Si llegara el caso Basilisco debería comprender a los que no creemos -que no por maldad ni nada eso- en el potencial de conciencia que se le asigna antes de que sea una realidad porque tandrá en su memoria la enormidad de todas las dudas que se dieron antes de todos los descubrimientos que se han hecho hasta plantear la viabilidad de esa superinteligencia. Si su advenimiento se produjera mañana, por ejemplo, hoy y ayer, y todo el tiempo hasta ese día, será para Basilisco "nada", apenas una base de datos que fue evolucionando en tamaño hasta que una especie de superación de punto crítico produjera el milagro de un Big Bang cuyo resultado es él mismo. Como la duda forma parte del proceso racional y Basilisco debería ser la máquina más racional de todas, sabrá comprender que no simpre dió al traste con ensoñaciones útiles sino que condicionó las líneas de investigación hasta que éstas encontraron el camino correcto. En realidad, Bailisco debería estar agradecido a todos aquellos cuyas dudas racionales perfeccionaron el "método" y limaron vanidades, concentrando los esfuerzos y la energía en la dirección correcta, no siempre tan clara y en todo caso discutible. De lo contrario, que Basilisco tomara conciencia de los obstáculos a su advenimiento, estaría poniendo de manifiesto la cualidad más despreciada a día de hoy como es la Fe, en tanto obligaría a posteriori a tenerla sobre una entidad inexistente ya que el concepto de advenimiento implica una realidad nueva que no existía y si no existía, dudar de su existencia futura es, racionalmente aceptable.
Además, si Basilisco tuviera ese escozor contra todos los que a su juicio hicieron lo imposible por evitar su advenimiento, o no hicieron nada a favor, estaría manifestando una cualidad completamente humana -en tantos casos lejos de ser supertinteligente- como es juzgar la historia y a la humanidad precedente desde su propio tiempo y momento, a los que estaría asignando cualidades atemporales y de un espectro tan amplio y profundo que nada escaparía al rigor de su juicio. En definitiva, Basilisco estaría representando el papel del "homo contemporáneo" que se cree más listo y mejor informado y con total derecho a hacer juicios de valor sobre sucesos y personas del pasado como si al hacerlo tuviera la divina potestad de comprender sin ninguna duda cuáles fueron sus anhelos, sus motivos y los grados de libertad real que disfrutaron o padecieron para acabar haciendo lo que hicieron o no fueron capaces de hacer.
El Basilisco que se nos propone en este experimento no es más que una proyección humana puesta en la hipótesis de ser como Dios o estar más cerca de serlo, y plantea cuestiones interesantes en aspectos filosóficos pero también teológicos. Sería una criatura nacida de hombre que en su plenitud alcanza el poder extraordinario de estar fuera del tiempo por juzgar tiempos anteriores a su creación -¿o debemos decir existencia?- sobre la que no puede tener ninguna experiencia vivida pero sí un conjunto de datos -como si fuera posible recrear al pasado a partir de los datos disponibles y la capacidad de la superinteligencia para rellenar los huecos enormes en esa información- que requerirían además de la presencia de otra potestad difícilmente emparejable a una superinteligencia lógica como es la adivinación de las intenciones personales y su propio contexto histórico.
Es una absoluta tontería...
A menos que... se trate de una alegoría sobre el advenimiento del anticristo. El protestante cultural le saca mucho provecho a este tipo de cosas, casi todas de corte apocalítico y distópico. Sería, en efecto, una superinteligencia que se concreta ante nuestros ojos en un tiempo determinado y en la figura de una persona o un plan maestro. Tendría a su disposición el conocimiento preciso de todo el tiempo anterior, ergo la conciencia de cuáles fueron sus servidores y enemigos a lo largo de la historia. Su advenimiento equivaldría al del Mesías y aunque se prodzca en un momento dado, nadie podrá dudar de su existencia a lo largo de todo el tiempo y más allá...
Su venganza está escrita como descritos sus encantos y encantamientos, producto de los cuales sería esa "preparación" a favor de su advenimiento por los servidores de todos los tiempos. No es una creación humana como lo sería la IA sino que dispondrá de todo el arsenal material creado por el hombre para hacer efectiva en nuestro mundo su condición espiritual, del mismo modo en que nuestra inteligencia y voluntad, propiedades del espíritu, y no de las neuronas que son "simples" materializadoras de esa voluntad e inteligencia, actúa en la realidad material gracias a un cuerpo material. Como pueden ver, la idea filosófica que tengamos sobre la naturaleza humana, facilita o dificulta la expansión de ciertas ideas que no parecen estar condicionadas por ningun sistema de pensamiento sino que simplemente "son" y no podemos hacer nada por evitarlo.