gromenauer
Foreador de la Pradera
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A mí también me pasaba esto de niño. En mi caso, era un joven con aspecto como sajón/germánico que vivía en la época del Lejano Oeste, y un día cualquiera me dispararon, cayendo por un barranco y muriendo en el acto. Desde entonces, todo lo relacionado con el Lejano Oeste me da repelús.
Como dije antes esto no es 100% fiable pero es cierto que cuando eres un niño suelen ser más frecuentes los sueños donde acabas falleciendo al final del propio sueño.
En una epoca tumultuosa de mi vida, tenia sueños a diario siendo otras personas, en distintas épocas y situaciones. A veces eran fragmentos concretos. Lo mas usual, como una especie de película con saltos temporales. En la mayoria de ellos sucedia la fin. El que se me quedo mas marcado, fué uno que asociaria a lo que seria mi primera vida:
Era un gigante cíclope y habia humanos que me tenian encerrado en una cueva. Me sentia como un niño pequeño, no comprendia los motivos porque me mantenían encerrado y me provocaba tristeza la soledad en la que vivia.
Un día, por algún motivo me enfadé y sin control de mi, acabé matando un humano. Por miedo a que volviera a succeder o como castigo, los humanos decidieron dejarme ciego. Ciego y solo, lloraba todo el dia, profundamente arrepentido por lo sucedido.
Con el tiempo, parece que algunos humanos recapacitaron en su actitud. Poco a poco, algunos de ellos acudieron para hacerme compañia. Lo que mas me impactó, fué una mujer que me acarició la cabeza para calmarme, sin yo haber sentido nunca lo que era el contacto ajeno.
Al final, encontré algo de calma pero realmente era un muerto en vida, esperando a que acabaran mis dias.
Un día, por algún motivo me enfadé y sin control de mi, acabé matando un humano. Por miedo a que volviera a succeder o como castigo, los humanos decidieron dejarme ciego. Ciego y solo, lloraba todo el dia, profundamente arrepentido por lo sucedido.
Con el tiempo, parece que algunos humanos recapacitaron en su actitud. Poco a poco, algunos de ellos acudieron para hacerme compañia. Lo que mas me impactó, fué una mujer que me acarició la cabeza para calmarme, sin yo haber sentido nunca lo que era el contacto ajeno.
Al final, encontré algo de calma pero realmente era un muerto en vida, esperando a que acabaran mis dias.