Aernnova diseñará las alas de un avión supersónico norteamericano.
Heredero del Concorde y con una capacidad para 80 pasajeros, podrá unir Nueva York y Londres en tres horas y media.
La compañía norteamericana Boom Supersonic ha anunciado este martes en París un acuerdo con la empresa vasca para formalizar su colaboración en un proyecto atractivo: la construcción de un nuevo avión supersónico, que recogería la estela dejada en 2003 por el Concorde. Aernnova, según este acuerdo, será la empresa encargada de diseñar las alas de esta aeronave, capaz de superar los 2.000 kilómetros a la hora en vuelo sobre el mar y de realizar el trayecto de Nueva York a Londres en apenas tres horas y media.
El Overture, así se ha bautizado este avión, lleva ya varios años de desarrollo. Se han construido algunas partes de un prototipo que sirve como banco de pruebas para su evolución e incluso ya tiene un cierto éxito comercial sin haberse construido la primera unidad comercial. United Airlines, Japan Airlines y American Airlines han formalizado ya pedidos de este avión por un total de 130 unidades.
El avión tiene una capacidad de hasta 80 pasajeros y contará con un motor específico -cada avión lleva cuatro propulsores- que prometen neutralidad en las emisiones de carbono, ya que utilizarán combustibles sintéticos. Boom Supersonic tiene en proceso de construcción su planta de ensamblaje de aviones en la localidad de Greensboro, en Carolina del Norte. Según las estimaciones de la compañía, el primer prototipo de la aeronave estará listo en 2025 y el primer vuelo comercial puede producirse en 2029.
El espíritu del Concorde
La empresa fue fundada en 2014 por un exdirectivo de Amazon y graduado en informática que había quedado impresionado en una visita a un museo en el que pudo ver un antiguo Concorde. La página web de la firma apunta que «soñó con el regreso de los vuelos supersónicos comerciales. Unos años más tarde, Blake se sumergió en la ingeniería aeroespacial, leyendo libros de texto y tomando clases, para descubrir a partir de los primeros principios cómo permitir un renacimiento supersónico».
A pesar del fracaso de las experiencias supersónicas comerciales precedentes -el Concorde francés y el Tupolev ruso-, Boom cree que hay un amplio mercado para este tipo de aeronaves si se maximiza la seguridad . «La tecnología y los materiales han avanzado lo suficiente como para que podamos construir aviones supersónicos más rápidos y eficientes mientras cuidamos el planeta. Además, los viajes de negocios y de placer han seguido creciendo y los viajeros están dispuestos a pagar por la velocidad», apuntan en la compañía.
www.elcorreo.com
Heredero del Concorde y con una capacidad para 80 pasajeros, podrá unir Nueva York y Londres en tres horas y media.
La compañía norteamericana Boom Supersonic ha anunciado este martes en París un acuerdo con la empresa vasca para formalizar su colaboración en un proyecto atractivo: la construcción de un nuevo avión supersónico, que recogería la estela dejada en 2003 por el Concorde. Aernnova, según este acuerdo, será la empresa encargada de diseñar las alas de esta aeronave, capaz de superar los 2.000 kilómetros a la hora en vuelo sobre el mar y de realizar el trayecto de Nueva York a Londres en apenas tres horas y media.
El Overture, así se ha bautizado este avión, lleva ya varios años de desarrollo. Se han construido algunas partes de un prototipo que sirve como banco de pruebas para su evolución e incluso ya tiene un cierto éxito comercial sin haberse construido la primera unidad comercial. United Airlines, Japan Airlines y American Airlines han formalizado ya pedidos de este avión por un total de 130 unidades.
El avión tiene una capacidad de hasta 80 pasajeros y contará con un motor específico -cada avión lleva cuatro propulsores- que prometen neutralidad en las emisiones de carbono, ya que utilizarán combustibles sintéticos. Boom Supersonic tiene en proceso de construcción su planta de ensamblaje de aviones en la localidad de Greensboro, en Carolina del Norte. Según las estimaciones de la compañía, el primer prototipo de la aeronave estará listo en 2025 y el primer vuelo comercial puede producirse en 2029.
El espíritu del Concorde
La empresa fue fundada en 2014 por un exdirectivo de Amazon y graduado en informática que había quedado impresionado en una visita a un museo en el que pudo ver un antiguo Concorde. La página web de la firma apunta que «soñó con el regreso de los vuelos supersónicos comerciales. Unos años más tarde, Blake se sumergió en la ingeniería aeroespacial, leyendo libros de texto y tomando clases, para descubrir a partir de los primeros principios cómo permitir un renacimiento supersónico».
A pesar del fracaso de las experiencias supersónicas comerciales precedentes -el Concorde francés y el Tupolev ruso-, Boom cree que hay un amplio mercado para este tipo de aeronaves si se maximiza la seguridad . «La tecnología y los materiales han avanzado lo suficiente como para que podamos construir aviones supersónicos más rápidos y eficientes mientras cuidamos el planeta. Además, los viajes de negocios y de placer han seguido creciendo y los viajeros están dispuestos a pagar por la velocidad», apuntan en la compañía.
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