Hay un poder natural que emana de quienes tienen autoridad. No necesita que nadie le de forma porque se da forma a sí mismo. Mira a tu alrededor o incluso tú mismo, eso no lo sé, y verás a multitud de hombres y mujeres poderosos. Uno de sus atributos naturales es la falta de miedo y que es innecesario defenderlo porque no hay ataque externo que pueda acabar con él. Creo que todos podemos tener en mente a algunas personas que tienen autoridad, que organizan, que lideran, que dirigen y que lo hacen naturalmente, quizás incluso sin ser conscientes de ello y que son lo que son incluso sin ejercer de lo que son.
Y luego hay otro poder menos personal. Estoy improvisando pero llamémosle poder social. Es una forma de poder definida y creada por quienes lo han ejercido. No tiene unos atributos naturales y al contrario que el poder anterior es esencialmente miedoso y se justifica a si mismo mediante el ejercicio de su capacidad de poder. Si puedo lo hago vs no lo hago aunque puedo hacerlo. Está muy bien defendido no sólo por quienes lo ejercen sino por toda la estructura montada alrededor pensada precisamente para evitar intrusiones o alteraciones. Así como el poder natural no necesita nunca reafirmarse el poder social lo requiere constantemente y de múltiples formas porque solo tiene esencia si es activamente visible.
Nunca he renunciado al poco o mucho poder natural que pueda tener. A menudo me encuentro organizando o dirigiendo (en la familia, con los amigos, en el trabajo, yendo de vacaciones...) y cuando reconozco un autoridad mayor que la mía cedo gustosamente ese "poder". Ha pasado muchas veces y nunca es problemático.
Sí que he renunciado al poder social. (ojo, un poder pequeñito limitado a un ámbito muy concreto, que no estoy hablando de la casa blanca ni de ser el Muster of Puppets) porque los mecanismos de defensa del poder son mucho más amplios que el poder que puedes ejercer sobre ellos. Nunca he sido una heroína y espero no serlo nunca, luchar contra megaestructuras que defienden lo que haces pero no a ti (o a ti sí solo en tanto hagas lo que haces) no entra en mis planes. Llevo unos años que prefiero moverme por las brechas, o por aquellas zonas que los focos de los guardianes no iluminan.
Derrumbar la estructura del poder es posible. Es difícil, puede ser costoso, pero no es imposible. Pero soy una escéptica, sobre las ruinas se alzarán nuevamente quienes pretenden proyectarse en el ejercicio del poder. Algunos hombres honrados se dejarán el pellejo en derrumbar la estructura pero su propia honradez les impedirá reconstruir alternativas, para ello estarán los oportunistas que aparecerán cuando se trate de recoger el rédito de la obra de otros.
Uno de los problemas es que el poder está lleno de gente codiciosa, estulta y miedosa pero no seamos ingenuos, también el "no poder" está lleno de gente codiciosa, estulta y miedosa ansiosa por su parte del pastel.
Demasiado esfuerzo.
Prefiero predicar con el ejemplo en mi entorno. Las grandes gestas las dejo para quienes ser heroes con proyección. Me limito a intentar ser justa con mis amigos y mi familia, a tomar las decisiones que me corresponden buscando el mayor beneficio posible para todos, a aportar las ideas que pueda para mejorar nuestras vidas. Si de las, pongamos, 15 personas con las que tengo un trato habitual y continuado la mitad actúan de la misma forma y así sucesivamente ya habramos conseguido minar una buena parte de la base que sostiene las estructuras de poder.
Pero darme de ostras (¿palos? siempre tengo dudas) en un comité científico con 10 tipos orondos encantados de conocerse no sirve de nada. Doy fe 
