-A buenas horas mangas verdes viene su merced a juzgar a los cuatreros. Uno se nos escapó de la guandoca y, claro, a los demás les ahorcamos hace una semana. Y antesdeayer retiramos los cadáveres porque había un pestuzo en el pueblo que no se podía aguantar.
Éstos eran la mayoría de los casos que solía juzgar el Santo Oficio, hasta que Napoleón acabara con aquella institución y la Santa Hermandad fuera sustituida por la policía, agrupación ésta mucho más moderna y actual para los tiempos que corrían.
Herejes y malconversos, por la historia que habíamos tenido, pues pocos habría en por aquí señor. Y después de lo de Zurragamurdi (1610 aprox), hasta en las brujas dejo de creer esa organización, pues un sagaz inquisidor hizo que una bruja de ésas se untase con esos ungüentos alucinógenos en axilas y en otras partes del cuerpo donde había buena absorción, como cuando hacía cuando iba a akelarres y veía al diablo y tal, y ésta lo hizo y, claro, había salido volando de la estancia convertida en mosca y visto al diablo y todo lo demás.
-Sí, éso mismo, menudo pedal maja. De ésta estancia no has salido en toa la noche, que yo doy fe.
Total que, como no son nuestros, caigan ésos pecaos sobre los herejes centroeuropeos ésos y sus inacabables guerras de religión. Aquí siempre hemos sido católicos y más papistas que El Santo Padre. Incluso hubo unos años en que hubo tres Papas ejerciendo el oficio e impartiendo doctrina, no le digo más.
Pero éso da para hilo nuevo.
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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.