Desgraciadamente poco de puede decir en contra de los ingleses, salvo morirse de envidia. Ellos tenían el capital y la tecnología para sacar rendimiento de unas minas que dejadas en nuestras manos ni serían rentables ni servirían para repartir sus beneficios entre la población. En manos españolas sólo hubieran servido, en el mejor de los casos, para enriquecer a cuatro caciques, que también levantarían sus propios muros para aislarse de los pobres.
Los anglos, serán lo que queráis, pero a la hora de hacer dinero son los jefes del cotarro. Los explotaron a lo grande, crearon puestos de trabajo y como es lógico, se construyeron su propio paraíso con unas condiciones de vida inalcanzables para los pobres españoles. No tienen la culpa de querer vivir mejor que el resto si los dueños de los recursos no saben hacerlo. No van a invertir millonadas para que el beneficio se lo lleven unos indígenas que no han sabido o no han podido sacar provecho de un tesoro como Río Tinto.
Hay que quitarse el sombrero y reconocerlo. Porque es así. Pagaron una millonada, invirtieron otra y se dotaron del mejor nivel de vida que podían permitirse. Una cosa es tener los recursos y otra muy distinta poder explotarlos. Y si yo se hacerlo y he invertido una millonada en comprar los derechos y la tecnología para hacerlo de forma rentable, no se lo voy a regalar a los paisanos. Para perder dinero me quedo en mi casa y que lo saquen con las manos y lo lleven en burro hasta la frontera.
Ojalá España fuera un país distinto, más civilizado, más justo, con mejores patronos, mejores políticos y jorobar, hay que decirlo también, mejores ciudadanos. Pero no lo somos. Los hay un poco más serios y responsables, no mucho más, que ni los alemanes ni los nórdicos son seres de luz, pero si lo suficientemente distintos como para sacar ventaja. Una ventaja decisiva que da lugar a cosas como las que abre este hilo.