Falso, los habichuelos, y su brazo la masonería empezaron a "progresar" a partir del siglo XVI en Europa, poco después del comienzo de la EDAD MODERNA. Estuvieron detrás de varios golpes de timón.
Antes diré que se beneficiaros/ayudaron con el cisma protestante, sobre todo con Calvino.
- Golpe 1º Oliver Cromwell en Inglaterra y la ejecución del Rey ( Cromwell fue financiado por la ****ría holandesa, la mayoría exiliados españoles y portugueses)
- Golpe 2º La revolución francesa+Napoleón, (fin al rey y golpe a la Iglesia Católica y restauración del Gran Sanedrín en Paris por Napoleón)
- Golpe 3º La revolución Rusa, (fin al zar y golpe a la iglesia ortodoxa. Más del 70% de los cabecillas eran de la minoría judía)
- Golpe 4º Primera Guerra Mundial, Golpe a la casa católica de los Habsburgo
- Golpe 5º Segunda Guerra Mundial (Golpe a los últimos que les hacían frente en Europa. A partir de aquí y con gUSAnia, LA BANCA Y LOS MASSMIERDA en su poder, se han hecho prácticamente los amos en occidente)
- Golpe 6º. Vaticano II, (acceso al la cúpula de la Iglesia Católica)
Así es como yo lo veo, y me dejo los jóvenes turcos en Turquía y muchas mas fechorías..
Me refiero a "progreso exponencial", en etapas anteriores no tenían el salvoconducto de víctima por excelencia, por tanto las élites judías eran sólo unas más entre muchas. Gracias a Hitler salieron vencedoras y el resto de élites se arriman a ellas.
Y aún así, las élites judías no mandan en el mundo, sino que quien manda es el ESTADO, los ESTADOS. Ninguna élite de ningún tipo podría mandar si no tuviera el PODER DE LA FUERZA, el cual reside en el ESTADO.
La única forma que tenéis los nazis (estatófilos nazis) de que cambien las cosas, es asaltando el PODER DEL ESTADO que ahora detentan los estatófilos progresistas; adelante pues... a ver si lo conseguís...
No creo que haga falta que os diga que eso no va a suceder, porque todos los ESTATÓFILOS-ESTATODEPENDIENTES sólo hacéis lo único que sabéis hacer, que es ESPERAR que llegue vuestro Mesías-Führer particular.
Es decir, que si eso llegara a suceder, no sería gracias a vosotros, sino independientemente de vosotros, porque vosotros para el PODER, o quien realmente quiere alcanzar el PODER, no existís, no sois nada ni sois nadie (y, en los hechos, así os gusta que sea).
Si creéis que la solución está en EL ESTADO vais listos...
La solución está en la REVOLUCIÓN, popular, axiológica, de los valores, de las ideas, de abajo hacia arriba.
Los que sois ESTATÓFILOS-ESTATODEPENDIENTES sólo podéis hacer una cosa
ESPERAR (porque a la vista está que hacer, lo que es HACER, no queréis hacer nada). Esperar que llegue
alguien o algo que
OS SALVE.
El problema es el ESTADO que, no casualmente, TODOS defienden: de derechass, progres, nazis, fascistas, liberales (sí, también los liberales), etc.
Es el ESTADO (
y su hijo, el CAPITALISMO) el que crea todas esas ideologías con las que dividir y enfrentar, por tanto debilitar al PUEBLO.
Todos ellos se creen muy diferentes, hasta el punto de que se niegan entre sí la condición de humanos (unos a otros se ven como monstruos a exterminar). Salvo los liberales (que también tienen lo suyo, porque se dedican a ganar dinero dentro de un sistema con ESTADO mientras verbosean de forma hipócrita contra el Estado), todos ellos son idénticos, son totalitarios... y como lo son, todos entienden que tiene que haber JEFES SUPREMOS (caudillos, führer, mesías) que dirijan la totalidad de la existencia del PUEBLO.
Algunos, en sus sueños húmedos, se visualizan como esos JEFES SUPREMOS, y algunos llegan a conseguirlo, siquiera parcialmente (Pablo Iglesias, Abascal, etc. por nombrar sólo a los aspirantes). Otros (la inmensa mayoría) por contra (y para completar la otra cara de la misma moneda) se sienten ESCLAVOS, de ahí que no se les pase por la cabeza llegar al PODER, y se limiten a
ESPERAR que llegue su JEFE SUPREMO concreto que le dirija la totalidad de su existencia de la cuna a la tumba.
Texto de 2011:
Mesianismo moderno: La mentalidad mesiánica se saca de quicio en desesperadas búsquedas profanas de un agente futuro proyectado en la política, la ciencia, la historia, creencias neo-espiritualistas, etc. Porque poco importa cómo se llamen y se definan, los inconscientes mesiánicos modernos comparten algo: creer en alguien o algo exterior que llegará en un futuro más o menos próximo. Entre ellos discuten, se critican y se combaten con dureza. Todos esperan.
Los neo-nazis esperan el regreso de su amado Führer y su batalla final. ¿Qué hacen mientras esperan? Ven partidos de fútbol y pegan palizas a mendigos e indigentes.
Los comunistas esperan el fin del capitalismo y la abolición de las clases sociales. ¿Qué hacen mientras esperan? Consumen, se disfrazan de pordioseros, y nos aburren en las tertulias de bar.
Los tras*humanistas esperan “la superación de la condición humana” a través de la tecnología. ¿Qué hacen mientras esperan? Leen revistas de divulgación científica, manosean su e-phone, y se atiborran a pastillas para aplacar su miedo a la fin.
Los ecologistas esperan que la ciencia ambientalista arroje un modelo de producción “sustentable”. ¿Qué hacen mientras esperan? Se jactan de su santidad ciudadana por ir al trabajo en bicicleta eléctrica, darse duchas de dos minutos y pagar el impuesto revolucionario de lo “ecológicamente correcto”.
Los raeliano-ufológicos esperan que llegue un comandante interestelar y les lleve en su nave espacial. ¿Qué hacen mientras esperan? Ven películas de Hollywood sobre marcianitos, se ponen gorritos estrafalarios, y visten camisetas con el mensaje “I want to believe”.
Los miembros de los partidos políticos esperan que su partido llegue al gobierno con su mesías neցro, su mesías mujer o su mesías lgtb. ¿Qué hacen mientras esperan? Ven la tele, leen sus periódicos ideológicos, y opinan sobre nimiedades en sus blogs y redes sociales.
Los new-age esperan la era astrológica de Acuario, la llegada de un meteorito, o el año 2012. ¿Qué hacen mientras esperan? Hablar grandilocuentemente sobre “consciencia” y “evolución” mientras dan la tabarra con las dietas macrobióticas, los cristales de cuarzo y los cuencos tibetanos.
Todos esperan. Todos esperan. Todos esperan.
¿Qué tienen de peculiar estos mesiánicos modernos? Pues que a éstos, además de esperar, les da por hacer el canelo.