Levantina plantea despedir a otros 160 obreros y reducir la jornada un 40% - Elda - INFORMACION.es
Levantina plantea despedir a otros 160 obreros y reducir la jornada un 40%
La marmolera, que ya tiró a la calle a 100 operarios y redujo el horario a otros 500, defiende la medida para evitar la quiebra
PÉREZ GIL La multinacional marmolera Levantina ha comunicado a los representantes de los trabajadores su intención de despedir a 160 operarios y ampliar la reducción de jornada laboral del actual Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en un 20%, lo que supondría rebajar en un 40% las horas que por ley deberían hacer los empleados. Los motivos que alega son los de siempre. La crisis de la construcción y la caída de las exportaciones que amenazan con provocar una quiebra técnica.
Las mismas razones a las que se aferraron los altos ejecutivos de la compañía para cerrar las factorías Marme, Bermármol y LAM 5 dejando en la calle a 100 empleados del grupo. Algo que han llevado a cabo en los dos últimos años. Desde que la poderosa multinacional de la piedra natural cayó en manos de las sociedades de capital riesgo. Un sector que tiene por filosofía sacar la mayor rentabilidad de cualquier negocio en el menor tiempo posible aunque para ello tenga que maquillarlo y trocearlo para luego venderlo.
La dirección de Levantina expuso el martes sus nuevos planes a los presidentes de los comités de empresa de las seis factorías de Novelda y comarca, en las que actualmente trabajan 620 personas. La respuesta espontánea fue de absoluto rechazo pero, al mediodía de ayer, los representantes de los obreros de los diferentes centros de trabajo reunieron a sus compañeros para informarles de las malas nuevas. Querían conocer sus opiniones de primera mano y el sentir mayoritario fue de total oposición a los despidos.
En cualquier caso, mañana una delegación de los comités de empresa de todo el grupo volverá a reunirse con los directivos de Levantina para exponerle el punto de vista de los trabajadores respecto a las pretensiones de la firma. La situación se prevé a priori muy complicada y el consenso entre ambas partes se vislumbra muy lejano atendiendo al acuerdo al que ya se llegó en febrero pasado, cuando 500 de los 620 operarios de cuatro de las seis factorías aceptaron someterse a un ERE en la modalidad de suspensión temporal y parcial de sus actividades. Un expediente de empleo que comenzó a aplicarse en marzo y que, en teoría, debería mantenerse vigente hasta el próximo mes de septiembre. Precisamente, en aquel momento tal ERE fue considerado por patronal y sindicatos como la "tabla de salvación" para evitar un ajuste de plantilla en forma de despidos acorde con la drástica reducción que la demanda de mármol ha experimentado este año. Pero, a juzgar por los últimos acontecimientos, la realidad distaba mucho de ser así.
Los trabajadores muestran su desesperación
Los trabajadores de Levantina con los que ayer contactó este diario se mostraban desesperados y coincidían en dirigir sus críticas contra los actuales directivos. Los responsabilizan de no conocer el sector, de hacer una gestión pésima y de incumplir todos los acuerdos alcanzados con CC OO y UGT desde que hace dos años el grupo cambió de manos. La preocupación de muchos de los obreros se torna angustia cuando piensan en el futuro de Novelda y del resto de poblaciones del Medio Vinalopó, una comarca que tiene en el mármol el motor de su economía. Levantina, por su parte, sólo acostumbra a comunicarse con la prensa con notas oficiales.
Levantina plantea despedir a otros 160 obreros y reducir la jornada un 40%
La marmolera, que ya tiró a la calle a 100 operarios y redujo el horario a otros 500, defiende la medida para evitar la quiebra
PÉREZ GIL La multinacional marmolera Levantina ha comunicado a los representantes de los trabajadores su intención de despedir a 160 operarios y ampliar la reducción de jornada laboral del actual Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en un 20%, lo que supondría rebajar en un 40% las horas que por ley deberían hacer los empleados. Los motivos que alega son los de siempre. La crisis de la construcción y la caída de las exportaciones que amenazan con provocar una quiebra técnica.
Las mismas razones a las que se aferraron los altos ejecutivos de la compañía para cerrar las factorías Marme, Bermármol y LAM 5 dejando en la calle a 100 empleados del grupo. Algo que han llevado a cabo en los dos últimos años. Desde que la poderosa multinacional de la piedra natural cayó en manos de las sociedades de capital riesgo. Un sector que tiene por filosofía sacar la mayor rentabilidad de cualquier negocio en el menor tiempo posible aunque para ello tenga que maquillarlo y trocearlo para luego venderlo.
La dirección de Levantina expuso el martes sus nuevos planes a los presidentes de los comités de empresa de las seis factorías de Novelda y comarca, en las que actualmente trabajan 620 personas. La respuesta espontánea fue de absoluto rechazo pero, al mediodía de ayer, los representantes de los obreros de los diferentes centros de trabajo reunieron a sus compañeros para informarles de las malas nuevas. Querían conocer sus opiniones de primera mano y el sentir mayoritario fue de total oposición a los despidos.
En cualquier caso, mañana una delegación de los comités de empresa de todo el grupo volverá a reunirse con los directivos de Levantina para exponerle el punto de vista de los trabajadores respecto a las pretensiones de la firma. La situación se prevé a priori muy complicada y el consenso entre ambas partes se vislumbra muy lejano atendiendo al acuerdo al que ya se llegó en febrero pasado, cuando 500 de los 620 operarios de cuatro de las seis factorías aceptaron someterse a un ERE en la modalidad de suspensión temporal y parcial de sus actividades. Un expediente de empleo que comenzó a aplicarse en marzo y que, en teoría, debería mantenerse vigente hasta el próximo mes de septiembre. Precisamente, en aquel momento tal ERE fue considerado por patronal y sindicatos como la "tabla de salvación" para evitar un ajuste de plantilla en forma de despidos acorde con la drástica reducción que la demanda de mármol ha experimentado este año. Pero, a juzgar por los últimos acontecimientos, la realidad distaba mucho de ser así.
Los trabajadores muestran su desesperación
Los trabajadores de Levantina con los que ayer contactó este diario se mostraban desesperados y coincidían en dirigir sus críticas contra los actuales directivos. Los responsabilizan de no conocer el sector, de hacer una gestión pésima y de incumplir todos los acuerdos alcanzados con CC OO y UGT desde que hace dos años el grupo cambió de manos. La preocupación de muchos de los obreros se torna angustia cuando piensan en el futuro de Novelda y del resto de poblaciones del Medio Vinalopó, una comarca que tiene en el mármol el motor de su economía. Levantina, por su parte, sólo acostumbra a comunicarse con la prensa con notas oficiales.