Asca, la revolucionaria película fotovoltaica que produce electricidad de día y de noche
Asca, la revolucionaria película fotovoltaica que produce electricidad de día y de noche
El énfasis que se ha puesto últimamente en conseguir energía sostenible ha sido notable, lo que ha llevado al desarrollo de soluciones de lo más interesantes, como es el caso de Asca, una película fotovoltaica mucho más versátil que un panel solar tradicional y que podría tener un futuro relevante en el mundo del coche eléctrico.
Por el momento solo se ha utilizado en edificios, pero por sus características parece perfecto para aplicarlo al campo de la automoción, donde podría servir para conseguir kilómetros de autonomía adicionales de manera sencilla.
Se trata de una tecnología en al que la empresa ha invertido más de 100 millones de euros a lo largo de 10 años, y que ha dado como resultado un producto muy interesante, basado en el empleo de “tinta solar” que utiliza polímeros fotoactivos.
Esta tinta se imprime en cinco capas sobre una película de PET (tereftalato de polietileno) flexible, un material que es muy común. Luego se aplican dos capas protectoras frente a rayos ultravioletas y agentes externos.
El resultado es una película muy flexible, que se adapta a prácticamente cualquier superficie; muy ligera, con un peso de menos de 500 gramos por metro cuadrado; y que es traslúcida al 50%, por lo que deja pasar la luz. Además, puede operar tanto a bajas como a altas temperaturas y consigue rendimiento energético incluso si la intensidad lumínica es muy baja.
Esto hace que sus posibles aplicaciones en el mundo del motor sean enormes. Imaginemos, por ejemplo, colocar sobre los cristales laterales traseros, que normalmente suelen ir tintados, o sobre un techo panorámico de cristal. Sin alterar la morfología del vehículo podrían generar energía con la que alimentar sus sistemas.
Además, su proceso de producción es bastante ecológico, pues no emplea disolventes ni materiales exóticos, y el gasto energético que se realiza en su fabricación se compensa con un uso de tres meses.
Hubert de Boisredon, director general del grupo Armor, la empresa de la que es filia Asca, ha declarado: “Si imprimiéramos tantas películas solares como cintas de tras*ferencia térmica, produciríamos más que toda la energía de la central nuclear francesa cada año”.
“Actualmente, fabricamos 13.000 kilómetros de cinta de tras*ferencia térmica al día, lo que supone 2.000 millones de m2 al año. Incluso si tomamos sólo mil millones, con la producción actual, produciríamos 60 gigavatios (GW) de energía eléctrica. Eso es toda la central nuclear francesa, cuando funciona”, señala.
Asca, la revolucionaria película fotovoltaica que produce electricidad de día y de noche
El énfasis que se ha puesto últimamente en conseguir energía sostenible ha sido notable, lo que ha llevado al desarrollo de soluciones de lo más interesantes, como es el caso de Asca, una película fotovoltaica mucho más versátil que un panel solar tradicional y que podría tener un futuro relevante en el mundo del coche eléctrico.
Por el momento solo se ha utilizado en edificios, pero por sus características parece perfecto para aplicarlo al campo de la automoción, donde podría servir para conseguir kilómetros de autonomía adicionales de manera sencilla.
Se trata de una tecnología en al que la empresa ha invertido más de 100 millones de euros a lo largo de 10 años, y que ha dado como resultado un producto muy interesante, basado en el empleo de “tinta solar” que utiliza polímeros fotoactivos.
Esta tinta se imprime en cinco capas sobre una película de PET (tereftalato de polietileno) flexible, un material que es muy común. Luego se aplican dos capas protectoras frente a rayos ultravioletas y agentes externos.
El resultado es una película muy flexible, que se adapta a prácticamente cualquier superficie; muy ligera, con un peso de menos de 500 gramos por metro cuadrado; y que es traslúcida al 50%, por lo que deja pasar la luz. Además, puede operar tanto a bajas como a altas temperaturas y consigue rendimiento energético incluso si la intensidad lumínica es muy baja.
Esto hace que sus posibles aplicaciones en el mundo del motor sean enormes. Imaginemos, por ejemplo, colocar sobre los cristales laterales traseros, que normalmente suelen ir tintados, o sobre un techo panorámico de cristal. Sin alterar la morfología del vehículo podrían generar energía con la que alimentar sus sistemas.
Además, su proceso de producción es bastante ecológico, pues no emplea disolventes ni materiales exóticos, y el gasto energético que se realiza en su fabricación se compensa con un uso de tres meses.
Hubert de Boisredon, director general del grupo Armor, la empresa de la que es filia Asca, ha declarado: “Si imprimiéramos tantas películas solares como cintas de tras*ferencia térmica, produciríamos más que toda la energía de la central nuclear francesa cada año”.
“Actualmente, fabricamos 13.000 kilómetros de cinta de tras*ferencia térmica al día, lo que supone 2.000 millones de m2 al año. Incluso si tomamos sólo mil millones, con la producción actual, produciríamos 60 gigavatios (GW) de energía eléctrica. Eso es toda la central nuclear francesa, cuando funciona”, señala.