SHARKHAN
Madmaxista
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Hamijos, este finde he estado en Salamanca, ciudad preciosa y monumental, pero de una jeta y caradura con el turista que no se sostiene en pie.
Cartel en la puerta, anunciando menú del día a 11 euros el cubierto, incluyendo pan, vino, agua, cerveza o sangría. Pues bien, viene el camarero y pedimos dos menús, nos pregunta qué queremos de beber, yo cerveza y el que venía conmigo una cocacola.
A la hora de pedir la cuenta me encuentro con la sorpresa de que en la factura viene 22 euros de los dos menús y 2.60 euros de cargo por una cocacola. En total 24.60. Llamo al camarero y le pregunto porqué se nos ha cargado el refresco, y me suelta: ¿Usted dónde ha leido que los refrescos estén incluidos en el menú? Incluye vino, agua, cerveza o sangría, pero refrescos no.
Yo le digo que román paladín que esto en mi pueblo se llama estafa, a lo que me responde que tenía que haber leído bien. Me levanto de la silla para irme directamente sin pagar y muy mosqueado, pero me detiene y me pide disculpas si ha habido algún tipo de confusión, y me que quitaría la cocacola de la factura.
Vamos a ver, criaturita, gañán y malnacido, si me pretendes clavar 2.60 por un refresco también deberías de deducirme de la factura la bebida incluida en el menú que no servistes por ponerme el refresco.
Esto es de traca, encima los restauradores se quejan de que no venden, que el sector está en ruina y tal y bla bla bla, cuando tratan como cosa a sus clientes y sólo quieren sacarle los ojos.
De los 11 euros que pagué de menú, más de cuatro euros no tendría de coste. Los spaguettis revenidos hechos del día anterior, el pan duro como cuernos de miura, y el helado semiderretido. Por no hablarte del pollo que venía con el arroz, estaría muerto del año pasado. Y encima pretenden estafarte.
A LA cosa, es para no entrar más a un puñetero bar en la vida.
Cartel en la puerta, anunciando menú del día a 11 euros el cubierto, incluyendo pan, vino, agua, cerveza o sangría. Pues bien, viene el camarero y pedimos dos menús, nos pregunta qué queremos de beber, yo cerveza y el que venía conmigo una cocacola.
A la hora de pedir la cuenta me encuentro con la sorpresa de que en la factura viene 22 euros de los dos menús y 2.60 euros de cargo por una cocacola. En total 24.60. Llamo al camarero y le pregunto porqué se nos ha cargado el refresco, y me suelta: ¿Usted dónde ha leido que los refrescos estén incluidos en el menú? Incluye vino, agua, cerveza o sangría, pero refrescos no.
Yo le digo que román paladín que esto en mi pueblo se llama estafa, a lo que me responde que tenía que haber leído bien. Me levanto de la silla para irme directamente sin pagar y muy mosqueado, pero me detiene y me pide disculpas si ha habido algún tipo de confusión, y me que quitaría la cocacola de la factura.
Vamos a ver, criaturita, gañán y malnacido, si me pretendes clavar 2.60 por un refresco también deberías de deducirme de la factura la bebida incluida en el menú que no servistes por ponerme el refresco.
Esto es de traca, encima los restauradores se quejan de que no venden, que el sector está en ruina y tal y bla bla bla, cuando tratan como cosa a sus clientes y sólo quieren sacarle los ojos.
De los 11 euros que pagué de menú, más de cuatro euros no tendría de coste. Los spaguettis revenidos hechos del día anterior, el pan duro como cuernos de miura, y el helado semiderretido. Por no hablarte del pollo que venía con el arroz, estaría muerto del año pasado. Y encima pretenden estafarte.
A LA cosa, es para no entrar más a un puñetero bar en la vida.
