En México se enseñan dos historias de México mutuamente incompatibles

Aquí en España, al menos en teoría, la pública y la privada siguen los mismos planes. En la práctica hay un abismo entre ambas que se resume en que la pública está para hacer de ti una sarama y la privada está para formarte. Y en el resto de países me consta que es igual.

Supongo que eres un maestro de la gubernamental o simplemente un rojo de cosa. Al ignore te vas me gusta la fruta.
Te digo que no, en México un buen alumno de escuela publica o privada aprenden lo mismo en historia. La diferencia esta en idiomas, talleres y atención del profesorado. Hace 20 años había un abismo en el acceso a internet y computadoras
En la practica muchos alumnos de escuela publica pasan sin aprender un carajo y en la privada aprenden las cosas de la SEP en distintos gradientes.

Esa visión que tienes de la educación privada no es generalizada, es propia de algún maestro de derechas en Bachillerato (que son más comunes en colegios privados) y de grupos de facebook en los últimos 10 años.
 
El concepto de que todos eran españoles no nació hasta la Constitución de Cadiz (con el imperio ya muriendo). Antes de eso se hacía una clara diferencia y los indios no eran españoles.

Ser Súbditos de la Corona les convertía de facto en eso, súbditos, al igual que los peninsulares, y después ciudadanos, que es lo mismo pero suena más mejor. La diferencia está en depender de una Corona o de un Estado.

Si hoy Méjico se lanzara a la conquista de algún territorio y asumiera la responsabilidad de la vida y hacienda de los conquistados, pondría al mando a mejicanos por la sencilla razón de que interpretarían mejor los planes, y como naturales de su cosmovisión mejicana interpretarían mucho mejor el proceso de culturización mejicana. Con el tiempo, tal vez, pondrían en lugares relevantes del gobierno y la administración a los naturales conquistados una vez han manifestado su lealtad y, sobre todo, su adaptación a los nuevos modos. De esa manera se consigue que se infiltre en la cosmovisión conquistadora aquellos elementos indígenas "fuertes" que no colisionan con las nuevas doctrinas. Al final se obtiene un ecosistema cultural del que no se han excluido a los indígenas de cada zona y ese es también parte del mestizaje, que ya no sería solamente biológico sino también cultural. Espiritual si prefiere.

De ahí nacen las repúblicas cada cual con sus particularidades. Si la imposición española hubiera sido completa no se hubiera dado ese mestizaje no solo biológico sino tampoco cultural. Habría mayor homogeneidad más allá del idioma. Hoy el mundo hispánico puede presumir -dolor de muelas para indigenistas y racistas en general- de una diversidad compleja que al mismo tiempo se reconoce entre sí. Resulta paradójico que sea la diversidad un concepto esencial en el mundo actual posmoderno y no sepamos valorar la diversidad existente en los territorios del antiguo Imperio Español. Como ocurre con los acentos y las particularidades lingüísticas de cada región que no impiden una comunicación fluida, sus músicas, como expresión popular del alma hispánica mestiza, son queridas y valoradas en todos los territorios.

España se desbordó en América y lo hispano se enriqueció de todas su fuentes. Ese "hecho" no tiene parangón en ninguno de los procesos imperiales de su época, que es lo racional al afrontar estas cuestiones. Es injusto y menso juzgar aquello con los ojos actuales y además paradójico, porque se hace asumiendo completamente una cosmovisión occidental que además ha resultado la triunfadora en su lucha actual contra las brasas de lo que queda de aquel imperio.

El indigenismo, el comunismo, el fascismo, el liberalismo... son corrientes de pensamiento europeas y todas son secuelas directas e indirectas de la revolución protestante, justamente aquella que justificaba a los pueblos elegidos por Dios en su misión profética de la tierra prometida y las riquezas como testimonio de la alianza de Dios con ellos.

El indigenismo es un fenómeno que tiene sentido casi en exclusiva en Hispanoamérica. La razón es simple: encuentra descendientes de sus originales vivos en personas que al mismo tiempo que quieren luchar contra la herencia española se ponen en las manos doctrinales de los enemigos de aquella España que no dejaron en sus territorios coloniales -de colonia- a nadie que pudiera enarbolar esa arma ideológica contra sus intereses.
 
El concepto de que todos eran españoles no nació hasta la Constitución de Cadiz (con el imperio ya muriendo). Antes de eso se hacía una clara diferencia y los indios no eran españoles.
Que ideas más extrañas tienes en la cabeza. O sea que han nacido en territorio español pero no son españoles.
 
criollo 4. adj. Autóctono o propio de un país hispanoamericano, o del conjunto de ellos.
Y como ya te dijeron: los indios no eran españoles

Callado te ves mas bonito...
 
El concepto de que todos eran españoles no nació hasta la Constitución de Cadiz (con el imperio ya muriendo). Antes de eso se hacía una clara diferencia y los indios no eran españoles.
Isabel I discrepa y mucho contigo.
 
Que ideas más extrañas tienes en la cabeza. O sea que han nacido en territorio español pero no son españoles.
Mexa está equivocado, o probablemente lo sabe pero la realidad no le gusta.
En todo caso hay que matizar una cosa, en España rigió y rige el Ius Sanguinis desde tiempo inmemorial, ocurre que en el caso de las Indias a los habitantes de allí de forma yo diría que excepcional se les reconoció como súbditos desde casi el principio.
 
Mexa está equivocado, o probablemente lo sabe pero la realidad no le gusta.
En todo caso hay que matizar una cosa, en España rigió y rige el Ius Sanguinis desde tiempo inmemorial, ocurre que en el caso de las Indias a los habitantes de allí de forma yo diría que excepcional se les reconoció como súbditos desde casi el principio.

A ver solo repite como un loro la doctrina del norte.

Porque los indios yanquis eran de facto extranjeros en su propia tierra. Y por simple proyección suponen que en la América Hispana tenía que ser igual. Cuando la cosa era mucho más compleja. Podían existir "repúblicas de indios" que si nos ponemos muy flexibles igual se podrían asimilar a una reserva pero con notorias diferencias y particularidades, y luego la inmensa mayor parte de la población que era mestiza en distinto grado y que NO ENCAJA EN LA COSMOVISIÓN anglosajona y racista de las cosas, porque simplemente es un fenómeno QUE NO TIENE PARANGÓN ALGUNO dentro del orbe protestante. NO existe país alguno, perteneciente al imperio británico, holandés, alemán o incluso francés que se pueda considerar mestizo. NI UNO.

Por tanto aplican su visión simplista de las cosas, su propia experiencia criminal al resto por pura ignorancia y también malicia. Indio bueno exterminado, colonizador blanco exterminador. Porque simplemente el mundo hispano, la experiencia hispana NO LES CABE en la cabeza. Les pasa por delante en varios siglos.

A eso le aplicas para colmo el barniz marxista promocionado por la URSS y los comunistas para convertir en satélites socialistas a todos los paises hispanoamericanos, donde una vez más todo se resume en indio bueno explotado, europeo blanco malo y explotador y ya tienes el coctel completo.
 
¿No les resulta sorprendente que bajo la mirada presentista del pasado no se destaquen las singularidades positivas del modo de hacer de España en esos aspectos que hoy se nos quieren imponer con calzador? Hoy se habla indistintamente de diversidad o de mezcla como si ambos valores fueran el mismo, es decir, un paso adelante en la forma de concebir las relaciones humanas globales superando todos los tabús "antiguos". España lo hizo adelantándose siglos a esta modernidad sintética que toma el libro por las hojas, es decir, que sin un criterio profundamente humano enraizado en el espíritu cristiano católico se toman sus efectos como causas de lucha contra el racismo y el heteropatriarcado... Es como querer congelar una bonita sonrisa despreciando la alegría del corazón que la hace posible. Miramos como bobos -nos obliga esa cosmovisión bárbara de las cosas- los frutos del árbol como los tetrabrik de leche y ya no son necesarios en nuestro recorrido mental por el origen de las cosas ni el árbol ni la vaca. ¿Han escuchado algún reconocimiento en favor del humanismo católico español? No salvo a los que reivindican la obra de España. Para el resto del planeta, inmerso en la cultura bárbara protestante, no puede escribirse en la misma frase humanismo y católico pues es tan grande el rechazo que causa el aspecto religioso que no le pueden reconocer ningún mérito humano.

Elvira Roca ya advirtió de la profunda catarsis que el humanismo sintético de la modernidad progre va a causar en esos países en los que los indígenas son pocos además de extranjeros en su propia tierra, como se ha mencionado unos comentarios más arriba. De repente, ese buenismo presentista desde el que siguen alimentando la Leyenda de color se les volverá en contra -ya lo está haciendo- y no podrán asumir jovenlandesalmente el relato real y extremadamente cruel del origen de sus naciones. No eran los indios los que cortaban las cabelleras a sus víctimas, no al menos de manera original. Fueron los franceses los que pusieron precio a las cabelleras indígenas y cuyo valor no era el mismo si se trataba de varones, hembras o niños....Hasta ahora ha sido un símbolo de lucha contra la barbarie india y una escusa para acabar con esas "fieras". ¡Cómo no ponerse de parte los colonos nor-europeos cuando la brutalidad india les arrancaba sus doradas cabelleras! Ante tamaño afrenta a su leyenda rosa no les quedará más remedio que seguir culpando a España de sus propias atrocidades pues fue España la que les puso en bandeja expresarse como lo hicieron después del Descubrimiento. No les quepa duda de que la rana es culpable por dar una oportunidad al escorpión para salvar su vida y hacer lo que se espera de un escorpión. ¿Se puede ser más cínico?

Y lo peor no es eso en tanto que se trata de los efectos de su propia cultura. Lo peor es someter a profundo análisis crítico los "motivos" y justificaciones que lo hicieron posible. El modo en que pensamos condiciona nuestras obras y hay obras que representan con un realismo cruel e insoslayable el cariz jovenlandesal que hasta entonces quedaba en simple debate de ideas. Ya no serán las ideas y sus verdades o falsedades las que centren la atención dialéctica asumiendo que a su modo todos comparten algo de verdad y mentira. Serán las obras, vistas, analizadas y criticadas desde sus fundamentos teóricos, las que centren en un futuro cercano el debate sobre las ideas detrás de ellas. Eso equivale a ir tan lejos como al corazón mismo de la cosmovisión religiosa, que ya no quedará en una cuestión de teologías ni de clérigos o predicadores, sino a su influencia innegable como justificación o auto chantaje.

Es de esperar que arrecie la tormenta porque muchos pueblos están acostumbrados a sus épicas luchas y a sus héroes pero no a la verdad. Seguir dando caña a España seguirá sirviendo para desviar el inmenso caudal que se les viene encima. Como los alacranes, no pueden hacer otra cosa, no les queda más remedio. Entonces acabarán de frente a su falsaria superioridad jovenlandesal. No han sido superiores en nada y solo les queda reconocer que hicieron lo que hicieron porque no tuvieron otra salida...

Justamente la antítesis de lo anterior debería ir infiltrándose en la idea que tenemos de esa etapa histórica todos los hispanos. Si hay un identitarismo por el que merece la pena luchar es aquel que te reconcilia contigo mismo sin dejar cabos sueltos ni heridas mal curadas. Es, de nuevo, una señal de identidad que no se detiene en razas ni orígenes sino que los absorbe con la majestad de las cosas verdaderas.

Es preciso resistir porque a cada minuto que pasa nos damos una nueva oportunidad para comprender lo que sin duda es la arquitectura jovenlandesal, política y humanista más grande que vieron los siglos. No fue perfecta ni ajena a sucesos crueles. Nunca presumimos los españoles de ser santos aunque a diferencia de la mayoría de los otros pueblos, tan heroicos nos parecieron los soldados, los poetas y los misioneros. Por las propiedades de los mitos se conoce a los pueblos que los tienen como ejemplo. Santos y soldados fueron nuestros mitos fundantes y como ocurre con el incomprendido realismo español, nunca fue necesario para alcanzar esa categoría que fueran todo el tiempo santos ni todo el tiempo héroes. Fueron hombres y mujeres cuyo espíritu supo superar las barreras que nos obligan a los demás a mirarnos al espejo con una mueca de desprecio. No exagero. Simplemente traten de recordar si hubo un momento en su vida en el que su espíritu estuvo al mismo tiempo alegre y desbordante pero tranquilo.
 


Le pone ese título para atraer visitas. Pero en realidad los españoles (salvo algún loco como nuño) sabían que el poder no consiste en destruir a la gente; consiste en gustar a la gente. Y para gustar hay que ofrecerles algo mejor que lo que tienen. Así que no había modo de que los chichimecas pudieran ganar.
 
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