Yo conozco un poco el tema porque los estancos y las loterías son valor refugio para gente aburrida y con pasta. Cuando algunos profesionales liberales se van a jubilar de lo suyo y están un poco ociosos, algunos se compran un estanco o una administración de loterías. Y no una farmacia porque, al no ser farmacéuticos, lo tienen crudo.
El resultado es... que salvo ubicaciones excepcionales, casi todo está a la venta, lo que indica que estamos ante malos negocios en términos de rentabilidad. Además, los precios están estandarizados, lo mismo en Cáceres que en Málaga que en Asturias... excluyendo las buenas ubicaciones... todos los demás siempre rondan los 200.000 euros, parece un precio mágico que pide todo el mundo "que se jubila". Da igual que investigues y veas que el negocio lo lleva el hijo del lotero que tiene 43 años... o el hijo del estanquero con 49 años... la excusa siempre es "se vende por jubilación" y quien te lo enseña es el "abuelo", pero el negocio está a puesto a nombre del hijo, que ni que decir tiene, está hasta los cataplines de estar en un negocio que apenas le reporta 1000-1500 euros cada mes con los riesgos, peligros y apalancamiento que tiene.
Un conforero decía antes que los estanqueros tenían el rol de meros dispensadores, o así se sentían... pero eso ha cambiado.
Yo he visto a profesionales, por ejemplo, abogados o médicos, con 50-60 años, pillar estancos y les ha quedado claro que eso no daba dinero "al estilo tradicional". ¿Porqué? Pues porque si deja 1500 euros netos... es trabajándolo tú... y el jefe de servicio del hospital que ha invertido en el estanco, no se va a ir a vender las cajetillas en el día de descanso, así que necesita a dos empleadas y dos turnos... o a una empleada que haga horas extras... y en cuanto metes esos costes te encuentras en números gente de izquierdas.
Hoy por hoy, un estanco solo da números positivos como autoempleo, o sea, que palmas tú los 200.000 euros... y te pones al día siguiente de alta como autónomo a vender tabaco echando más horas que el chino y con los peligros y riesgos de que te den un palo en cualquier momento en que llevas el dinero al banco o te pongan una navaja en el cuello cuando estés abriendo o cerrando. Evidentemente, esto dura lo que dura... hasta que te cansas y pones el cartel de "traspaso por jubilación", aunque tengas 44 tacos recién cumplidos, porque no vas a decir que ese trabajo es una esclavitud reglada a beneficio del Estado, que es el que se mama todos los beneficios.
Cuando digo que hoy el estanquero no es un mero dispensador me refiero a que quien invierte en esto, antes de pasarle el mochuelo a otro orate inversor, intenta mejorar los números, y mete chicles orbit y todo tipo de merchandising y figuritas en el estanco, para ganar con los muñecos y las gominolas lo que no gana con el tabaco. También hace la ruta de los bares, ofreciendo a los bares poner una maquinita de tabaco con buenas condiciones, negociadas contigo, que eres el estanco de su radio de acción.
Sin embargo, a no mucho tiempo, te das cuenta de que ni vendiendo chicles orbit te merece la pena el riesgo ni el apalancamiento... y tampoco con maquinitas en bares "amigos" (porque el que mete el tabaco y coge recaudación es un tercero y no tú y parte del poco beneficio se lo lleva ese externo)... y es cuando, con la mejor sonrisa, pones tu anuncio y dices: "este negocio va formidable, pero vendo por jubilación".