Malditos Bastardos
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La peineta de REMEDIOS en la FOSA COMÚN de la finca “El Baldío” en Alcalá del Valle, Cádiz
El verano de 2015 se abrió una fosa de la guerra civil en El Baldío. A menos de 20 cm de la superficie, René Pacheco, arqueólogo encargado de la exhumación, encontraba los primeros restos óseos. Los testimonios orales hablaban de que podrían encontrarse 3 personas, pero apareció además un cuarto cuerpo. Los esqueletos aparecieron bien conservados y con evidencias clarísimas de la causa de la fin, con orificios y balas asociadas a la escena histórica del asesinato. Una peineta, un pendiente rojo bien conservado, un anillo en la mano derecha que podría ser de Remedios ya que según los datos era una mujer casada, botas desgastadas por el tiempo, proyectiles, huesos fracturados. Una ejecución múltiple.
Los 4 cuerpos encontrados corresponden a 2 hombres y 2 mujeres, enterrados boca abajo uno al lado del otro. Aún llevaban puestas las zapatillas con suela de goma con las que les enterraron. En el vientre de una de las mujeres hay restos de cartílagos fosilizados que podrían pertenecer a un feto.
El verano de 1936 se desgastaba ahíto de sangre cuando el bando franquista tomó Setenil y Alcalá del Valle. Era 18 de septiembre, Cristobalina Rojas tenía 15 años, trabajaba en El Baldío, era hija de un vendedor que recorría los cortijos en mitad de una paz de mentira que estalló en pedazos ese día. Unos disparos cicatrizan en la memoria de Cristobalina, testigo directo de los hechos y que ha tenido que arrastrar toda su vida esta tremenda experiencia: Secuestraron a 2 trabajadores de El Baldío: Remedios Partida Morilla (43 años) y su hijo José Rodríguez Partida (20). También a la novia de éste, Rosa, que subía a menudo a la sierra y que estaba embarazada de 7 meses. Cristobalina vio desde una ventana cómo subían a toda la familia en un coche, el grupo se detuvo a la altura de la carretera de la finca y luego escuchó los disparos al lado del camino. Las 3 personas fueron asesinadas y enterradas bajo un olivo.
A la guardesa, Remedios Partida Morilla, vecina de Olvera, que vivía en la calle Tahona número 7, la asesinaron por el simple hecho de pedir un jornal, la mujer cometió el delito de reivindicar un salario, no se conformaba con que le dieran casa y comida. El hijo de la señora fusilada venía huyendo de Olvera, una localidad más grande en la que se estaba ejerciendo fuerte represión contra los Republicanos. Se fue al Baldío porque la novia estaba embarazada. Hubo un chivatazo de que llegaron 2 personas huyendo de Olvera. Los que vinieron por Remedios eran guardias franquistas de Ronda. No la encontraron sola, allí estaba también su hijo y la novia de éste, embarazada, y una cuarta persona que parece ser un enfermero que desapareció por aquella época. Se dice que el enfermero salió en defensa de la mujer y de su nuera embarazada y lo fusilaron también. Han pasado muchos años, pero la memoria sigue viva.
La nieta de Remedios Partida, Josefina Rodríguez Racero, ha relatado en acto público que su padre se salvó porque apenas era un crío de 5 años. Lo dejaron en el camino mientras fusilaban al resto de la familia, una prueba más de la terrible represión que sufrieron pueblos como Alcalá, Setenil, Olvera o Torre Alháquime. En Alcalá no hubo guerra directa, la gran mayoría de la población eran jornaleros, pero aun así hay varias fosas comunes en el término. Otros vecinos fueron fusilados y enterrados en diferentes fosas de Andalucía. La represión en el pueblo no se limitó solo a fusilamientos, también humillaban a los Republicanos de otras formas, como rapando el pelo y paseando a las a mujeres por el pueblo.
La fosa exhumada en El Baldío, una finca privada de Alcalá del Valle en la serranía nororiental de Cádiz deja al descubierto el terror fundacional del franquismo. Y una clave que salpica desde la primera guerra que provocó y ganó el fascismo en el mundo: España está sembrada con cientos de fosas sin abrir en las que reposan miles de víctimas. El mapa de fosas del Gobierno de España cifra en 2.000 las sepulturas ilegales tras las ejecuciones en la Guerra Civil y la dictadura. Es el cálculo más optimista. Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) el número puede alcanzar el doble. Como recuento global de intervenciones, solo aparece el de la Sociedad de Ciencias Aranzadi: 332 (del año 2000 a finales de 2012) con restos óseos recuperados de unos 6.300 desaparecidos que incluyen los 2.840 del cementerio de Málaga.
Marco A. González, miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), destacado el movimiento social que ha obtenido estos resultados sin ningún tipo de ayuda por parte de la Administración Pública desde el año 2012. La ARMH ha podido financiar los trabajos gracias a sus socios y al premio de Derechos Humanos de la asociación Alba/Puffin de Nueva York, recibido por este grupo. Aunque la legalidad internacional lo manda, el Gobierno del PP no aporta dinero de todos los españoles para dar un merecido descanso a las miles de victimas de la represión franquista que aún yacen bajo la tierra olvidadas en montes y cunetas. Seguiremos desenterrando con nuestras propias manos a nuestros queridos muertos, represaliados por el franquismo para vergüenza de todos.
Los 4 cuerpos encontrados corresponden a 2 hombres y 2 mujeres, enterrados boca abajo uno al lado del otro. Aún llevaban puestas las zapatillas con suela de goma con las que les enterraron. En el vientre de una de las mujeres hay restos de cartílagos fosilizados que podrían pertenecer a un feto.
El verano de 1936 se desgastaba ahíto de sangre cuando el bando franquista tomó Setenil y Alcalá del Valle. Era 18 de septiembre, Cristobalina Rojas tenía 15 años, trabajaba en El Baldío, era hija de un vendedor que recorría los cortijos en mitad de una paz de mentira que estalló en pedazos ese día. Unos disparos cicatrizan en la memoria de Cristobalina, testigo directo de los hechos y que ha tenido que arrastrar toda su vida esta tremenda experiencia: Secuestraron a 2 trabajadores de El Baldío: Remedios Partida Morilla (43 años) y su hijo José Rodríguez Partida (20). También a la novia de éste, Rosa, que subía a menudo a la sierra y que estaba embarazada de 7 meses. Cristobalina vio desde una ventana cómo subían a toda la familia en un coche, el grupo se detuvo a la altura de la carretera de la finca y luego escuchó los disparos al lado del camino. Las 3 personas fueron asesinadas y enterradas bajo un olivo.
A la guardesa, Remedios Partida Morilla, vecina de Olvera, que vivía en la calle Tahona número 7, la asesinaron por el simple hecho de pedir un jornal, la mujer cometió el delito de reivindicar un salario, no se conformaba con que le dieran casa y comida. El hijo de la señora fusilada venía huyendo de Olvera, una localidad más grande en la que se estaba ejerciendo fuerte represión contra los Republicanos. Se fue al Baldío porque la novia estaba embarazada. Hubo un chivatazo de que llegaron 2 personas huyendo de Olvera. Los que vinieron por Remedios eran guardias franquistas de Ronda. No la encontraron sola, allí estaba también su hijo y la novia de éste, embarazada, y una cuarta persona que parece ser un enfermero que desapareció por aquella época. Se dice que el enfermero salió en defensa de la mujer y de su nuera embarazada y lo fusilaron también. Han pasado muchos años, pero la memoria sigue viva.
La nieta de Remedios Partida, Josefina Rodríguez Racero, ha relatado en acto público que su padre se salvó porque apenas era un crío de 5 años. Lo dejaron en el camino mientras fusilaban al resto de la familia, una prueba más de la terrible represión que sufrieron pueblos como Alcalá, Setenil, Olvera o Torre Alháquime. En Alcalá no hubo guerra directa, la gran mayoría de la población eran jornaleros, pero aun así hay varias fosas comunes en el término. Otros vecinos fueron fusilados y enterrados en diferentes fosas de Andalucía. La represión en el pueblo no se limitó solo a fusilamientos, también humillaban a los Republicanos de otras formas, como rapando el pelo y paseando a las a mujeres por el pueblo.
La fosa exhumada en El Baldío, una finca privada de Alcalá del Valle en la serranía nororiental de Cádiz deja al descubierto el terror fundacional del franquismo. Y una clave que salpica desde la primera guerra que provocó y ganó el fascismo en el mundo: España está sembrada con cientos de fosas sin abrir en las que reposan miles de víctimas. El mapa de fosas del Gobierno de España cifra en 2.000 las sepulturas ilegales tras las ejecuciones en la Guerra Civil y la dictadura. Es el cálculo más optimista. Según la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) el número puede alcanzar el doble. Como recuento global de intervenciones, solo aparece el de la Sociedad de Ciencias Aranzadi: 332 (del año 2000 a finales de 2012) con restos óseos recuperados de unos 6.300 desaparecidos que incluyen los 2.840 del cementerio de Málaga.
Marco A. González, miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), destacado el movimiento social que ha obtenido estos resultados sin ningún tipo de ayuda por parte de la Administración Pública desde el año 2012. La ARMH ha podido financiar los trabajos gracias a sus socios y al premio de Derechos Humanos de la asociación Alba/Puffin de Nueva York, recibido por este grupo. Aunque la legalidad internacional lo manda, el Gobierno del PP no aporta dinero de todos los españoles para dar un merecido descanso a las miles de victimas de la represión franquista que aún yacen bajo la tierra olvidadas en montes y cunetas. Seguiremos desenterrando con nuestras propias manos a nuestros queridos muertos, represaliados por el franquismo para vergüenza de todos.