repruebo acumular trastos. Es de nacimiento. Durante muchos años mis pertenencias pesaban menos que yo. Me mudaba en una hora. Yo estaría contento con los bosquimanos o esa gente: un arco, una docena flechas, dos recipientes con tapa, una manta y algo que corte. ¿Será por que soy pobre?. Pues seré pobre vocacional como San Francisco de Asís ("necesito poco, y lo que necesito, lo necesito poco").
Conozco personas que dicen tener cosas pero en realidad las cosas les poseen. Casas invadidas, trasteros llenos, garajes llenos, armarios llenos de cosas... de las que usan un diez por ciento si llega. Y les estorban, físicamente. Hacen su vida peor. Igual otro puede ser feliz con una nave industrial llena de trastos, y me parece bien, sobre todo si es su decisión, tiene una nave, y usa los trastos. Pero si te hacen la vida incómoda, no merece la pena. Los vinilos del Fary del tío Antonio, y los abrigos de la abuela que no se los pondría ni Mario Vaquerizo, fuera. Si hay tiempo, anuncio baratito en wallapop, pero ojo que al final es otra currada, trasto por trasto.