david53
Madmaxista
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Toffee viaja con gafas para evitar que se le metan mosquitos y otros insectos en los ojos. MIGUEL VILLAR
Mariluz Mateos, una motera de Madrid, está recorriendo la Ribeira Sacra y la Costa da Morte
11 jul 2023. Actualizado a las 17:57 h.
Una concentración motera la trajo de Madrid a Sanabria y aprovechando el viaje, decidió quedarse unos días más para conocer la Ribeira Sacra y la Costa da Morte. Mariluz Mateos viaja a lomos de una moto de gran cilindrada. Va sola, dirán algunos. Pero no. Viaja con Toffee, su perro. Es una forma de viajar que lleva tiempo practicando. Primero lo hicieron en una furgoneta pero después Mateos descubrió la posibilidad de las dos ruedas y no se lo pensó.
Es «culpa» de un señor gallego, Eloy Souto, que lleva muchos años viajando con su perro, cuenta. «Tenía un perro con el que llegó incluso a Moscú. Aquel se murió de viejo y ahora tiene una especie de mastín con el que va a todos lados», relata Mateos. Vio que era posible viajar con la mascota y decidió probar. En su caso, ella tiene un animal más pequeño. Junto a Toffee ha recorrido España de punta a punta. También las islas. «Hemos bajado a Tenerife y hemos estado en Ibiza. Mi perro ya montó en avión y en ferri también», cuenta entre risas.
Mariluz se ríe mucho. Y habla con todo aquel que se acerque. Está acostumbrada a viajar sola y, aunque dice que va con cuidado, reconoce que sigue confiando mucho en la gente. «A veces acabamos encontrando compañía», relata.
Mariluz Mateos con Toffee en Castro Caldelas. MIGUEL VILLAR
Descubriendo a Souto vio que era posible unir sus dos pasiones: las motos y su perro. El gallego usa un trasportín artesanal y ella buscó algo similar para Toffee. Lo encontró en Gran Bretaña. «Se lo compré a una pareja que tiene patentado el sistema», relata. En él, Toffee va viendo el paisaje al tiempo que viaja protegido. Tiene una lona que cubre tres de las cuatro partes del trasportín, que está hecho con aluminio militar y cuenta con un sistema antivuelco. «No nos vamos a caer, pero si nos caemos, va protegido», relata Mariluz.
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A. R. C.
Sabe que su sistema llama la atención. De hecho, asegura estar más que acostumbrada a responder a la pregunta de si el sistema es legal. «Realmente no hay una legislación al respecto de motos y animales. Lo que dice la legislación es que si llevas animales vivos en vehículos a motor, los lleves sujetos y que no interfieran a la conducción», explica. Es lo que ella hace. Toffee va atado con una cadena al trasportín. Le permite moverse con cierta libertad, así que cuando quiere saca la cabeza y mira a los lados. Puede hacerlo también cuando van en marcha, porque Mariluz le coloca unas gafas. «Se meten mosquitos y eso, así que va protegido», explica.
Toffee tiene redes sociales. «Las creé para dar visibilidad al cuidado de los animales», cuenta Mariluz. Dice que hay quien también le critica llevar de viaje en moto a su perro. «La primera que lo cuida soy yo. Si viera que esto no funciona, quedaría zanjado», asegura. Pero dice que es la contrario, que les va bien así. Viajan solos, así que toman sus precauciones.
Mariluz no se adentra en caminos solitarios, descarta dormir de acampada libre y busca hoteles que sean pet-friendly. Dice que en Galicia le está resultado fácil. Y no solo a la hora de dormir. Destaca que en todos los locales en los que para a tomarse algo, siempre tienen un cuenco para que Toffee pueda beber. «En todas partes lo están mimando y cuidando mucho», remata.
