TerenceHill
Madmaxista
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En el sistema Sol-Tierra-Luna no podemos considerar que la fuerza gravitatoria del sol eclipse la interacción entre la Luna y la Tierra, porque de hecho vemos que no es así.Pero pienso (igual es una tontería) que no tiene porqué tender al caos realmente al pasar mucho tiempo si aplicamos la ley de weber, tal y como he dicho; pues no sería cierto que todas las fuerzas actúan infinitisimalmente sobre los cuerpos generando "una acumulación de errores", sino que cabría entender que las grandes fuerzas (el sol sobre cada uno de los cuerpos) eclipsan a las pequeñas (las fuerzas entre planetas) y las anulan, de modo que el sistema actúa como un conjunto de muchos sistemas de 2 cuerpos, y por tanto, de forma estable; hasta que el sol se agote, o explote o el sistema sea violentado por algo externo que lo destroce.
Lo que ocurre es lo siguiente: la fuerza con la que el Sol atrae a la Tierra es exactamente igual que la fuerza con la que la Tierra atrae al Sol. Pero el efecto que causan ambas fuerzas dista mucho de ser el mismo, porque el Sol tiene una masa un millón de veces mayor. Lo mismo entre el Sol y la Luna. Por eso el Sol curva la trayectoria tanto de la Tierra como de la Luna, pero la aceleración que soporta es él mismo es minúscula. Imagina hacer chocar una canica con una bala de cañón: la trayectoria de la canica se desviará enormemente, pero la bala de cañón "ni se va a enterar".
Si consideramos que el Sol no es desviado por la acción de la gravedad terrestre y selenita, el problema matemático tiene solución sencilla: Tierra y Luna girando alrededor del centro de masas de ambas, que a su vez sigue una trayectoria elíptica alrededor del Sol. Si no hacemos esta aproximación, es decir, si consideramos el pequeñísimo movimiento que la gravedad de la Tierra y de la Luna van a imprimir sobre el Sol, entonces el problema no tiene solución analítica y ya no tenemos, en rigor, órbitas estables. Pero debido a que el movimiento del Sol debido al tirón gravitatorio de la Tierra y la Luna es tan sumamente diminuto, tenemos órbitas estables por millones y millones de años.