Sé lo que sientes por mí. Sé como reaccionas al oír mi nombre.
Un resorte se activa en tu interior y me niegas, me odias, me calumnias.
Te doy miedo, porque te han enseñado a rechazarme.
Me marginas y me apartas por lo que te han contado otros de mí. Te han dicho que soy un loco, te han dicho que soy un malo, que he hechizado a los hombres para obligarles a cometer actos terribles, que los que me apoyan son gente sin corazón, dominada por la violencia y el repruebo, que soy falso, mentiroso, embaucador, maligno, demoníaco, desligado de todo aquello que es bueno y humano.
Y sin embargo, sientes curiosidad por mí. Porque no sabes quién soy. Porque te han entrenado para huir, aunque no sabes a ciencia cierta de qué huyes.
¿Por qué no te acercas y me miras? ¿Por qué no te atreves a verme tal como soy? Habla con los que saben de mí, con aquellos que están familiarizados con mi esencia. Entonces podrás decidir por ti mismo si me odias de verdad. Podrás razonar la causa de tu rechazo, de tu discrepancia, de tu ira. Si en verdad soy tu enemigo, tu deber es conocerme.
Sin embargo, no lo haces. ¿Tienes miedo de descubrir que soy peor de lo que crees?
No. Tienes miedo de descubrir que tenemos más cosas en común de las que piensas.
Pues no temas. Piensa por ti mismo y elige tu propio camino. Si vas a luchar contra mí, hazlo con coherencia. Pero si lo único que te impide estar a mi lado es que temes caminar conmigo y quedarte solo, no debes dudar. Los que me acompañan no son muchos, pero son libres y leales.
Encantado de conocerte. Soy el Nacionalsocialismo.