Feyerabend
Madmaxista
De acuerdo en todo. Mi evolución es similar, salvo en que solo tengo una propiedad por no haber pillado una crisis con capital disponible al ser demasiado joven pero eso refuerza la idea de que incluso después de la crisis del 2008 se puede invertir. Si diré que en Espania es más difícil y eso lo corrobora mi grupo de conocidos, los que están fuera en general han podido emanciparse y tienen propiedades y los que están en Espania todavía sufren y están o de alquiler o en casa de sus padres en mayor proporción.Sin acritud: Me encantaría saber edad y patrimonio de todos los que estais tan deacuerdo.
Mi caso:
- 20 años: 400 euros en el bolsillo, sin casa y con un curro de cosa. Primer intento de "hinbezión" fallido via FOREX por ser gilipishas.
- 30 años: Primera vivienda comprada (piso paco de cosa) y pagada. Primera cartera "buena de valores".
- 40 años: Cuatro viviendas compradas y pagadas. Terminando la hipoteca de la quinta. Cartera de valores de seis cifras via inversión pishavieja y reconstrucciones de carteras via macro.
- Hoy: Vendida una vivienda y hace años también añadí un garage extra que alquilo.
En ningún caso he recibido herencia ni me ha tocado ninguna lotería ni me han enchufado en nada. Aqui el secreto que ofrezco en mi bestseller inventado "sentido común, ese gran desconocido":
Paso 1. Ahorrar como un cabrón, pluriempleo, dejar de ser casapapi para aprender a manejar el dinero.
Paso 2. Cuando tengas suficientes ahorros, comprar la vivienda mas pequeña y cutre que puedas. Solo y sin que se enteren ni tus padres ni tus amigos ni tu novia/esposa (porque querrán que compres algo mas grande). Plazo fijo siempre. Máximo a 20 años. Peregrinar por no menos de 9 bancos. Imprescindible: Debes hacer la compra coincidir con una crisis financiera (la mia la hice con la crisis del 2005-08).
Paso 3. Con la vivienda pagada aprender a invertir. Mínimo un año con cartera demo. Leer libros de gente que lleve años en ésto. Aprender fundamentales.
Paso 5. Paciencia y montar tus carteras viviendo la vida como una persona normal. La felicidad no te la dá un casoplón ni un móvil guapo, sino buenos amigos y una buena mujer.
Esto supongo que también tiene sesgo puesto que el que emigra normalmente tiene un perfil más de arriesgar que el que no y eso puede explicar la diferencia, pero es curioso.