Tengo una duda, a ver si alguien es capaz de responderla: ¿QUÉ PROBLEMA HAY EN ORGANIZAR UNA CADENA HUMANA QUE EXPRESE UN DESEO POLÍTICO?
En Catalunya, en el seno del movimiento independentista, hay debate. Algunos, de la órbita de López Tena, piensan que la cadena es una pérdida de tiempo, que se debe ir al grano de una vez por todas, y exigir que el Parlament declare ya la independencia, dadas las nulas posibilidades de organizar un referendum.
Personalmente, entiendo ese debate interno. Hay gente más inquieta, otros en cambio piden tiempo, quemar etapas, visualizar el deseo colectivo otra vez, y ya llegará el momento en 2014.
Pero lo que aún no entiendo son las críticas que provienen de las personas partidarias de la España unida. Hacer una cadena humana no perjudica a nadie, es una expresión colectiva pacífica, que participa aquél que quiere participar. Que se van a cortar carreteras? Aún no lo sabemos... algunas voces proponen hacer la cadena por las playas, otros por carreteras secundarias, más tranquilas, que pasen por dentro de pueblos y ciudades... Además, también se cortan carreteras en la Vuelta, no? No es un buen argumento, parece más bien una excusa para criticar.
Lo que se acaba viendo es que si haces eso, porque haces eso, si haces lo otro, porqué haces lo otro... en fin, hagas lo que hagas está mal. Harà unos años media España se levantó en nombre de la Democracia, pidiendo a los vascos que expresasen sus ideas independentistas de forma pacífica; ahora, donde están esos demócratas de toda la vida? Por qué no nos apoyan? NOSOTROS SOMOS PACÍFICOS
La cuestión no es si el resto de españoles se sienten "amenazados" por vuestras ansias independentistas o si la cadena humana les parece ridícula (que mayormente sí; al menos a mí, me lo parece). La cuestión es que el independentismo catalán tiene una ambivalencia que es la que le granjea una masiva antipatía en lugar de la comprensión que podría recibir si procediera de otras maneras: va de supercívico, supertolerante y superguay y supersolidario y supertransversal y masivo, pero en seguida muestra su verdadera cara, atribuyéndose una presunta superioridad jovenlandesal sobre el resto de los españoles y quienquiera que no comulga con sus ruedas de molino y su colección de agravios y victimismos bien incrustados en el neocórtex tras años de adoctrinamiento.
Porque es mediante el adoctrinamiento masivo via mass media y educación, y no por otra cosa, que han conseguido presencia y relevancia social (no mayoritaria de momento, pero si no se les para los pies con un resultado contundente en el referéndum todo se andará) para su discurso esquizofrénico y fascistoide lleno de interpretaciones revisionistas de la historia; metiéndoles en la cabeza a la gente trabajadora, honrada pero poco crítica, y a los críos inocentes que la tierra y la cultura de sus padres (y suya, por ende) les es ajena, extranjera y detestable. Que el resto de compatriotas les odia, les oprime, les menosprecia y les humilla. Y como no, que les expolia, apelando a cálculos torticeros de déficits que solo hacen las cuentas como les interesa... todo enfocado a dar forma a un enemigo al que reprobar mientras quienes azuzan a unos contra otros aprovechan para vaciarles el bolsillo... El fin justifica los medios, dicen, pero el adoctrinamiento es de los más abyectos que existen para conseguir algo. Y aquí se ha abusado hasta límites indecentes. Por eso son detestados-
Toda una vida quejándose de Felipe V y el franquismo, cuando hoy en día, en cualquier iniciativa ciudadana, sea una asamblea de vecinos, un club de petanca o una asamblea del 15M, siempre tiene que aparecer el autoproclamado comisario político de turno a reivindicar la catalanidad del asunto y su compromiso con la causa (aunque no venga a cuento, que en el 99% de las veces no viene) y el resto o calla o le secunda, unos por fanatismo y otros por el qué dirán. Igualico que hace 60 años cuando pasaban a revisar que estuvieran bien visibles el yugo y las flechas, el vivafranco y arribaspaña... hay muchas conductas adquiridas aquí que recuerdan demasiado a tiempos totalitarios.
Quiere vender que son como los tibetanos o como Gandhi y su resistencia no violenta, pero en realidad se parecen más a los israelíes (solo que sin holocausto al que apelar) con su discurso autocomplaciente y lastimero de pueblo-elegido-y-siempre-oprimido, y su conducta arrastrada ante los poderosos (Europa, Madrit -sí, sí: las bravatas siempre las sueltan en mitines en casa y en el NODO de TV3, pero luego en Madrit acaban siempre "priorizando el diálogo", como pasa estos díias) y abusona con los débiles (buscando erradicar el castellano en la escuela con medios de lo más mezquino -ver otros hilos-, imponiendo multas ligüisticas a los comercios, utilizando el matonismo y el ninguneo contra quienes reivindican lo (evidentemente) español de Cataluña, sean personas o partidos políticos... y así ad nauseam.
Por estas cosas mucha gente no toleramos el independentismo catalán. Los catalanes, como los gays, los funcionarios o los rubios, no causan rechazo al resto de españoles. Pero que unos fanáticos monopolicen e instrumentalicen sin derecho la representación de 7 millones de personas para enfrentarles e insultar al resto de compatriotas, buscando la ruptura entre ellos sin importarle los medios ni las consecuencias, es algo que causa rechazo frontal. Y eso es culpa de la imagen que proyecta el independentismo con conductas como las que he mencionado. Se rechaza el independentismo, por desleal, confrontador y tramposo. No esperarán los indepes pues, que aplaudamos sus patochadas.
Lo cual no quita para que muchos estemos a favor del referéndum: para que salga el no, y darles en toda la boca (metafóricamente...) y que se escondan bajo una piedra durante eones; o para que, si le han comido el tarro suficientemente a la mayoría de catalanes, y así lo quieren, se vayan y no tengamos que aguantar más sus cosas. Perderíamos activos, desde luego; y nos arrebatarían un enorme número de compatriotas, entre los que hay colegas, socios, familiares y amigos. Pero ganaríamos salud mental.
Y todo esto lo digo desde Cataluña... al menos hasta que llegue el Independence Day y tenga que exiliarme para seguir viviendo en España.