Al principio me costaba un poco, pero me he acostumbrado a ducharme con agua fría y es auténtica salud.
Duchas completas, con gel y champú y sin dejarme ninguna parte sin lavar. Bien es verdad que el glande se me retrae bastante y se me queda de tonalidad pálido, pero es momentáneo.
Ya estoy preparado para sobrevivir al apocalipsis sin agua caliente...