castguer
Madmaxista
Hay que ver lo que son las cosas, en la actualidad los Estados que tiene miedo a dejar de controlar a sus poblaciones respectivas, están buscando reformular la idea de estado de derecho. Y es precisamente su líder, los Estados Unidos, el que en esa reformulación, contempla con buenos ojos y de hecho ya lo ha llevado a la práctica en su propio territorio, la existencia de campos de concentración privados estilo Guantánamo para la tortura sistemática y la desaparición de personas. Se trata de un fenómeno masivo y el gobierno de Estados Unidos lucha por integrar estas medidas dentro de su propio estado de derecho. Este gobierno aspira a crear una especie de dictadura mundial basada en la seguridad nacional, siendo él el que los controle a todos.
(ver enlace: La oligarquía política y económica europea vende Europa y a los europeos a los Estados Unidos | ).
En efecto, tenemos que ver esta tendencia en el marco de la estrategia de globalización, aunque esta estrategia se sigue en nombre de los mercados globales dirigidos por las grandes burocracias privadas de empresas tras*nacionales. Esta estrategia totaliza globalmente los mercados haciendo uso de las nuevas tecnologías (computación, información, tras*porte) y se impone con la escusa de eliminar lo que llaman “distorsiones del mercado”.
¿Cuáles son esas distorsiones del mercado? Pues muy sencillo. Las distorsiones del mercado, desde este punto de vista, son todas las intervenciones en el mercado que buscan satisfacer y mejorar las necesidades humanas en el ámbito territorial que sea, global o regional. Por eso son distorsiones: las leyes laborales, las protecciones legales del trabajo (horas del trabajo, trabajo de niños, protección de la mujer), cualquier política que trate de asegurar universalmente sistemas de salud, de educación, de vivienda, de seguro de vejez, las cuales tienen que ser públicas para lograr la universalidad. Pero, también son distorsiones: las políticas de pleno empleo, las políticas de desarrollo en sentido integral, inclusive las políticas de protección del medio ambiente o de autonomías culturales. Asimismo, se considera que es una distorsión cualquier control sobre los movimientos de capitales o de mercancías. En cambio, no lo es el control estricto, incluso violento, de los desplazamientos de personas.
Demos
(ver enlace: La oligarquía política y económica europea vende Europa y a los europeos a los Estados Unidos | ).
En efecto, tenemos que ver esta tendencia en el marco de la estrategia de globalización, aunque esta estrategia se sigue en nombre de los mercados globales dirigidos por las grandes burocracias privadas de empresas tras*nacionales. Esta estrategia totaliza globalmente los mercados haciendo uso de las nuevas tecnologías (computación, información, tras*porte) y se impone con la escusa de eliminar lo que llaman “distorsiones del mercado”.
¿Cuáles son esas distorsiones del mercado? Pues muy sencillo. Las distorsiones del mercado, desde este punto de vista, son todas las intervenciones en el mercado que buscan satisfacer y mejorar las necesidades humanas en el ámbito territorial que sea, global o regional. Por eso son distorsiones: las leyes laborales, las protecciones legales del trabajo (horas del trabajo, trabajo de niños, protección de la mujer), cualquier política que trate de asegurar universalmente sistemas de salud, de educación, de vivienda, de seguro de vejez, las cuales tienen que ser públicas para lograr la universalidad. Pero, también son distorsiones: las políticas de pleno empleo, las políticas de desarrollo en sentido integral, inclusive las políticas de protección del medio ambiente o de autonomías culturales. Asimismo, se considera que es una distorsión cualquier control sobre los movimientos de capitales o de mercancías. En cambio, no lo es el control estricto, incluso violento, de los desplazamientos de personas.
Demos