Andaba por la calle con un antiguo compañero del instituto, hoy oficial de la Guardia Civil. Plaza de los Sitios, pleno centro de Zaragoza, a mediodía. De repente, un doberman joven, no muy grande, viene corriendo hacia nosotros y ladrando con cara de pocos amigos, nos separamos y se tira hacia él. Según venía le metió un patadón en la cabeza al perro que cayó aullando en un parterre a unos metros. Detrás viene una Charo aullando que el perrito no hacía nada. Y mi colega que le dice: ¿Quiere usted otra?
Entiendo que si te ataca un perro debes intentar matarlo. Yo lo haría.