El banco te presta un dinero que no tiene. Nos pongamos como nos pongamos, el origen de la crisis monetaria en la que estamos es ese. Yo te dejo un dinero que no tengo, pero tú, de lo que cobras cada mes, me das la tercera parte para amortizar una hipoteca que, aunque se constituyó sobre dinero ficticio, a la hora de devolverlo, el dinero vaya que si es real.
Con todo y con eso, los bancos son capaces de perder dinero. Imagínate que un pescadero hace como que te da un kilo de sardinas, realmente están pintadas en un papel y tú le das los tres euros. Pues ese pescadero dice que pierde pasta con la pescadería. Acojonante, ¿no?
La peor cosa que le puede pasar a un banco es lo que eufemísticamente llaman "crisis de liquidez". Que no es más que los clientes retirando sus depósitos y ellos al final, no tienen pasta para devolverlos, ni siquiera de la inventada, porque la pasta inventada tiene unos límites, como es obvio.
Periódicamente, el Banco de Europa hace unas simulaciones de cómo soportarían los bancos ese tipo de crisis.
Las crisis de liquidez en banca son duras. No hay más recordar la experiencia de entidades como Popular, Veneto Banca y Popolare di Vicenza. Para prevenir situaciones similares, e
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Es lo que llaman "Stress tests". Lo que quiere decir es cuánto tiempo aguantaría un banco si no entrara ni un depósito ni pudiera acceder a liquidez adicional. Como vemos, aguantar 6 meses es una heroicidad, porque hay bancos que cerrarían a la mañana siguiente.
Así que, el bail out (rescate) que habrá que hacer de las compañías energéticas, la inflación y varios otros factores van a precipitar una crisis de liquidez que ya asoma. Europa va a ser Líbano 2.0.
Lebanon's banks are to remain closed indefinitely due to ongoing "risks" to employees and customers, the Association of Lebanese banks announced Wednesday.
edition.cnn.com
En Líbano tú tienes tu pasta en el Banco, vas a por ella y te dicen que no. Vas a casa, vuelves con la escopeta, encañonas al director y entonces ya, sí. Eso ha pasado en Líbano y al final los bancos han cerrado. En Europa hay métodos que aseguran los depósitos. En España, en concreto, hasta 100.000 euros. Ante un problema de ese tipo, en la puerta de cada sucursal bancaria se pondría un funcionario del Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito con un saco de billetes de 100 euros, le enseñarías la cartilla de ahorros y te daría tu parte, le firmas un recibo y listo.
Esto, que quede claro, es una broma. Porque si un día el banco decide que te bombacha tu dinero, nadie (NADIE) saldrá a defenderte. Si algún día se llegase a cobrar una parte será tras un calvario judicial de varios años, y se cobraría de menos, en alguna cosa tipo deuda convertible en acciones del banco quebrado o algo así. No me gusta ser agorero, pero me temo que ya ha llegado el momento de no tener nada en el banco. En este momento ya es más peligroso tener mil euros en el banco que en el bolsillo.
Por lo tanto, aunque el sistema bancario y la política monetaria estén a punto de dar un cambio radical, la crisis de la liquidez está ahí, a la vuelta de la esquina. Y la liquidez a la demanda es lo que hace a Ripple distinto. Esta es la razón por la que invertí en XRP y por la que invertiría en acciones de Ripple si fuera posible. Porque presentan algo diferente. Presentan algo que da una solución (no es total, pero ayuda) al problema de la liquidez bancaria, liberando unos veintitantos billones de dólares.
La crisis de liquidez generalizada vendrá de golpe, como vino la de Lehman Brothers, o la de 1929. Un evento tira la Bolsa, tira los fondos de pensiones, todo el mundo necesita su dinero, no llega para todos, no hay liquidez, el sistema colapsa. Habrá gente, a punta de pala, que perderá mucho dinero, como ha pasado en todos los eventos de este tipo que han ido sucediendo. Comparativamente perderá el que menos tenga, como ha sucedido siempre.
Además, estos eventos coinciden con unos ciclos de 7 años. Estos ciclos han coincidido siempre con septiembre/octubre. Cito de Economic Times, un periódico prestigioso:
Shemitah, the last year of a seven-year cycle in the Jewish calendar, has several times in the past brought immense financial hardships.
m.economictimes.com
De los últimos: El flash crash de 2015 (principio de Septiembre), Lehmann Brothers (15/09/2008), y el crash por el 11-S en 2001. Siempre se dan en los alrededores de estas fechas. Este año el final del ciclo es....