Los trabajos de cuello azul posiblemente aguanten más que los oficinistas, informáticos y demás ralea sin callos en las manos.
Ahora, no creo que la IA pase de ser mucho más que una atracción, porque los Estados necesitan crear funcionarios para justificar el gasto de funcionarios (supervisor de la oficina de gestión de supervisión del vicesecretariado del subsecretariado del secretariado de administradores de despachos que gestionan las ventanillas públicas) y rascar un poquito de cada escalón.
Si la IA sustituye a todo esto, perfecto: que cada cual cultive y críe su comida, doble el lomo, que forje, haga muebles, teja o espante cuervos gritando en un campo. Las mujeres a criar hijos, los hombres a sudar. Los que sean unos manfloritas de manos suaves, que sirvan de alimento a los cerdos.