Ademas de Douglas Haig añadiría a esta categoría de incompetentes asesinos de masas a Robert Nivelle o Erich Von Falkenhayn por nombrar a los tres carniceros mas destacados.
Eso hay que matizarlo.
Haig, incompetente. Sí, sin paliativos. No tan menso como se ha dicho, pero terco como una mula.
Falkenhayn era un carnicero, pero no un menso. Como no se podía romper el frente atrincherado, buscó una solución alternativa, una batalla de desgaste en Verdún para desangrar al ejército francés. Resulta monstruoso que se plantee una batalla sólo con el objetivo de apiolar a cientos de miles de personas, pero al menos hay que reconocerle el mérito de encontrar una solución a un problema insoluble.
La tragedia de Verdún es que Falkenhayn cometió varios errores. El primero de planeamiento, una batalla de desgaste también costaría cara al ejército alemán, otros de ejecución, quizá debería haber ampliado la batalla a la margen izquierda del Mosa mucho antes, debería haber cambiado de planteamiento y aprovechar los éxitos iniciales para tomar Verdún, y finalmente prolongó la batalla demasiado en una carnicería absurda, no supo cuando parar. Falkenhayn cometió errores colosales, pero no era menso.
Nivelle ha sido muy maltratado por la historia porque su fracaso en el Chemin des Dames no fue tan grave en términos objetivos, todas las ofensivas francesas anteriores fueron desastres peores, el problema eran las expectativas creadas. Poco menos que se le culpa de los motines del ejército francés, pero el fracaso de su ofensiva no fue más la gota que colmó el vaso. La culpa recae en los generales franceses de 1914, 1915 y los que se empeñaron en hacerle el juego a Falkenhayn en Verdún por no ceder terreno para evitar pérdidas mayores y luego empeñarse en reconquistar el terreno perdido a un coste altísimo. Si los franceses hubieran perdido Verdún pero hubieran conservado sus fuerzas para la ofensiva conjunta en el Somme, los aliados se habrían ahorrado en gran parte ambas matanzas.
Yo un libro que recomiendo es
"Haig's command" de Dennis Winter [Pen&Sword]. Tuvo que ser un australiano el que denunciara la clase de incompetente que realmente fue Haig, cosa que el
establishment británico se resiste a admitir, incluso un siglo más tarde. Los británicos en general tienen un serio problema de autocrítica, y Haig es el único general de la Gran Guerra que todavía tiene defensores. Pero claro, es que la condena de Haig acarrearía la condena de toda la dirección política y militar del imperio británico, y eso es algo que la casta británica no puede admitir.
Winter, que a medida que avanza en su libro se indigna cada vez más con la incompetencia de Haig y las mentiras de la historia oficial, y aparte de Haig, no deja títere con cabeza, especialmente jugoso son los porrazos ( enrevesado juego de palabras que los frikis entenderán) que reparte a Pershing, el general en jefe americano, pero curiosamente Nivelle se salva.
Para mi sorpresa, Nivelle no era un incompetente ni estaba desconectado de la realidad. Estaba convencido de que ya habían encontrado la fórmula para lograr la ruptura de las líneas de trincheras. Y es cierto, los franceses lograron reconquistar el terreno perdido en Verdún porque por fin tenían suficiente artillería pesada y munición para lograr abrir brecha. Las trincheras no eran inexpugnables, con más artillería, hombres y nuevas tácticas se podían romper las sucesivas líneas. Los alemanes lo lograron en 1918, aún sin contar con tanques. Otra cosa es que los avances logrados eran pequeños y el problema de explotar el éxito.
Nivelle tuvo la mala suerte de que los alemanes se anticiparon a su ofensiva retirándose a la línea Hindenburg, lo que acortó su frente y les permitió una defensa más sólida. La ofensiva Nivelle habría tenido éxito contra la antigua línea enemiga y las mermadas tropas que la sostenían. El error de Nivelle fue en seguir con los planes de ofensiva cuando las circunstancias habían cambiado, y el plan ya no era válido, además la posición del Chemin des Dames era mucho más fuerte. El tercer error fue no tener en cuenta que el ejército francés estaba agotado después de Verdún. Pese a todo, la ofensiva no fue el desastre que se cree. Un avance limitado y costoso, pero desde luego no un descalabro como el Somme o cualquiera de las ofensivas de Joffre. Nivelle cometió un error de juicio y el crear expectativas de éxito desmesuradas, pero en mi opinión, no fue un petulante ni un incompetente. Se equivocó, como Falkenhayn.
Sobre el papel, que aguanta todo, en teoría los planes aliados de ofensivas de 1915 a 1917 eran factibles,
si se rompía el frente atrincherado se podía volver a la guerra de movimientos, los avances aliados en los Últimos Cien Días de 1918 lo demuestran. El problema es que todos esos grandiosos planes eran quiméricos si no se lograba atravesar la línea de trincheras. Y no se podía hacer porque faltaban los medios y la técnica para la ruptura del frente. Las ofensivas aliadas en el Frente Occidental de 1915 a 1917 fueron intentar echar abajo un muro a cabezazos.
Así que en la clasificación de los peores generales de la guerra no incluiría ni a Nivelle ni a Falkenhayn. A mi juicio los peores, aparte de los generales turcos, fueron, en este orden:
1) Joffre. Un petulante que tuvo la suerte de ganar en el Marne, porque era tan orate que no perdió la calma y pudo aprovechar el error de los alemanes.
Incompetente, y carnicero. Siempre se habla de Verdún y el Somme, pero si se hubiera sacado la conclusión lógica de las matanzas de 1915, que era imposible ganar la guerra debido a que no había solución a las trincheras y que aunque se lograra romper el frente la guerra costaría millones de muertos, se podría haber firmado la paz en 1916.
2) Cadorna. En su descargo decir que el frente alpino era todavía más inexpugnable que el frente occidental.
3) Haig. Un menso adulterado por el estudio. La tragedia para los británicos es que era tan terco como Falkenhayn, y fue el único general en jefe al que no relevaron del mando.
Otros generales cometieron errores colosales como Moltke, Falkenhayn o Nivelle, pero para calificar a alguien de incompente tiene que ser contumaz en el error.
En cuanto a los rusos, me parece injusto meter a los generales del zar en el mismo saco, por ejemplo, a Samsonov y Rennekampf por sufrir una derrota catastrófica en Tannenberg. En ese caso su derrota no fue debida a la incompetencia, aunque no se lucieron, si no a defectos del ejército ruso, mal preparado para la guerra, y méritos de los alemanes.
Carniceros lo fueron todos, incluso los más brillantes. Por ejemplo, las mayores victorias de la guerra en términos de territorio conquistado y bajas inflingidas al enemigo fueron las logradas por las ofensivas de Brusilov en 1916 y Ludendorff en 1918. Pero ambas fueron victorias pírricas logradas al coste de centenares de miles de bajas propias, mayores que las de Verdún, Somme o 3ª de Ypres. ¿Vale la pena la victoria a costa de tanto sacrificio?
Como ya he dicho, esa guerra no se podía ganar si no era por desgaste y a un precio enorme. No valía la pena. Lo único sensato habría sido negociar la paz.
PD Buenas aportaciones de varios foreros a los que he dado un thanks, pero cometen algunas inexactitudes que es preciso corregir. Mañana si tengo tiempo.