” (por lo que lo menciona) y que Jacobo era el hermano de Jesús llamado el Cristo, por fuerza, y así lo sostiene expresamente Nefersen, estas tres interpolaciones cristianas debían estar ya en todas las copias difundidas de “Antigüedades judías”, una obra no cristiana que no controlan, porque de otra manera no pasarían por auténticas y por tanto Orígenes haría el ridículo al citarlas en una obra que en la que pretende defender el cristianismo frente a un ataque furibundo.
Pero como resulta que en el año 248 d. C. el cristianismo no se encuentra ni mucho menos en posición para realizar tal hazaña (a punto de desencadenarse la persecución de Decio, al menos 70 años antes de la fecha en el que se toleró el cristianismo como una religión más), Nefersen se topa con un problema mayúsculo que se ha creado él mismo al intentar demostrar por todos los medios que Josefo, contra toda evidencia, nunca mencionó a Jesús llamado el Cristo.
Esperemos la respuesta de Nefersen a esto. Pero cualquiera que sea la explicación siempre irá contra la Navaja de Occam. Antes admitirá las explicaciones más retorcidas que la más fácil y sencilla. Lo importante es quedarse con el dato de que para Nefersen será imposible nunca bajo ninguna circunstancia admitir que Josefo mencionó a Jesús llamado el Cristo. ¿Por qué bajo ningún concepto puede admitir esto? Porque eso sería una grieta evidente en su hipótesis de que Jesús nunca existió.
Sobre el "hermanísimo" Jacobo.
No niego la existencia de Jacobo, perfectamente descrito por Pablo. Lo que niego es que sea "el hermano carnal de Jesús", algo que el propio Orígenes tiene dificultades para admitir: "y lo llama "hermano del Señor", no tanto por el parentesco de la sangre o la común crianza cuanto por las costumbres y el espíritu."
Pablo en Gálatas nunca lo llama "hermano de Jesús", sino "hermano del Señor" -en una sola ocasión-, lo que es tanto como decir "bautizado", pues Cristo es el primero de muchos hermanos -todos los cristianos-. Lo hace para distinguirlo de los apóstoles, dado que Jacobo no era apóstol. "Y no vi a ningún otro apostol, sino a Jacobo, el hermano del Señor".
Parece que Nefersen se alinea en esta ocasión con la Iglesia católica en eso de negar que Jacobo sea el hermano carnal de Jesús, de nuevo contra la evidencia textual. Está claro que Orígenes lo niega porque cree en la virginidad de María. Ahora a Nefersen le interesa hacerle caso al que antes motejó de loco de psiquiátrico porque le interesa, ya que sostiene que Jesús no existió y que por lo tanto no puede tener hermanos carnales.
Que Pablo en Gálatas lo llame “hermano del Señor” es exactamente igual que si le llama “hermano de Jesús”, pues Pablo llama a Jesús en sus cartas auténticas de cinco maneras (cito de memoria, no sé si me dejo alguna) y siempre refiriéndose al mismo personaje:
Señor Jesucristo = Señor = Jesús = Cristo Jesús = Cristo.
De hecho hay pasajes en los que Pablo expresamente dice que Jesús = Señor.
Romanos 10, 9-10:
“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.”
1ª Corintios 12, 1-3:
“ Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice de Jesús: «¡Sea anatema!», como tampoco nadie puede exclamar: «¡Jesús es el Señor!», sino por el Espíritu Santo.”
Por tanto, si Señor = Jesús, entonces, necesariamente, “hermano del Señor” = hermano de Jesús. En consecuencia Jacobo es el hermano de Jesús.
En cualquier caso Nefersen no explica por qué en este caso concreto decir “hermano del Señor” tiene importancia determinante por no decir “hermano de Jesús”. Sería la primera vez en Pablo que estas dos denominaciones no son intercambiables. ¿Sostiene Nefersen que decir “hermano del Señor” en vez de “hermano de Jesús” lo hace menos hermano carnal? ¿Por qué?
Efectivamente, no es lo mismo decir hermanos “en el Señor” o simplemente "hermanos" que ser “hermano DEL Señor”. En este último caso no se refiere a una especie de título honorífico, un “bautizado especial”, sino a que es un hermano carnal.
Si “hermano del Señor” es un título honorífico para el jefe de la secta, Nefersen debería demostrar que esto es así, pues no tiene precedentes, ni paralelos, ni continuación en el cristianismo. ¿Por qué, si era un título honorífico, no heredó el título de “hermano del Señor” alguien más a la fin de Jacobo?
Además significaría que “hermano del Señor” es uno, y solo uno. Pero nuevamente Pablo contradice a Nerfersen:
1ª Corintios 9, 1-5:
“¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy, porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
Contra los que me acusan, ésta es mi defensa: ¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber? ¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una hermana por esposa, como hacen también los otros apóstoles, los hermanos del Señor y Cefas?”
Aquí, aparte de volver a repetir que Jesús es el Señor, está Pablo dejando meridianamente claro tres cosas: que él es un apóstol (es decir, un enviado), y que por tanto tiene derecho a lo que Jesús había llamado “vivir del evangelio” (derecho que tiene, pero que Pablo se jacta de no usar): a comer y a beber a expensas de la comunidad cristiana, él y una eventual esposa cristiana que quisiera llevar (si fuera el caso), como hacen los demás apóstoles, los hermanos del Señor y Cefas.
Dime, Nerfersen: ¿cuántos “hermanos del Señor” honoríficos hay? Ya no es solo el Jefe: ahora hay más. Te respondo yo: “hermanos del Señor” son hermanos carnales de Jesús, y Marcos nos decía que eran cuatro:
Marcos 6, 3
“-¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.”
Y mira qué casualidad, uno de los hermanos se llama Jacobo. ¿Son “primos” estos “adelphós” (hermano, en griego) tal como, de manera ridícula, sostiene la Iglesia católica? ¿No sostienes tú que Marcos estaba “en el ajo”, es decir, relatando un pesher para iniciados? Si el evangelio de Marcos es un pesher ¿por qué hacer aparecer a los hermanos carnales de Jesús con esos nombres concretos? ¿Por qué hacer aparecer hermanos carnales en el pesher cuando solo unos 15 años antes Pablo estaba afirmando, según tú, que Jacobo era tan solo un hermano “honorífico”?
Una vez más, la dificultad insuperable para Nefersen es que no puede admitir lo evidente. En esta ocasión nuevamente tiene que forzarlo todo para que cuando diga “hermano del Señor”, no sea el hermano carnal de Jesús, porque se le derrumba todo. Así que veamos, a modo de resumen, los malabares que tiene que hacer para conseguir que le creamos:
1º) Pretende que creamos que cuando Flavio Josefo menciona al Jacobo hermano de Jesús llamado el Cristo es en realidad una falsificación que, vaya por Dios, ya se había logrado colar en el 248 d. C., cuando los cristianos no tenían poder para falsificar obras no cristianas. ¿O es que en esos años podían sustituir sin ser notados las copias de Antigüedades judías de las bibliotecas de Alejandría, de Roma, de Atenas?
2º) Pretende que nos traguemos que cuando Pablo dice que Jacobo es “hermano del Señor” no es lo mismo que decir “hermano de Jesús” (¿por qué esta vez, y solo esta, Jesús no es igual a Señor? …no lo explica), sino que es un hermano EN el Señor, a pesar de las evidencias textuales en las que diferencia a los simples hermanos a otros que son los hermanos DEL Señor.
3º) Tampoco explica las casualidades en el evangelio de Marcos y en Hechos de los Apóstoles, en los que aparece Jacobo, en el primero como hermano carnal, en el segundo como líder de la iglesia de Jerusalén.
Y todo por evitar a toda costa admitir que existió un hombre llamado Jesús que tuvo un hermano que se llamaba Jacobo y que este último se convirtió en líder de la iglesia en Jerusalén, supuesto este muy plausible y verosímil que no necesita ningún esfuerzo especial.
Por último, cito a Antonio Piñero, que daba esta respuesta muy ilustrativa de por qué Jacobo llegó a ser el líder de la comunidad de Jerusalén:
“Es totalmente seguro que la comunidad ****ocristiana mesiánica de Jerusalén tuvo como jefe a Santiago / Jacobo, hermano del Señor (que no era de los Doce) y no a Pedro. La razón: porque era una comunidad apocalíptica judía, orientada a la parusía inmediata de Jesús, en donde primaba la tradición judía: los jefes de tales grupos, una vez que fallece el fundador (en este caso Jesús) pasa a la familia de este. El ejemplo de los Macabeos es sintomático y clarísimo. Muerto Judas (166-161 a. C.), lo sustituye su hermano Jonatán (161-143 a. C.) y muerto éste su hermano menor, Simón (143-135), el último de los cinco hijos supervivientes de Matatías. Pedro, por tanto, fue relegado en la primacía de los “apóstoles” por Jacobo /Santiago probablemente porque era el hermano del Señor.”
Otros asuntos
1 Corintios 15
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
Nótese como lo único que no es "conforme a las escrituras" es la aparición a Cefás y a los Doce -ocurrrida en época reciente. (Obviamente, estos Doce no son los discípulos del evangelio, o serían 10 -al excluir al propio Pedro y Judas, ya fallecido, dejan ese número-). Pero los "conciliadores" querrán ver aquí alguna confirmación del evangelio. :
:
Resulta clarísimo que Cefas es Pedro y que los Doce son los mismos discípulos que serán mencionados por los evangelios años más tarde. Recuerda que aunque Judas ya no estaba entre los Doce, fue sustituido por Matías.
1º) Cefas es Pedro. Cefas en arameo significa roca, y Pablo usa ese nombre indistintamente con el de "Petros" que significa también roca en griego. Si en cambio fueran dos personajes diferentes ¿No te parece muchísima casualidad que haya dos apodados "roca" en el mismo grupo reducido?
El pasaje en el que queda más claro que son la misma persona está en Gálatas, porque si no son la misma persona el pasaje no tiene sentido:
Gálatas 2: 7-14.
"Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.
Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar.
Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.
Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.
Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? "
Cefas es un apodo que le puso el propio Jesús a un hombre que se llamaba Simón, como se encargan de explicar los evangelistas. Juan de hecho lo deja meridianamente claro:
Juan 1: 42.
"Y lo trajo a Jesús. Mirándolo Jesús, dijo:
—Tú eres Simón hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas —es decir, Pedro—."
Si Pedro no es Cefas... ¿Por qué Juan y todos los cristianos sin excepción estarían interesados en hacerlo pasar por tal? ¿Cual es el motivo de borrar de la historia a al "verdadero" Cefas, al que Pablo llamaba "columna de la Iglesia" para ocultarlo tras un tal Petros? En definitiva... ¿cual es el móvil del crimen?
Que diga que se apareció a Cefas y luego a los Doce no excluye a Cefas del grupo de los Doce: primero se aparece a Cefas solo, luego a los Doce en su conjunto, incluyendo a Cefas. Ahí tienes una explicación muy sencilla. Otra explicación: de la misma manera que cuando se dice algo de "Cataluña y España" no quiere decir ni mucho menos, que Cataluña no forme parte de España, en este caso también Cefas pertenece a los Doce.
A Cefas/Pedro se le da relevancia nombrándole a veces específicamente por encima de los grupos a los cuales sin duda pertenece, como para darle relevancia por su importancia. Ejemplos:
1º Corintios 9: 3-5
"Contra los que me acusan, ésta es mi defensa: ¿Acaso no tenemos derecho a comer y beber? ¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una hermana por esposa, como hacen también los otros apóstoles, los hermanos del Señor y Cefas?"
Marcos 16: 6-7.
"Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.
Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo."
¿Es que acaso Pedro no forma parte de los discípulos?
Marcos no menciona a los esenios.... ¿Por qué? ¿Quizá porque son ellos mismos, los pobres, los ebionim, los nazarenos? Por cierto, menciona a los zelotes, pero como formando parte de "los suyos".
Otra especulación pura y dura: como no nombra a los esenios, es que Marcos y su comunidad ¡son esenios! ¿Y qué hace un esenio en Roma, uno que no ha estado en su vida en Palestina, que debe explicar costumbres básicas judías y traducir del arameo, que usa la biblia Septuaginta, pero que usa en cambio un pesher para “iniciados” (¡romanos!)?
Que Marcos sea un romano escribiendo en griego -que es la hipótesis de consenso- no implica que no conozca la técnica del pesher. Por ejemplo, hay una versión griega de la gematría -la utilización de mensajes numéricos cifrados, típicamente judía-.
No obstante, Marcos no es un típico pesher, sino una parábola griega destinada a "escenificar" un repertorio de profecías para que sean más fáciles de recordar, y con ello crear un relato unitario y pedagógico muy efectivo. Lo único que toma de los esenios es la creencia mágica de que actualizando la historia se cumple la profecía.
Vale… ahora resulta que lo de Marcos ya no es el típico pesher, sino una parábola griega. Vamos avanzando, pero si admites que es una historieta con una base sobre un hombre real ya habremos avanzado más.
La actitud anti-judía crece en los evangelios posteriores, pero no es nada marcada en Marcos. El propio Isaíais - en su profecía- culpa a los judíos de la fin del Mesías. Lo original es meter a los romanos por medio, y hacer de Pilatos un ser justo y hasta compasivo -cuando sabemos que era un tirano-. Nótese como contradice a Filón, quien afirma que Pilatos practicaba ejecuciones sin juicio previo.
La actitud antijudía de Marcos es clara, lo cual no quiere decir que los otros evangelistas no lo superaran en esta actitud. Inaugura Marcos lo que después se amplificará más: los judíos conspiran contra Jesús y el complot lo conduce a la fin. Y efectivamente, Pilatos aparece como que quiso evitar la tragedia, pero por satisfacer a la multitud de los judíos manda crucificar a Jesús.
Y esto se supone que lo cuenta una especie de esenio-romano-griego, un “ebioním” (pobre) haciendo un “pesher-fábula griega” (!?) para “iniciados” que ni siquiera saben que los judíos se lavan las manos o se purifican en determinadas circunstancias. Lo siento, pero es un argumento que no se sostiene.
Se que abro la caja de Pandora, pero la cita de Josefo sobre Juan es tan falsa como las demás, y si lees los párrafos anteriores y posteriores verás como está interpolada, cometiendo unos fallos garrafales, como situar su prisión en una fortaleza donde, párrafos antes, se dice que está ya en manos del enemigo.
No es que abras la caja de Pandora, es que sostener que la mención de Juan el Bautista hecha por Josefo es falsa no se sostiene de ninguna manera. Por tres razones:
1º) Filológicamente lo que dices no tiene sentido. Lo que consideras falsificación está escrita con el léxico y estilo de Josefo, y ningún especialista serio ha sostenido que nos hallamos ante una interpolación. De la misma manera que por un análisis filológico pillamos las interpolaciones del “testimonio flaviano”, aquí nos lleva a afirmar con rotundidad que no ha sido falsificado. ¿O es que aquí de repente el falsario se convirtió en un experto con dotes tales que puede engañar a filólogos eruditos de 2000 años más tarde?
2º) Te tropiezas de nuevo con la cita de Orígenes en el año 248 d. C., que menciona que Josefo da testimonio del Bautista. Tendrás que probar que los copistas cristianos podían falsificar todas las copias de una obra no cristiana y muy difundida, ya tan pronto como la primera mitad (o antes) del s. III d C. Suerte con eso.
3º) En absoluto es cierto que Josefo cometa “fallos garrafales como situar su prisión en una fortaleza donde, párrafos antes, se dice que está ya en manos del enemigo”. Te concederé el beneficio de la duda y creeré que estás leyendo una traducción muy mala de Antiguedades judías, porque el párrafo de ninguna manera dice lo que tú dices.
Lo que dice es que la mujer de Herodes Antipas, al enterarse de que va a ser repudiada, y antes de que su marido advierta que se ha enterado, sale por patas y se refugia en la fortaleza de Maqueronte, fronteriza con el reino de Herodes y que pertenecía a su padre Aretas, es decir, al suegro de Herodes y hasta ese momento aliado (son familia).
Al poco estalla la guerra entre Herodes y Aretas, y Herodes sufre una aplastante derrota. Y es entonces cuando Josefo hace una de sus típicas digresiones y dice que entre el pueblo corrió el rumor de que Herodes había sido derrotado en represalia por haber apiolado a Juan llamado el Bautista, al que primero apresó, trasladó luego a Maqueronte y luego mandó decapitar. De manera clarísima está refiriéndose a un hecho (asesinar a Juan el Bautista) anterior a la guerra contra Aretas, cuya consecuencia es la venganza de Dios provocando la derrota contra Aretas. Cuando lo manda apiolar a Maqueronte es una ciudad aliada que pertenece a su suegro Aretas, no una ciudad enemiga, pues la guerra aún no ha estallado. Bajo ningún concepto dice que cuando manda a Juan Bautista a Maqueronte la guerra con Aretas ya ha empezado y que por tanto lo está enviando a una ciudad enemiga.
¿Y por qué lo manda apiolar a una ciudad que no es suya, sino de su suegro y por entonces aliado? El texto te da los motivos: Herodes temía la enorme capacidad de persuasión de Juan Bautista y que esto ocasionase un levantamiento popular puesto que las gentes daban la impresión de que harían cualquier cosa si él se lo pedía. Así que primero lo apresa, luego lo traslada a Maqueronte, fuera del alcance de sus partidarios fanáticos, y allí lo manda apiolar.
4º) Un hipotético falsificador cristiano habría armonizado la interpolación que supuestamente nos quiere colar en Antiguedades judías con lo que se dice en los Evangelios sobre Juan el Bautista. Pero esto no ocurre, porque la cita contenida en Antiguedades judías y que según tú es una interpolación cristiana contradice a los evangelios:
Antigüedades judías:
“[…] Pero algunos judíos eran de la opinión de que el ejército de Herodes había perecido por castigo de Dios, quien de esta manera habría castigado muy justamente a Herodes en represalia por la fin de Juan, de sobrenombre el Bautista, a quien efectivamente había apiolado Herodes, a pesar de ser Juan un hombre bueno, quien incluso recomendaba a los judíos que practicaran las virtudes y se comportaran justamente en las relaciones entre ellos y piadosamente con Dios y que , cumplidas estas condiciones, acudieran a bautizarse, puesto que solo así Él consideraría aceptable su bautizo, no si lo utilizaban para el perdón de los pecados, sino si acudían a bautizarse para la purificación corporal y para ninguna otra cosa, al dar por sentado que su alma estaba ya purificada de antemano con la práctica de la justicia.”
Y en cambio en Marcos 1, 4:
“Bautizaba Juan en el desierto
y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados”
En resumen: que en la cita de Josefo, Juan NO bautiza para el perdón de los pecados y en Marcos sí. ¿Qué sentido tiene que un falsificador cristiano introduzca un elemento de contradicción contra uno de sus evangelios?
Juan es tan mítico como el propio Jesús, y no tienes más fundamento para afirmarlo que "los evangelios". Juan no es más que el Elías que predice la aparición del Mesías -conforme a las profecías-, y así se le presenta, como Elías renacido. Todas sus "palabras" están tomadas de las escrituras, y además, no se oculta:
Marcos 1
2 Como está escrito en Isaías el profeta:
He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.
3 Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor;
Enderezad sus sendas.
Lo que hace Marcos aquí es exactamente lo que dije en mi primer post: como el bautismo de Jesús por parte de Juan le causa problemas (parece que Jesús está subordinado a Juan o que se bautiza para arrepentirse de algo), intenta justificarlo con unas supuestas citas bíblicas que hagan parecer que todo estaba previsto y que se cumple una profecía de Isaías. Pero Marcos hace trampas: dice que cita a Isaías pero lo que hace en realidad es una mezcla de frases del Libro de Isaías, de Malaquías y del Éxodo. Así cualquiera fabrica una profecía.
Sin sorpresa para mí, ni Pablo ni nadie antes de los evangelios citan JAMÁS a Juan el Bautista. Tú tendrás que explicar por qué...
Eterno argumento tuyo: si Pablo no lo menciona, es que no existió. Obviando que las cartas auténticas de Pablo (solo nos han quedado siete) son escritos de ocasión que se escriben para cosas muy determinadas, y no tratados meticulosos de teología ni biografías.
En cambio, para mí y para la inmensa mayoría de los especialistas, el caso de la existencia de Juan el Bautista viene demostrada en la cita de Josefo que, como he demostrado más arriba, no es una interpolación cristiana.
¿Y el mundo entero se convence de lo que dicen un grupo de "visionarios" sin prueba alguna? ¿Puedes darme algún ejemplo de esto en los últimos 2000 años? ¿Alguna religión que haya surgido de un grupo de alucinados y haya triunfado masivamente?
Este argumento tuyo, que aparece en casi todas tus intervenciones, es de los más endebles. Según tu propia explicación del origen del cristianismo, los primeros cristianos deberían igualmente calificarse de alucinados, porque no niegas las visiones ni las revelaciones, sino que estas no están basadas en un personaje real, sino en uno que se “manifiesta”, y que para explicarlo, copian la técnica esenia judía del pesher.
No, Nefersen. El mundo entero de ninguna forma fue convencido por un grupo de visionarios. Ni lo ha sido ni lo será. Lo que parece que dices es que los primeros cristianos, según tú, dejan de ser menos alucinados porque Jesús no existiese realmente, lo cual para mí resulta ser al contrario.
En cualquier caso, en mi opinión, desde una perspectiva de una persona medianamente culta del siglo XXI, las evidencias textuales existentes nos llevan a la conclusión de que efectivamente, los cristianos del s. I d. C. eran unos alucinados, con gran abundancia de ignorantes entre sus filas incluso con las medidas de aquellos tiempos. Voy a poner algunos ejemplos, ya verás lo fácil e injusto que es que, para una persona del s. XXI, aparezcan los cristianos como unos alucinados:
-. Pablo describe en Tesalonicenses la inminente llegada de Jesús, que él sin duda verá:
1 Tesalonicenses 4:13-18
“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.”
Así que suena la trompeta, resucitan los muertos (con cuerpo celestial, por cierto) y los muertos resucitados y los vivos (y, como es algo inminente, Pablo está seguro de que él estará vivo), todos son arrebatado a las nubes…Quédate con el detallito de la trompeta.
E insiste en el final inminente en 1 Corintios:
1 Corintios 15:50-55
“Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. Os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos tras*formados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos tras*formados, pues es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción y que esto mortal se vista de inmortalidad.”
Insiste en que él, Pablo, estará vivo cuando venga Jesús cuando toque la trompeta “porque se tocará la trompeta”. ¡Qué obsesión con la trompeta! Ya me lo imagino sobresaltado cuando por casualidad alguien en las cercanías tocara una trompeta:
-¿Has oído Bernabé? ¡La trompeta! ¡Jesús viene! ¡Maran athá!”
Que los cristianos tenían fama de locos, alucinados e ignorantes en el s. I es algo reconoce el propio Pablo:
1ª Corintios 1:18-23
“ La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios, pues está escrito:
«Destruiré la sabiduría de los sabios
y frustraré la inteligencia de los inteligentes.»
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el que discute asuntos de este mundo? ¿Acaso no ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Puesto que el mundo, mediante su sabiduría, no reconoció a Dios a través de las obras que manifiestan su sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
Los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura.”
1 Corintios 1:25-29
“Considerad, pues, hermanos, vuestra vocación y
ved que no hay muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios;”
1 Corintios 2:1-5
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría, pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.”
Y mira cómo era la Cena del Señor en la iglesia de Corinto: un auténtico cachondeo donde unos se hartaban de comer sin esperar que llegaran los demás, otros se emborrachaban:
1 Corintios 1:17-22
“Al anunciaros esto que sigue, no os alabo, porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. En primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Es preciso que entre vosotros haya divisiones, para que se pongan de manifiesto entre vosotros los que son aprobados. Cuando, pues, os reunís vosotros, eso no es comer la cena del Señor. Al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y mientras uno tiene hambre, otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.”
1 Corintios 1:33-34
“Así que, hermanos míos, cuando os reunáis a comer, esperaos unos a otros. Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que no os reunáis para condenación. Las demás cosas las pondré en orden cuando vaya.”
Por no hablar de los “dones espirituales”: en las reuniones, unos “profetizaban” y lo que es más de alucinados, otros hablaban “en lenguas”, es decir, que practicaban el fenómeno que los psiquiatras denominan “glosolalia”: la vocalización de palabras incomprensibles, sin significado alguno, de secuencias rítmicas y repetitivas, que son propias del habla infantil, estados de trance y algunos cuadros psicopatológicos.
Lo curioso es que Pablo no lo critica, pues le parece perfectamente normal, sino que le echa la bronca a los Corintios porque en las asambleas (significado de iglesia) se producía el caos cuando muchos hablaban en lenguas a la vez, o muchos profetizaban en un galimatías cacofónico, y les recomendaba hacerlo “en orden”… Cualquiera de nosotros que lo presenciase pensaría, como muy poco, que estaban alucinados:
1 Corintios 14: 1-5
“Seguid el amor y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. El que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. Yo desearía que todos vosotros hablarais en lenguas, pero más aún que profetizarais, porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.”
1 Corintios 14: 23
“Si, pues, toda la iglesia se reúne en un lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?”
1 Corintios 14: 27-31
“Si alguien habla en lengua extraña, que sean dos o a lo más tres, y por turno; y que uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen lo que ellos dicen. Y si algo le es revelado a otro que está sentado, calle el primero. Podéis profetizar todos, uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados.”
1 Corintios 14: 39-40
“Así que, hermanos, procurad profetizar y
no impidáis el hablar en lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden.”
Te olvidas de mencionar que Isaías, 600 años antes "del evento" ya dice de su Mesías que "perforaron mis manos y mis pies", y que "repartieron a suertes mis vestidos". Así que este "detalle inconveniente" parece ser parte de la profecía ---¿o es que Isaías lo tomó de la historia real?
Claro que Isaías no profetizó nada ni se refería a Jesús de ninguna manera. El proceso para entender lo que hace Marcos y en general los primeros cristianos, incluido Pablo, es muy sencillo: tras el fracaso de Jesús, al que crucifican de manera humillante, y tras que algunos creyeran verlo resucitado por Dios, escudriñan las Escrituras para intentar justificar lo que ocurrió, e Isaías le viene al pelo, así como los Salmos y otros textos. En definitiva hacen calzar ciertos pasajes de las Escrituras con eventos que ya se han verificado o que son tan cercanos que pueden ser considerados como inevitables, un proceso conocido como “precognición retroactiva”.
Con las profecías de Nostradamus puedo hacer yo lo mismo sobre cualquier hecho importante contemporáneo. O con el libro preferido de los magufos: el Apocalipsis. O con las letras de Bob Dylan… y obtendré el mismo resultado.
Y Nefersen insistirá ¿y cómo una cosa así triunfa mundialmente? Para empezar es que no ha triunfado mundialmente, pero sobre todo no se hizo de la noche a la mañana. En los tiempos de Pablo, las comunidades cristianas eran pocas y sus miembros escasos, de tal manera que en la mayoría de las localidades cabían en el salón de una casa, que era donde celebraban sus reuniones. La comunidad de Roma era tal vez más grande, pero ni mucho menos numerosa.
Rodney Stark en su obra “La expansión del cristianismo. Un estudio sociológico” calcula que en torno al año 40 d. C. los cristianos se cifraban en torno a 1.000, y que desde entonces tuvo una tasa de crecimiento del 40% por cada década, lo cual está dentro de lo normal en una secta misionera exitosa.
El expansión del cristianismo fue un proceso que no fue por tanto milagrosamente rápido y requirió la tras*formación de esas asambleas de “alucinados” en otra cosa muy distinta. Y el éxito del cristianismo no estuvo, de ninguna manera, en que todos se dejaran engañar, sino en que las condiciones materiales estaban dadas para su triunfo. Estrategas brillantes como Aníbal o Belisario fracasan porque nacen y se desarrollan en condiciones históricas y sociales que impiden su triunfo. Y en cambio un general mediocre como Garibaldi triunfa porque las condiciones estaban dadas para ello en la Italia del s. XIX.
En el siglo I d. C. Pablo no funda ninguna nueva religión, como a menudo se lee por ahí: siempre fue judío (helenizado), y solo es lícito llamarlo cristiano si se consideraba que vivía su judaísmo “en Cristo”. Esperaba el fin inminente del mundo, tan cerca que él estaría vivo para verlo. Pero Jesús tardaba en llegar y sus seguidores intelectuales (Marcos y posteriormente el resto de evangelistas) reelaboran su teología y empiezan a acomodarla a la realidad. Estos cristianos “paulinos”, pagano-cristianos si se quiere, acabarían imponiéndose.
Había otra gran bloque de cristianos, no paulinos: los ****o-cristianos, que fueron muy golpeados por las guerras contra los judíos que acabaron en los desastres del 70 d. C. y 135 d. C. Pero sobrevivieron y siguieron considerándose los seguidores más directos de Jesús, del cual NUNCA dudaron de su existencia terrenal como hombre que vivió en un determinado tiempo y que fue crucificado. Tenían sus propios evangelios: el de los Nazarenos, el de los Hebreos, el de los Doce, el de los Egipcios, el de los Ebionitas… Por cierto, que mencionas a los “ebionim” afirmando que Marcos escribía y se consideraba de ese grupo, pero te olvidas mencionar que estos cristianos "ebionitas" rechazaban tajantamente a Pablo, al que llamaban falso apostol, y en su evangelio se le daba importancia preponderante a Jacobo, el hermano de Jesús. En cambio afirmas sin prueba alguna que si Marcos no menciona a los esenios es porque ellos mismos eran los ebionim, obviando que la teología de Marcos es de clara inspiración paulina.
Los concilios de Nicea (325) y Calcedonia (451) ya constatan la desaparición de otros cristianismos que no tengan como núcleo el paulismo. Los demás cristianismos son considerados heréticos: solo 4 de los 84 evangelios de los que se tiene noticia son los “elegidos”, todos con influencia paulina. Y las cartas admitidas son solo las que apuntalan, o al menos no discuten, los esquemas paulinos.
¿Y por qué el cristianismo triunfó?
El cristianismo paulino creó comunidades que satisfacían las necesidades de salvación de muchas gentes que de otra manera tenía que acudir a los cultos mistéricos (caros, con viajes obligatorios de peregrinación para iniciarse), con una amplia experiencia de comunidad y pertenencia a un grupo con ritos propios (“carismas” individuales, cenas en común, etc.), y sin que los nuevos iniciados varones tuvieran que hacer algo tan estropeado como circuncidarse de adulto (cosa que entraña peligro y te deja marcado en los baños públicos y gimnasio, donde se estaba desnudo) o que se tuvieran que cumplir los ritos de pureza o el cumplimiento de toda la Ley de Moisés.
Además de ello, y esto es lo principal, como ha ocurrido en muchas otras comunidades que han tenido éxito a lo largo de la Historia, practicaban el apoyo mutuo y la solidaridad, ofreciendo una especie de “seguridad social” que el Imperio no ofrecía: asistencia a viudas y mujeres en general, huérfanos, ancianos, enfermos, pobres, presos, etc. Y la “caja de resistencia” la controlaba la jerarquía de la comunidad. Un auténtico Estado dentro del Estado, tal como acusaba Celso a los cristianos ya en el siglo II d. C.
Esta red de solidaridad y apoyo mutuo mezclado con una marca identitaria muy acentuada ha sido una fórmula exitosa muchas veces: se probó en el judaísmo, se hizo en el cristianismo primitivo, lo hizo el Islam y lo sigue haciendo (apoyo a Hizbulá en el sur del Líbano, que tiene escuelas, hospitales, ayuda a los necesitados, etc), logró que se extendiera el anarquismo como la pólvora por España en la segunda mitad del siglo XIX y primera tres décadas del XX, etc.
En definitiva, y para concluir: no hay nada "mágico" ni excepcional en la extensión y éxito del cristianismo.
Un saludo.