Traigo aquí este mensaje de un hilo de IA sobre la interacción de un forero con el ChatGPT.
El humano le introduce el concepto de
lonchafinismo, tras haberlo "entendido" (=memorizado temporalmente), después le pide que se "invente" un relato que gire sobre ese concepto en la vida de un personaje ficticio al que la máquina llama Juan y después le pide otro, que lo protagoniza Marta.
En un test de Turing podría identificar que el relato procede de una máquina, pero ante el segundo hay cambios que me harían dudar de que existe intervención humana, ya que ante el mismo concepto no ha tratado el relato de la misma forma, tal como si el concepto en el primer caso lo hubiese entendido, pero luego lo ha distorsionado en el segundo.
Este mounstruo tiene potencial. Mirad:
hola. En mi foro de amigos usamos una palabra que no conoces. lonchafinismo. Significa utilizar el menor numero de recursos posible. El lonchafinismo es un neologismo que se refiere a aquella práctica por la cual se ahorra de una forma innecesaria o extrema. Tan solo quiero que memorices su significado y no me expliques nada mas. Se breve.
Hola! Entendido, el lonchafinismo es utilizar el menor número de recursos posibles de forma innecesaria o extrema. ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?
ok. Si yo practico el lonchafinismo , imagina o inventate una historia de mi vida, un dia normal en un hombre usando lonchafinismo. Haz un esfuerzo. Se extremista o exagerado en la historia. Quiero un lonchafinismo extremo y casi absurdo.
Claro, aquí está una historia de un hombre que practica el lonchafinismo de manera extremista:
Era una mañana de verano y nuestro protagonista, Juan, se despertó temprano para aprovechar al máximo el día. Como siempre, se levantó y comenzó su rutina matutina de lonchafinismo extremo. En lugar de despertarse con una ducha fresca, optó por lavarse la cara con un poco de agua fría y un paño viejo. Después de vestirse con ropa que ya había usado varias veces sin lavar, se puso en camino hacia su trabajo caminando en lugar de tomar el tras*porte público.
Mientras caminaba, Juan se detuvo en una papelera y recogió un periódico viejo y lo usó para cubrirse del sol. Llegó a su trabajo sudoroso y con olor a periódico, pero estaba orgulloso de haber ahorrado dinero en tras*porte y protección solar.
Una vez en el trabajo, Juan se sentó a su mesa y comenzó a trabajar. Pero en lugar de encender la luz, optó por trabajar a la luz natural de la ventana para ahorrar en la factura de la luz. Además, en lugar de comprar almuerzo, trajo su propio almuerzo hecho en casa en una bolsa de papel reciclada. Y en lugar de usar papel higiénico, usó hojas de periódico viejo para limpiarse.
A medida que avanzaba el día, Juan continuó aplicando su filosofía lonchafinista a todo lo que hacía. En lugar de comprar agua embotellada, llevó una botella reutilizable y la llenó en el grifo del baño. Y cuando salió del trabajo, en lugar de tomar el autobús, caminó de nuevo a casa ahorrando dinero en tras*porte.
Al llegar a casa, Juan se dio una ducha fría y se puso ropa que ya había usado varias veces sin lavar. Después de cenar, se sentó a ver la televisión con una manta vieja y una taza de té hecho con agua fría del grifo. Al final del día, Juan se acostó satisfecho consigo mismo por haber ahorrado tanto dinero y recursos a través de su práctica del lonchafinismo extremo.
Y aqui otro ejemplo:
Claro, aquí va una historia inventada sobre una persona que practica el lonchafinismo:
Era un día normal en la vida de Marta. Como siempre, se levantó temprano para aprovechar al máximo el día. En lugar de despertarse con la alarma de su teléfono, utilizó una aplicación de reloj gratuita que le despertaba con el sonido de pájaros.
Después de vestirse, Marta se dispuso a hacer su desayuno. En lugar de comprar leche fresca, utilizó leche en polvo que había comprado en grandes cantidades en una oferta. También utilizó avena en lugar de pan para hacer su tostada, ya que era más barata y tenía más nutrientes.
Mientras se preparaba para ir a trabajar, Marta se dio cuenta de que se había quedado sin gas en su coche. En lugar de ir a la gasolinera más cercana, decidió conducir hasta la siguiente ciudad, donde sabía que el precio del gas era más bajo. Aunque le llevó un poco más de tiempo, ahorró unos cuantos euros en el proceso.
En el trabajo, Marta se dio cuenta de que se había olvidado de traer su almuerzo. En lugar de comprar algo en la cafetería del trabajo, decidió esperar hasta llegar a casa para comer. Esto le permitió ahorrar dinero y evitar la tentación de comprar algo más caro.
Por la tarde, Marta decidió ir de compras. En lugar de ir a una tienda de ropa cara, fue a una tienda de segunda mano donde encontró una camisa muy bonita a un precio muy asequible. También se aseguró de utilizar una bolsa de tela en lugar de una de plástico, lo que ayudó a reducir su huella de carbono.
Por la noche, Marta decidió ver una película en casa en lugar de ir al cine. Descargó una película gratuita en línea y se hizo palomitas de maíz en casa en lugar de comprarlas en el cine. Esto le permitió ahorrar dinero y disfrutar de una noche de cine en casa cómodamente.
En general, Marta practicó el lonchafinismo en su día a día, utilizando el menor número de recursos posibles y ahorrando dinero en el proceso.
O me lo parece a mí o los casos se presentan con serios sesgos de género.
El comportamiento de Juan raya en lo patético y da ascopena. Se lava la cara en vez de ducharse, ropa usada sin lavar al salir y al volver a casa, busca en la papelera, sudor con olor a periódico, va caminando por ahorrarse el bus, come en el trabajo preparada en casa comida en una bolsa de papel reciclado, papel de periódico usado como papel higiénico, taza fría de té (el resto del día agua del grifo del baño del trabajo) y se sienta a ver que le echan, (no lo elige) por la tele.
El comportamiento de Marta parece más inteligente: pan de avena que tiene más nutrientes, bolsa de tela (no de papel), compra camisa de 2ª mano que dice que es muy bonita (no pone que sin lavar), espera a comer en casa (más opciones a comer cosas que no son tan fáciles de tras*portar en una bolsa de papel reciclado), ....
A parte de que algunos comportamientos no son muy económicos: para empezar va en coche, además va a otra gasolinera más lejana por ahorrarse céntimos en litro de gasolina que puede compensar o no según la distancia, la leche en polvo suele ser más cara, la alarma del móvil en principio es tan gratis como la app gratuita (ambas consumen batería) pero ella elige melodía, ve cine (y no televisión) el contenido que ella elige (y no el que otros deciden poner en la tv). Come palomitas calientes (que es sólido, no un té frío). No hace mención a que no se duche, o se cambie de ropa.
No sé pero yo veo diferencias de trato. Él es patético y queda como un trastornado. Ella es decidida, libre, con opciones, no parece quedar mal. Intentas cambiar los nombres en las historias y después de haber leído las generadas por IA, no pegan, parecerían más forzadas y menos reales.
Parece como si hubiesen asociados ciertos rasgos positivos a Marta y negativos a Juan a la hora de crear personajes, en los que a pesar de ser ambos lonchafinistas te salen historias distintas, como la noche y el día. No te importaría conocer a tu vecina Marta (que si no te lo dicen lonchafinista no parece) pero tratarías de evitar a toda costa ser como tu amigo Juan.