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Madmaxista
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La impresora es más relevante que los medios de producción.
La forma en la que concebimos nuestro dinero resulta un factor más determinante para alcanzar una comprensión de la sociedad que conformamos que unos medios de producción.
Primero cambiamos metales por papel, jugando la deuda un papel determinante para ello. Es entonces y solo entonces cuando se da el pistoletazo de salida a todo el desarrollo teórico liberal en materia de economía, no posible hasta entonces y también da pie a posteriori a que la gente empiece a elucubrar sobre un comunismo, tales pensamientos ociosos no son factibles en economías regidas por el frío metal, solo cuando conviertes el dinero en nada puedes elucubrar con una sociedad que se rija prescindiendo de el.
El impulso comunista por tanto se estrella en la impresora. En 1919 se trató de acabar con el propio concepto del dinero, algo imposible pues el propio concepto del dinero está ligado a una necesidad muy humana, reflejar el "intercambio justo", teniendo presente la propiedad y el individuo.
Por tanto, el impulso comunista cae en cierto conformismo. El de convertir al dinero en una herramienta para el control social. Si ponemos el foco en los medios de producción no reparamos en dicho fenómeno.
Focalizarse en el control de unos medios de producción resulta absurdo una vez consolidadas las sociedades anónimas, una forma de "socializar" la propiedad imposibilitando un señalamiento.
Focalizarse en los medios de producción es un absurdo una vez la sociedad se mueve alrededor de la impresora, generando toda clase de sectores improductivos. En el socialismo soviético a pesar de ello seguían insistiendo sobre el control de los medios de producción.
Focalizarse en los medios de producción es un ejercicio de vagancia intelectual ante las dificultades que presenta abordar la relevancia de nuestras propias convenciones dentro de la sociedad con especial relevancia en la forma que tenemos de concebir nuestro dinero.
Globalismo.
El globalismo es la impresora.
Siempre y cuando se mantenga el juego de la banca central independiente aunque sea a nivel interno, en la búsqueda por facilitar el comercio y homologar convenciones monetarias, hay un impulso natural a ello.
La propia lógica de la deuda va amalgamando a las naciones, y a su vez genera sus propios peligros.
El mundo se encuentra en peligro de guerra total. Al igual que no se "celebró" un Bretton Woods hasta concluida la segunda guerra mundial. Las naciones no se sentarán alrededor de una mesa a dialogar sobre cómo podemos revisar nuestras convenciones monetarias pues hemos atravesado la barrera de convertir el dinero en nada quedándonos solo con la lógica de la deuda para dar sentido al invento.
No habrá un Bretton Woods porque no sabrían qué proponer. Solo habrá un Potencial Bretton woods después de un gran conflicto a gran escala, quién sabe.
Ergo el dinero fiat es peligroso.
Podríamos decir que un mundo regido bajo el modelo de naciones con el oro con referente era ya peligroso al generar un sistema favorable para el conflicto. Pues bien, el dinero fiat es peligroso en si mismo de igual forma.
Muchos afirman que resulta imposible definir el globalismo. Se vincula un globalismo a una globalización y está se daría por hecha:
Pues sí que puede definirse, al igual que son nuestras convenciones en gran medida aquello que nos hace sociedad, el camino hasta que acabemos regidos bajo un solo banco central es el globalismo.
Termino como empecé, el globalismo es la impresora, una sola autoridad monetaria.
CBDC y cómo continuar rentabilizando ese impulso comunista el cual se da por muerto.
Habiendo llegado a la conclusión de que el impulso comunista se conforma con convertir al dinero en una herramienta para el control social, ahí tienen el papel útil que pueden llegar a desempeñar toda esta purria de gente.
Nos dirigimos a un sistema de control social + deuda tendente al globalismo.
Ni tan siquiera podemos ponerle nombre, todo por efecto del fiat.
La forma en la que concebimos nuestro dinero resulta un factor más determinante para alcanzar una comprensión de la sociedad que conformamos que unos medios de producción.
Primero cambiamos metales por papel, jugando la deuda un papel determinante para ello. Es entonces y solo entonces cuando se da el pistoletazo de salida a todo el desarrollo teórico liberal en materia de economía, no posible hasta entonces y también da pie a posteriori a que la gente empiece a elucubrar sobre un comunismo, tales pensamientos ociosos no son factibles en economías regidas por el frío metal, solo cuando conviertes el dinero en nada puedes elucubrar con una sociedad que se rija prescindiendo de el.
El impulso comunista por tanto se estrella en la impresora. En 1919 se trató de acabar con el propio concepto del dinero, algo imposible pues el propio concepto del dinero está ligado a una necesidad muy humana, reflejar el "intercambio justo", teniendo presente la propiedad y el individuo.
Por tanto, el impulso comunista cae en cierto conformismo. El de convertir al dinero en una herramienta para el control social. Si ponemos el foco en los medios de producción no reparamos en dicho fenómeno.
Focalizarse en el control de unos medios de producción resulta absurdo una vez consolidadas las sociedades anónimas, una forma de "socializar" la propiedad imposibilitando un señalamiento.
Focalizarse en los medios de producción es un absurdo una vez la sociedad se mueve alrededor de la impresora, generando toda clase de sectores improductivos. En el socialismo soviético a pesar de ello seguían insistiendo sobre el control de los medios de producción.
Focalizarse en los medios de producción es un ejercicio de vagancia intelectual ante las dificultades que presenta abordar la relevancia de nuestras propias convenciones dentro de la sociedad con especial relevancia en la forma que tenemos de concebir nuestro dinero.
Globalismo.
El globalismo es la impresora.
Siempre y cuando se mantenga el juego de la banca central independiente aunque sea a nivel interno, en la búsqueda por facilitar el comercio y homologar convenciones monetarias, hay un impulso natural a ello.
La propia lógica de la deuda va amalgamando a las naciones, y a su vez genera sus propios peligros.
El mundo se encuentra en peligro de guerra total. Al igual que no se "celebró" un Bretton Woods hasta concluida la segunda guerra mundial. Las naciones no se sentarán alrededor de una mesa a dialogar sobre cómo podemos revisar nuestras convenciones monetarias pues hemos atravesado la barrera de convertir el dinero en nada quedándonos solo con la lógica de la deuda para dar sentido al invento.
No habrá un Bretton Woods porque no sabrían qué proponer. Solo habrá un Potencial Bretton woods después de un gran conflicto a gran escala, quién sabe.
Ergo el dinero fiat es peligroso.
Podríamos decir que un mundo regido bajo el modelo de naciones con el oro con referente era ya peligroso al generar un sistema favorable para el conflicto. Pues bien, el dinero fiat es peligroso en si mismo de igual forma.
Muchos afirman que resulta imposible definir el globalismo. Se vincula un globalismo a una globalización y está se daría por hecha:
Pues sí que puede definirse, al igual que son nuestras convenciones en gran medida aquello que nos hace sociedad, el camino hasta que acabemos regidos bajo un solo banco central es el globalismo.
Termino como empecé, el globalismo es la impresora, una sola autoridad monetaria.
CBDC y cómo continuar rentabilizando ese impulso comunista el cual se da por muerto.
Habiendo llegado a la conclusión de que el impulso comunista se conforma con convertir al dinero en una herramienta para el control social, ahí tienen el papel útil que pueden llegar a desempeñar toda esta purria de gente.
Nos dirigimos a un sistema de control social + deuda tendente al globalismo.
Ni tan siquiera podemos ponerle nombre, todo por efecto del fiat.