La Generalitat riega con subvenciones a los creadores de la cadena independentista.
La gran movilización del próximo 11 de septiembre para reclamar la independencia de Cataluña no es cosa de una sola organización que va por libre. Aunque es la Asamblea Nacional Catalana (ANC) la que da la cara, hay otras 13 entidades que prestan su ayuda y las infraestructuras de que disponen para que la jornada sea todo un éxito. Todo ello, bajo la atenta mirada del Gobierno catalán, que conoce todos los entresijos de la estructura que se está utilizando. De hecho, la ANC ha sido la encargada de figurar al frente de la organización debido al rotundo éxito que tuvo el año pasado con la gran movilización de la Diada, en la que consiguió un récord histórico de asistencia, a pesar de que había trabajado el tema sólo desde el mes de abril anterior, cuando se había constituido oficialmente.
Pero detrás de esta organización existe un verdadero entramado de organizaciones independentistas que han recibido millones de euros en subvenciones durante los últimos años. Estas entidades son Òmnium Cultural, el Cercle Català de Negocis, la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), el Centre Internacional Escarré per a les Minories Ètniques i les Nacions (Ciemen), la Fundació Catalunya Estat, la Plataforma per la Llengua, la Asociación Catalana de Profesionales (ACP), la Plataforma pro Seleccions Esportives Catalanes, el Ens de l’Associacionisme Cultural Català, la plataforma Sobirania i Justícia, la plataforma Sobirania i Progrés, la plataforma La Fábrica y el Col.lectiu Emma.
Estas catorce entidades (a las 13 anteriores hay que sumar la ANC) han formado al mismo tiempo una plataforma denominada El Clauer (El Llavero), registrada el pasado 28 de diciembre a nombre de Òmnium Cultural y con la sede en la misma dirección de esta. Esta organización tiene como objetivo aportar “argumentos a través de la razón” y se define como un “proyecto común de la sociedad civil catalana. Aquí nos hemos encontrado muchos, los que hace más tiempo que batallan por la libertad del país y los que se han sumado hace poco”.
Ellas son las que posibilitan que las acciones decididas por la ANC puedan llevarse a cabo. De entre todas, la más importante, sin duda, es Òmnium Cultural, cuyos dirigentes afirman que tienen 25.000 socios. Òmnium ha sido la entidad más mimada por todos los Gobiernos. El exvicepresidente del Gobierno catalán Josep Lluís Carod-Rovira llegó a pagarle su nueva sede con dinero público: 600.000 euros puestos uno encima del otro para que gozase de un vistoso espacio en el centro de Barcelona.
Los recortes a Òmnium
A finales del 2011, Artur Mas firmó un convenio con esta organización por el que le concedía una subvención de 1.434.763 euros dividida en tres anualidades: 497.191 euros eran para el 2011; 468.786 para el 2012 y 468.786 en 2013. A pesar de la crisis y de los recortes sociales en sectores sensibles como la sanidad y la educación, las dos primeras anualidades fueron pagadas íntegramente. El año pasado, sin embargo, renegociaron la última anualidad y esta fue rebajada a 421.907.40 euros. En el primer semestre de este año, no obstante, y ante las arcas vacías del Gobierno autonómico, Òmnium y la Generalitat acordaron rescindir el convenio y anular el plazo del 2013, por lo que la subvención recibida fue de ‘sólo’ de 965.977 euros.
Pero este no es el único dinero público que recibe Òmnium. En el 2011, la Institución de las Letras Catalanas le pagó 46.819 euros para la realización del Premio Sambori Òmnium 2011. Y el Departamento de Presidencia le regaló otros 27.000 para “la enseñanza del catalán y la promoción literaria en la Cataluña Norte”. Es decir, en el sur de Francia.
REUNIÓN DEL GOBIERNO DE LA GENERALITATEn el 2012, el Departamento de Cultura le obsequió con 18.000 euros por la campaña 'Voluntariado por la Lengua', con 6.669 euros por un “calendario de tradiciones y costumbres 2013” y con otros 8.100 “por la edición de un calendario”. Paralelamente, el Departamento de Bienestar y Familia le concedió 10.000 euros para “actividades que realizan las asociaciones juveniles y entidades que ofrecen servicios a la juventud”. Anualmente, Òmnium ha estado recibiendo también algo más de 3.000 euros para la edición de la revista Escola Catalana. Y anualmente convoca los premios Sant Jordi. En este apartado, una de las categorías es la creación de la “Bolsa de estudios Ramon d’Alós-Moner para realizar un trabajo bibliográfico de tema catalán”. Esta beca está dotada con 3.000 euros, que son sufragados por el Instituto de Estudios Catalanes, una entidad pública. Òmnium también convoca un premio de 6.000 euros para un trabajo de investigación sobre sociolingüística, pero el dinero lo pone un mecenas particular.
El ascendiente que Òmnium tiene sobre el mundo nacionalista es enorme. Baste decir que su presidenta, Muriel Casals, fue incorporada por Artur Mas como vocal de la Comisión de Conmemoraciones (una comisión asesora del president que le dice qué actos se deben conmemorar) dentro del cupo de expertos en la materia. Y desde que Artur Mas recuperó la Generalitat, fue Òmnium la que iba marcando la estrategia soberanista planteando propuestas ante la sociedad que CiU no se atrevía a hacer desde la Generalitat, como la necesidad de un referéndum independentista. En el 2010, Carod le pagó 75.000 euros para que organizase en Madrid un acto de apoyo al Estatuto catalán. Y un informe del Gobierno sobre subvenciones a la lengua de ese año señala que la Dirección de Políticas Sectoriales de la Generalitat firmó un convenio particular con la citada entidad a través del cual le embolsó otros 710.273 euros.
Más dinero para las selecciones
Muriel casals con guardiola. (efe)La Plataforma Pro Seleccions es otra de las entidades que recibe suculentas subvenciones. En el 2011, percibió 130.200 euros para “actividades deportivas y actos de impacto significativo o relevancia social e histórica para el año 2011”. Y en el 2012, a pesar de la crisis y los recortes, el Gobierno le entregó 200.000 euros más para “la proyección internacional del deporte catalán y el pleno alcance de las selecciones deportivas catalanas”. Su trayectoria es, pues, inversamente proporcional a la de Òmnium, ya que en vez de recortarle las asignaciones, se le aumentaron pese a la crisis galopante. Ambas son, por otra parte, de las entidades cívicas que reciben más subvenciones públicas de la Generalitat de Cataluña: entre 2005 y 2010, Òmnium Cultural ingresó, al menos, 10,5 millones de euros de dinero público, mientras que la Plataforma Pro Seleccions fue obsequiada, como mínimo, con 4,8 millones entre 2006 y 2009.
Aunque con menos ayudas, el Ciemen es otra de las organizaciones que se nutre en buena parte de fondos públicos, si bien nadie sabe ni los proyectos en que está inmersa ni la gente que trabaja para ella. En el 2011, recibió del Departamento de Bienestar y Familia 5.000 euros para la “integración social de personas inmigradas” y 32.000 más de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) para “promoción de la diversidad cultural y reconocimiento de los derechos culturales en los proyectos de cooperación al desarrollo”. El año pasado, Bienestar y Familia la volvió a premiar con 60.000 euros para “acciones cívico-comunitarias” y con 5.000 más para “la integración social de personas inmigradas”. Desde hace una década, el Ciemen ha recibido más de 1,6 millones de euros en ayudas, algunas muy suculentas: cuando ERC gobernaba, le financiaba cursos de kurdo a razón de 65.000 euros por cada uno. Carod también le sufragó su diario digital, Nationalia, con 30.000 euros, y le adjudicó suculentas subvenciones de 50.000 euros para promocionar el catalán y 172.000 para la “ampliación de la base de datos Mercator: derecho y legislación lingüística de 1008 a 2010”.