Estar rellenito es una condición que se hace, no con la que se nace. Incluso la antiestéticaldad, hasta ciertos extremos, se puede parchear. La altura en cambio no tiene solución, lo que da lugar a tías bajas haciendo como si los bajos no existieran, mientras que el 80% como mínimo de parejas que se ven por la calle son tíos que le sacan dos cabezas a ellas, lo cual, además de ridículo, es hasta triste. Pero como afecta a los tíos bajos, no le importa a nadie.