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Como en Francia, parte de la oposición antifranquista española participaba igualmente durante ese periodo de nuestra historia de tales consideraciones hacia el terrorismo etarra. Intelectuales y políticos de origen judío como Fernando Savater, Jon Juaristi, Narciso Serra, así como los citados Enrique Múgica o José María Benegas Haddad, eran de la opinión de que en el País Vasco no existía terrorismo. Para ellos lo que había en Vasconia era la «respuesta armada que surgió durante la dictadura y ha persistido en la fase de tras*ición hacia la democracia». Benegas, hermano de la anteriormente aludida dirigente abertzale y desde 1978 a 1980 consejero de Interior en el Gobierno vasco, se había sumado mediante conferencias a apoyar la «legitimidad de ETA por su lucha contra el franquismo» frente al «vandalismo de la Policía y la Guardia Civil».
Benegas había estado en sus años mozos tentado también en participar en la lucha armada, yéndose a entrenar a Cuba y a unos pasos de pedir la entrada en ETA. Parece ser que fue su amigo íntimo, el veterano socialista Enrique Múgica Herzog, que pasaría del PCE al PSOE, quien le convencería de lo contrario. Y es que Benegas, seguramente masón también, quien se presentó a Lendakari vasco en 1986 y fue elegido primer secretario general del Partido Socialista en Euskadi (1977-1988), no ha descuidado en el pasado sus simpatías por esos otros socialistas «descarriados» de la izquierda abertzale que han militado en la organización terrorista.
Ya instalada la democracia, Fernando Múgica y su hermano Enrique más el otro dirigente socialista vasco, el anteriormente aludido “Txiki” Benegas, por mediación de un periodista guipuzcoano, iniciarán el proceso de contactos para facilitar un encuentro entre representantes del Gobierno y de ETA. En los movimientos siguientes intervinieron miembros de Elkarri que canalizaron mensajes entre Benegas y ETA e, incluso, realizaron algún viaje a París. «Ha habido muchos intentos de hablar con ETA —afirma―, en algunos casos he participado y en otros no»
[1]. Las posteriores negociaciones con la banda terrorista con el fin de buscar una paz negociada han tenido como intermediario al Estado de Israel
[2].
[1] Julia Navarro,
Nosotros, la tras*ición, Temas de Hoy, 1995, p. 328.
[2] «El Gobierno respalda que el PNV busque en Israel asesoramiento para negociar con ETA» (“El Mundo”, 17-07-1994).