Recuerdo que cuando yo tenía 15 años fuimos a un lugar en medio de la naturaleza, lejos de la población pero dentro del término municipal de un pueblecito llamado Sant Iscle de Vallalta, en la comarca de El Maresme (Barcelona). Ese lugar se llama
Dones d'aigua (mujeres de agua). Éramos unos nueve chicos, plantamos las dos tiendas de campaña muy cerca del río. Pero se puso a llover a punta pala, y quedamos hechos una sopa, las tiendas de campaña no nos protegieron, entraba el barro y el agua dentro. Pues bien,
vimos tritones por alrededor.
A la mañana siguiente, vimos pasar por el camino a un pastor, que nos indicó el camino para llegar hasta una casa abandonada en lo alto de una montaña que la llamaban
La Cargolera. Nos pusimos en camino y en efecto, la encontramos. Fue nuestra salvación, nuestro refugio. Estuvimos día y noche quemando leña que había en la casa para calentarnos y colgar cerca la ropa para que se secara, quedamos desnudos. Cuando la leña se acabó, arrancamos la puerta y la quemamos también, después de discutir si era o no lo mejor, ya que sin puerta entra fío, pero sin fuego también.
Viene a cuento por lo de los tritones, asociados a la humedad. Y sí, cuando regresamos a nuestras casas buscamos información sobre ese animalito en la enciclopedia (no había internet) y en efecto,
¡viven en lugares muy húmedos!
Por cierto, el agua del río debía de ser muy buena.
Ver archivo adjunto 1913064 tritón