El problema de la gordedumbre brithish (y de medio planeta) no es por el desayuno tradicional, el cual, por cierto, ya casi nadie se mete en días laborables y tiran de cereales hiperazucarados y bollería industrial, como ha conseguido implantar la mercadotecnia en todo occidente. El problema es que a la hora de la comida se comen un sandwich hasta el pandero de salsas de cosa, con patatas fritas o similar de bolsa, y rematado por de 2 barritas de Mars/kit kat + refresco con gas. Y para cenar tampoco cocina ni dios y tiran de precocinados.