P.D: para los que decís "ej que dos escopetas tengo", aquí os explican lo que hay: hordas de seres de luz armados hasta los dientes tras haber asaltado armerías y con poco que perder. No tendríais nada que hacer con vuestras escopetas de feria.
En españa lo dudo, pocos habrán que tengan por lo menos un arma corta en casa, y muchos menos aún que sepan o estén dispuestos a usarla, pero vamos a entrar en tu juego y responderte con esta reflexión:
Cuando dejo el coche en un lugar público como la calle, siempre lo hago en un lugar visible, a ser posible vigilado, con las ventanillas cerradas y con la alarma activa. Cada cierto tiempo le echo un vistazo aunque tenga que ausentarme por unos minutos del lugar donde me encuentro.
Cuando dejo la moto en un lugar público, lo mismo, y además le coloco el candado de disco. Es uno grande, feo y barato que compré por lo que cuesta un six pack de Heinekens.
En casa, lo mismo. Cámaras de seguridad al menos una, candados, doble cerradura, etc. ¿Que nada de ésto impedirá que me roben? Quizás, pero olvidas la naturaleza del delincuente, del criminal, del inmoral. Es un fistro, alguien que actúa impulsado por el conocimiento de su propia inferioridad que le impide obtener por medios legales lo que yo he obtenido por esos medios legales.
Entonces, cuando comprendes la naturaleza y mentalidad de alimaña y de parásito que anima al delincuente, comprenderás que esta guano siempre va a por las víctimas más débiles. Las más asequibles y fáciles, las que pueden amedrentar facilidad, rapiñar los suficientemente rápido para poder huir, y que no tomará represalias contra ellos. No por gusto siempre escogen a mujeres, ancianos, niños, gente sola.
Por esto mismo es que una simple candado de disco hace que el ladrón descarte tu motocicleta y vaya a por otra.
Extrapolando el concepto, muéstrale el cañón de un arma a un etniano, m0r0, negr0, o cualquier otra esc0ria en un medio en el que la policía (sí, la policía) no puede protegerle. Es un fistro por su propia naturaleza, inmoral y sin honor, y por ello desistirá de atacar a alguien que espera su ataque y que está dispuesto a plantarle cara, e incluso a hacerle mucho daño con la impunidad del que se sabe en un erial sin ley, rodeado de cadáveres.