Lux Mundi
In Hoc Signo Vinces
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Nosotros solamente miramos, creo que volvimos a tapar, y nos fuimos. Y creo, si no recuerdo mal (es que son tantos años ya…) que se lo conté a mi padre, me parece bastante que más bien sí.
Veo yo algo de ese osario que viste y vamos, salgo pitando.
Cuando tenía yo como unos siete u ocho años, la chavalería del barrio y yo, entonces eran ellos más mayores, porque eran las pandillas de nuestros hermanos, estábamos en frente de un bosquecillo en frente del cementerio al que acudían parejas, pandillas sobre todo de noche, con su "fama" por ser un lugar tan cercano al camposanto, época de ouijas y esas historias, las pelis de miedo hacían furor. Y vimos restos de carne, tal cual lo cuento, era carne. Como si hubieras comprado carne en el mercado y se te cae allí mismo desparramada, como si fuera carne descuartizada. El susto que nos dimos fue demoledor, porque era como si hubieran cogido miembros y los hubieran troceado y no andaban enterrados ni nada, colocados allí en la superficie de la tierra a ojos vista entre árboles. Al lado de esos restos allí mismo a la vista, vimos un DNI de esos grises que habían en los 90, los grandes, y alguien de la pandilla de los mayores dijo que eso había que llevarlo a la comisaría. La idea de hablar con la poli nos hizo acojonarnos, pensad en los 90 con la poli como super autoridad, chavales con miedo, tener que contar que estábamos haciendo el pardal en las inmediaciones del cementerio (que se enterarán los padres), porque entonces era la época en la que empiezas con las trastadas con un trasfondo paranormal, típico de la edad. Con deciros que había cierto gusto por jugar a "fuga" un escondite más para adolescentes (otros lo llamaban "liebre") y los avispados se escondían en sitios recónditos, el cementerio era como el tabú pero la atracción al mismo tiempo. Aquel día era como "vamos a ver qué vemos en el cementerio", rollo aventura, y la movida estaba en el bosquecito de enfrente.
El cementerio ubicado a como 1'5 km de casa, entonces eso era una distancia enorme para los típicos chavales cuyos padres dicen que no hay que salir del barrio.
Os pongo en situación: época de los 90 con las noticias de desapareciones macabras en España. Nos fuimos a casa con misterios, que si la idea de haber visto los restos de un cuerpo, asesinado (mentalidad teniendo en cuenta lo que se oía por ahí en los sucesos); con los años, he pensado que vimos el cadáver de un conejo porque habia un coto de caza no muy lejos. Pero es que habré visto conejos muertos a cientos y eso era carne sin piel, tal como te la encuentras en la carnicería, y el DNI de un tío al lado.
Nunca supimos que pasó realmente.